«¡Que vivas 100 años!», filme documental de Víctor Cruz que estrena este jueves en la plataforma Cont.ar y el domingo a las 22 en la TV Pública, acompaña a una serie de ancianos que, por encima de los 70 años, mantiene una vida activa y alejada del sedentarismo, demostrando que la juventud vive en el interior más que en el número que acompaña a la edad de las personas.
«En 2012 viaje a Nicoya, en Costa Rica, y conocí a Panchita, que tenía 106 años y una vitalidad increíble, pero no estaba sola, la acompañaban dos de sus hijos de alrededor de 90 años. ¿Qué es lo que pasa en este lugar para que la gente viva tanto? Nicoya, junto a Cerdeña y Okinawa, son lugares donde la gente vive mucho más que en el resto del mundo. Así fue como con mi productor, Fito Pochat, decidimos visitar esos lugares y conocer a las personas que vivían allí», recordó el director en charla con Télam.
Así, la cámara de Cruz se adentra en la selva costarricense, en las montañas sardas y en las playas okinawenses para visitar a los lugareños que bailan, hacen tai chi, karate o se pasean en bicicleta con la misma vitalidad que pueden mostrar muchos jóvenes.
«Okinawa fue sin dudas el desafío más grande: estábamos en las antípodas no solo geográficas sino también culturales. Eso me hizo desarrollar todos mis sentidos para comunicarnos a través de las miradas, del lenguaje de los cuerpos, de las muestras de respeto y afecto», comentó.
Solo el 25% de nuestra expectativa de vida está dictado por nuestros genes, el otro 75% depende de nuestro estilo de vida, de cómo vivamos nuestra vida.
VÍCTOR CRUZ
Cruz espació los viajes a lo largo de tres años, pudiendo visitar cada terruño en más de una oportunidad; esto generó la confianza necesaria para filmar a los personajes en situaciones naturales, sin sobreactuaciones ni timidez, algo necesario para generar un documental observacional.
Télam: Todo sucede en escenarios naturales. ¿Cuánto creés que ayuda vivir en la naturaleza para la longevidad?
Víctor Cruz: En estos lugares el trabajo manual es una actividad diaria y necesaria que se desarrolla a lo largo de toda la vida. Investigando descubrimos que, junto con la alimentación, la herencia genética y los fuertes lazos sociales y familiares, el mantener una actividad física moderada y constante era otro de los pilares sobre los que se construye la longevidad de estas comunidades. Un pequeño consejo que me dieron y que adopté desde entonces: no fumar y caminar todo lo posible. Hay un dato que marca la incidencia de la actividad física: en Cerdeña tienen mayor expectativa de vida los habitantes de los pueblos que tienen una mayor pendiente en sus calles.
T: ¿Qué fue lo que más te llamó la atención?
VC: Lo que más me asombró fue poder comprender que cuánto vivamos depende mucho más de nosotros de lo que creemos. Solo el 25% de nuestra expectativa de vida está dictado por nuestros genes, el otro 75% depende de nuestro estilo de vida, de cómo vivamos nuestra vida. Pero no debemos pensar que el camino a esa vejez saludable es una opción individual; Gianni Pes, un científico italiano que estudia la longevidad desde hace mucho tiempo una vez me dijo: «Nadie llega a centenario por sí solo, para lograrlo se necesita un contexto social favorable». Eso es algo que pude observar y que es corazón de la película: la importancia de los vínculos familiares, de los amigos, de toda la comunidad.
T: ¿Que conclusión sacaste?
VC: Que las personas mayores tienen mucho para decir, mucho para dar, mucho para compartir. Que podés ser muy mayor y ser independiente, valerte por vos mismo, que no importa la edad que tengas siempre se pueden tener proyectos. Hay un concepto japonés que lo define muy bien, «ikigai»: la razón de vivir o la razón por la que te levantás cada mañana. Todos nuestros protagonistas conocen su «ikigai», todos tienen proyectos y todos tienen sueños.
T: ¿Cómo te imaginás vos, si es que te imaginás, en la tercera edad?
VC: Espero poder seguir filmando hasta el último día, llegar rodeado de afecto, saludable y con muchos sueños. Desde que filmé esta película me estoy preparando para disfrutar de esa etapa de la vida, creo que me transformé en un militante de la vejez.
Fuente:Telam
