José Luis Espert lanzó su candidatura a presidente: sus 13 propuestas entre ellas eliminar el régimen industrial de Tierra del Fuego.

Mart 25/12/18.- El economista será candidato por el Partido Libertario. Aseguró que Cambiemos es «una versión edulcorada del kirchnerismo». Ya tiene una plataforma electoral. Entre sus propuestas está eliminar todo regimen de promocion industrial como el de Tierra del Fuego.

l economista José Luis Espert lanzó el sábado su candidatura a presidente de la Nación. Lo hizo en las filas del Partido Libertario, desde donde llamó a todos los «amantes de la libertad» a afiliarse para competir en el 2019.

La cita fue en el Palacio San Miguel, del centro de Capital Federal. Hubo unas 300 personas.

En su discurso, Espert prometió pelear contra el «sistema populista» al que responsabilizó por más de 70 años de «decadencia en materia económica y social».

No dijo quién podría acompañarlo como vice ni si competirá en la ciudad de Buenos Aires. De todas maneras, los libertarios aseguran que ya tienen presencia en todas las provincias menos Formosa.

El economista dio un breve discurso. Allí, criticó por igual al kirchnerismo como al macrismo. Además, insistió con que los grandes ganadores del orden actual son los «políticos chorros», los «sindicalistas delincuentes» y los «empresarios prebendarios».

Por eso prometió terminar con el «sistema populista» y adelantó que, de ser electo, los piqueteros irían a la cárcel porque «las calles no están para ser cortadas».

Por otro lado, también aseguró que el eventual ajuste «no lo hará el sector privado» sino el Estado, especialmente las administraciones provinciales. Según anticiparon, el eslogan de su campaña será: «Recuperemos la libertad». Así buscarán que la gente se «indigne por lo que corresponde» y que «pida más Mercado en lugar de más Estado».

En diálogo con Infobae, Espert reconoció que fue «muy impresionante la convocatoria, especialmente por la juventud».

«Lo que pasa es que la nueva juventud quiere vivir la vida, no quiere vivir pagando impuestos. Está harta de ver a los padres esclavizados por este Estado omnipresente, esta economía cerrada y estas leyes laborales cavernícolas. El liberalismo que representa el sentido común es la auténtica alternativa a Cristina Kirchner. No es Macri, que es una versión edulcorada del kirchnerismo. La alternativa somos nosotros», afirmó.

Propuestas

Espert ya tiene 13 propuestas para llevar adelante, en el caso de que sea elegido presidente:

1. Eliminar, o reducir a un mínimo muy bajo y uniforme, los aranceles a la importación, adscribiendo además a las disposiciones de la Organización Mundial del Comercio que implican la eliminación de toda restricción para importar, como las Licencias Automáticas y No Automáticas.

2. Firmar tratados de libre comercio con todas las regiones o países que deseen acceder a nuestros mercados, en la medida que nosotros podamos acceder en términos similares a los suyos.

3. Terminar con la práctica de gravar con derechos de exportación nuestras exportaciones de commodities, reemplazando la imposición a esos sectores con impuestos internos que graven la renta y no la producción agropecuaria, minera o hidrocarburífera.

4. Bajar el gasto público del 40% del PBI de hoy a poco más de la mitad, 25% del PBI, que es el nivel promedio que Argentina tuvo durante los poco más de cuarenta años que van desde 1961 a 2002, antes del aluvión de gasto maníaco del kirchnerismo, continuado luego por el gobierno de Cambiemos. Para ello habría que despedir gradualmente a millones de empleados ñoquis, terminar con las jubilaciones y pensiones no sustentadas en aportes previos y eliminar el asistencialismo financiado con transferencias de dinero o tarifas políticas o sociales.

5. La política distributiva debe focalizarse en atender a los sectores más desprotegidos, proveyendo la asistencia en especie que da una escuela básica gratuita, un comedor escolar gratuito, un hospital público gratuito, un entrenamiento laboral gratuito. Hay que cambiar dramáticamente de un asistencialismo en dinero, y por lo tanto incondicionado, que destruye la cultura del trabajo y genera clientes del populismo, a una asistencia que le permita a los marginados salir por sí mismos de la pobreza. Hay que enseñar a pescar y no regalar pescado. No será posible ser competitivos y revertir la decadencia que trae la existencia de un 50% de la población que vive (sin trabajar en algo útil) del otro 50%.

6. Transformar los planes sociales en desembolsos en especie (comedores comunitarios, planes de salud y educación, etc.) para los que no quieran trabajar y en efectivo para que los que sí estén dispuestos a trabajar. En cualquier caso a medida que se genere empleo genuino se irán eliminando y entregando a cambio a sus ex beneficiarios una tarjeta que diga “Exento de Aportes Personales y Contribuciones Patronales por diez años”. Es preferible subsidiar transitoriamente empleos productivos a mantener gente aparentemente empleada en actividades que no agregan valor. El aumento de la oferta laboral para actividades genuinas es esencial para que la mayor inversión no enfrente cuellos de botella.

7. La baja del gasto público es el único camino posible para una baja de la presión tributaria, que debe empezar por la eliminación de los impuestos distorsivos como el impuesto al cheque e Ingresos Brutos y continuar con una baja sustantiva de la tasa de los impuestos de alta evasión como el IVA y las cargas sociales sobre el trabajo, cuyo elevado nivel es un incentivo formidable para la evasión y la ampliación de la actividad informal.

8. La baja del gasto público es también necesaria para mantener las cuentas fiscales equilibradas. La ausencia de déficit fiscales y en particular aquellos financiados con endeudamiento externo, es un imperativo en una economía abierta que necesita de un tipo de cambio competitivo para prosperar y crecer sostenidamente. Un endeudamiento público bajo o inexistente es además lo que permitiría un financiamiento barato para la expansión de las actividades privadas productivas.

9. Un componente importante de la baja del gasto público deberá ser la reducción de los gastos del aparato político, cobijado en bancas y empleados excesivos en el Congreso, en las Legislaturas Provinciales, en los Consejos Municipales y en numerosas empresas y organismos estatales.

10. Una parte sustantiva de la baja del gasto debe producirse en las Provincias y Municipios. Su reducción permitirá la eliminación de la coparticipación federal de impuestos, que es un sistema perverso de transferencias no condicionadas, que promueve el comportamiento económicamente irresponsable y políticamente feudal en las jurisdicciones locales. Si hay provincias que no pueden financiarse, hay que terminar con el artificio, regionalizando grupos de provincias para obtener jurisdicciones que sean autofinanciables.

11. Todos los regímenes de promoción industrial y regional deben ser eliminados, tanto el régimen de Tierra del Fuego como cualquier otro régimen promocional en las Provincias. El desarrollo provincial debe ser genuino y para ello bastará con la liberación de impuestos a las exportaciones de commodities, mantener un tipo de cambio competitivo y liberar mano de obra para las actividades agroindustriales a través del achicamiento de los empleos provinciales y municipales.

12. El sindicalismo debe perder su poder concentrado de extorsión política a través de huelgas generales. Para ello deberá eliminarse el “unicato” sindical, la afiliación obligatoria y la falta de democracia en la elección de los representantes de los trabajadores, prohibiendo las reelecciones continuas. El sindicalismo debe perder su rol de intermediador en la provisión de la salud a través de las Obras Sociales, rol que los sindicatos no cumplen en ningún país digno de ser considerado como modelo. Las negociaciones salariales deben ser por empresas, eliminando la negociación colectiva, que no contempla la situación diferencial de distintas empresas dentro de cada rama.

13. Reformar a fondo el sistema educativo es un imperativo si pretendemos que nuestra gente compita con éxito en la economía mundial. Esto requiere eliminar el control que los sindicatos y las burocracias provinciales tienen sobre el sistema. El Estatuto del Docente debe ser eliminado y como contrapartida los docentes deben formarse y competir para progresar. Los maestros deben ser promovidos y remunerados según sus méritos. Los padres deben tomar un rol fundamental, fundado en la elección del colegio para sus hijos.

Para ello el Estado debe subsidiar la educación básica, independientemente de dónde decida la familia enviar a su chico, sea una escuela pública o privada. Para que los padres tomen las mejores decisiones, deben existir exámenes estandarizados a nivel nacional de cobertura universal, que permitan comparar los rendimientos escolares de todas las escuelas.

La inserción y competitividad internacional de nuestro sistema educativo debe ser alentada a través de la participación en los exámenes PISA o similares; y que haya un sistema público de becas a los mejores graduados universitarios con intención de dedicarse a la docencia para que se capaciten en las mejores universidades del mundo.

loading...

Etiquetas:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *