Los riesgos para la salud, la destrucción del medio ambiente, enfermedades que se transmiten, reducción de especies para su alimentación, inyección de antibióticos, y más.

Tierra del Fuego tiene una ley que prohíbe la instalación de esta industria, votada por unanimidad el 30 de junio de 2021 y que ha sido reconocida a nivel mundial, por marcar un hito en la temática de la explotación de esta industria.
“Queremos que en Chile esto se sepa, que del último lugar del planeta se ejecutó un hito contra una industria tan destructiva como la salmonicultura”, dijo David Alday integrante de la comunidad Yagan en Chile,
La expansión de la salmonicultura en las condiciones descritas deteriorará aún más la salud humana y la de peces en el territorio, junto al asalto a la biodiversidad que esto conlleva, lo cual probablemente repita fenómenos de catástrofe ambiental, social y económica como los del año 2016 en Chiloé.
Ayer y otros, han atribuido varios impactos ambientales a esta forma de acuicultura entre los que se Incluyen: alteración de ambientes bentónicos debajo de las balsas jaulas (heces y alimento no consumido); la posible amplificación y propagación de enfermedades y parásitos a las poblaciones de peces silvestres;
La utilización de químicos para tratar el piojo del salmón y el uso de colorantes. Devasta los fondos marinos (la contaminación incluye desde antibióticos y alimentos, hasta fecas, redes, fierros y restos de plásticos). Los escapes de salmones amenazan la biodiversidad nativa.
Contamina los ecosistemas de ríos y lagos de la zona sur y austral donde se crían los salmones juveniles (salmones en su etapa de ¨larva¨) que luego son transportados hacia áreas marinas.
Según un informe que publica mañana la revista “Science”, científicos estadounidenses y canadienses han encontrado en salmones de acuicultura altos índices de 14 contaminantes organoclorados, como PCB, DDT, HCB, dioxinas, mirex, dieldrín, lindano, toxafeno o nonacloro.
La acuicultura impacta en el medio ambiente a través tres procesos: el consumo de recursos, el proceso de transformación y la generación del producto final. Para producir el alimento de especies carnívoras, como los salmónidos, se está generando una alta presión sobre los bancos de peces.
Las granjas de acuicultura pueden causar problemas de eutrofización, contaminación por antibióticos y otros productos químicos, y la introducción de especies no nativas. Además, la concentración de animales en espacios reducidos puede facilitar la propagación de enfermedades.
¿Qué enfermedad produce el salmón?
La anemia infecciosa del salmón (AIS) es una enfermedad del salmón del Atlántico cultivado (Salmo salar) por el virus de la anemia infecciosa del salmón HPR0 (región altamente polifórmica sin supresión) o con supresión en la HPR del género Isavirus de la familia de los Orthomyxovíridos.
Consumo excesivo de sodio: algunos salmones ahumados y enlatados pueden contener altos niveles de sodio, lo que puede aumentar el riesgo de presión arterial alta y otros problemas de salud relacionados con el consumo excesivo de sodio.
La salmonicultura intensiva es una amenaza para los océanos del sur de nuestro país. Áreas de aguas pristinas y de gran biodiversidad son destruidas por esta industria que busca ampliar sus centros de cultivo en áreas donde viven y transitan ballenas, delfines, pingüinos y aves, entre otras especies.
Según la especialista, estos pescados, debido a su alto contenido de grasa, absorben hidrocarburos y metales tóxicos presentes en el mar, que luego son transferidos a quienes los consumen. Este fenómeno, afirma Marcus, puede afectar negativamente la tiroides, el cerebro y los huesos.
La salmonicultura tuvo un crecimiento sostenido hasta el 2007, cuando fue afectada por la aparición del virus ISA. Detectado en un centro de cultivo en isla Lemuy, provocó en los dos años siguientes una grave crisis sanitaria que a su vez generó una crisis económica y social en sector.
¿Qué problemas generan las salmoneras en el sur de Chile?
Cada vez nos impacta más la recurrente seguidilla de desastres ambientales provocados por esta actividad: derrames, hundimientos, escapes de salmones, mortalidades masivas y proliferación de zonas muertas (anoxia), son algunos ejemplos.
En las aguas del Fiordo de Comau, al sur de Chile, se vio la consecuencia de este tipo de explotación: más de 5 mil toneladas de salmones aparecieron muertos. Esta catástrofe ambiental remarcó la necesidad de proteger el entorno marino fueguino y pronto activistas por el medioambiente realizaron una nueva acción que unió Ushuaia y Puerto Williams en kayaks en medio del Canal de Beagle.
En 2018, el gobierno nacional y el de la provincia de Tierra del Fuego otorgaron a la Corona Noruega la posibilidad de desarrollar la salmonicultura en el Canal de Beagle.
Entre noviembre de 2016 y abril de 2018 fallecieron 17 trabajadores (10 buzos, 3 tripulantes de embarcaciones y 2 transportistas). Esta situación provocó la muerte de 37.000 toneladas de salmones que se tiraron al mar a unos 70 kilómetros de la isla de Chiloé, porque en tierra eran una amenaza para la salud de la comunidad. Sin embargo, menos de un mes después, aparecieron 343 ballenas muertas y otros animales desde crustáceos y moluscos hasta aves y lobos marinos.
N de la R: Este medio se declara en absoluta oposición a la instalación de salmoneras en nuestra provincia y solicita a quienes aparecen como posibles interesados en apoyar esto, que revean su actitud, porque no todo es dinero, o desarrollo para la provincia, cuando queda demostrado que eso es falso.