Rio Grande, ciudad prohibida o ciudad aburrida

En los dos últimos años Rio Grande se ha convertido en la ciudad del no se puede, o de lo prohibido, los jóvenes y no tan jóvenes de esta ciudad, no tiene donde ir pero además, se los persigue de una manera casi de toque de queda. En cuanto a los adultos poco a poco van optando por irse de fin de semana a Ushuaia donde hay mas diversión, casi los mismos controles, pero mas opciones a la hora de elegir.

De un tiempo a esta parte salir en Rio Grande, buscando pasar un momento agradable con amigos, ya sea en un lugar privado, un pub o un boliche bailable se ha convertido en una odisea.
Si estabas en un pub era muy posible que en medio del recital de la banda, aparecieran los inspectores municipales y te suspendieran el espectáculo, con retiro de banda y todo.
Si decididas organizar una fiesta en un quincho privado, la misma oferta, era seguro que aparecía un grupo de inspectores, te revisaban todo, te cobraban una multa, te solicitaban habilitación y después te lo clausuraban, dejándote sin fiesta y sin nada. Esto se extendió a los domicilios particulares es decir sin siquiera derecho a un mínimo de privacidad.
Ni que hablar de los boliches, el envio de inspectores cuando la fiesta esta en su punto máximo, el control con patrulleros en la puerta de los que no coinciden con el ejecutivo a fin de dar la peor imagen, inspectores pidiendo documentos y toda la parafernalia como para que a nadie se le ocurra entrar estaba a la orden del dia, no necesito decir que fueron muchos los que cerraron sus puertas y se fueron a Ushuaia y alli trabajan tranquilos, y sin sorpresas. Insisto con los controles pero no con persecución o la politica perversa de recaudación que aqui fue denunciada hasta por la propia Camara de Comercio.
Ustedes se preguntaran a esta altura porque hablo en tiempo pasado, bueno porque en Rio Grande ya no quedan lugares donde ir, ni para menores, ni adolescentes, ni adultos. A los menores les han cerrado las puertas en todos lados, solo pueden asistir a las estudiantinas que organiza la Municipalidad, y que ni siquiera se pueden reunir en los quinchos de sus hogares porque hasta allí llega la política recaudatoria. NO pueden entrar a boliches, no pueden estar en los cyber, no pueden organizar matine, es decir nada.
Los adultos de entre 30 y 50 años, solo pueden salir a cenar y sin tomar alcohol, porque si tomaste un vaso de vino, uno y te toca uno de los 25 controles vehiculares impuestos por el municipio, puede que te secuestren el auto y una cena familiar termine costandote mas de 1000 pesos, porque es imposible hacer entender razones al respecto. Para los inspectores es lo mismo un borracho que no puede ni hablar que un conductor que tomó un vaso de vino.
Dentro de ese mismo espectro de edades, los que estaban acostumbrados a ir a ver algún espectáculo en algún pub ya no tienen esa posibilidad, mejor dicho no tiene posibilidad de elección porque desde el municipio se ha hecho lo posible para que las bandas locales, sea este del estilo musical que sea, no puedan tocar en ningún lado. Salvo que quieran ir a un lugar determinado por ellos, al que ya todos conoces a escuchar la mismas música de hace 10 años, no hay otra opción. Los requisitos que solicitan desde la Direccion de Inspeccion General, hacen que sea imposible acceder a una habilitación para espectáculos, por lo que ya no quedan tampoco lugares donde poder actuar. Salvo que lo que quieran hacer y en forma gratuita para la municipalidad.
Asi las cosas es hora de evaluar los resultados, los joivenes no van a actos organizados desde lo institucional, porque saben que todo se utiliza políticamente, tienen el acceso restringido a cualquier tipo de diversión, los gimnasios estan cerrados, fuera de los horarios de clases, se los persigue hasta dentro de sus propias casa exigiéndoles que sus padres habiliten sus quinchos como si fuera un comercio y si los encuentran en la calle, es casi un hecho que los levanten en un móvil del a policía y se los lleven por cualquier razon.
Para los adultos es lo mismo, con la diferencia que quiza no los golpeen cuando se los lleven, pero ya no hay pub para elegir donde ir, no hay boliche sin control policial y municipal, donde no te sientas como un sospechoso, no se existen espectáculos de ningún tipo fuera de los organizados por un casino y el municipio.
La pregunta es a donde estan llevando en primer lugar a los jóvenes, y después a los adultos, a quedarse en sus casas encerrados, haciendo nada, aislados, perseguidos, controlados, en fin como si viviéramos en una ciudad con toque de queda.
Cuando Pablo Blanco le dijo a Mario Tolosa que la idea era trasladar esta política a la provincia, lo primero que se me apareció fue la imagen de las tortugas ninja de Manfredotti, que es lo único que falta, a lo que se le podría agregar una tanqueta por las dudas.
Lo mas preocupante de todo esto, que nadie dice nada, todos mansamente aceptan esto que esta pasando y es notable la cantidad de gente que todos los fines de semana se va de Rio Grande, a Tolhuin o Ushuaia porque aqui ya es hartante tener que hacerse un mapa de esquive de operativos policiales, aun cuando no haya bebido, se tengan todos los papeles del vehículo en regla, siempre hay algo para pararte y tenerte ahi por lo menos 10 minutos, con la posibilidad de mal trato, aunque como todo hay excepciones.
La caravana de los fines de semana saliendo de la ciudad es llamativa, y es indignante escuchar los lunes, » lo pasamos barbaro, salimos de un pub, entramos en otro, no hay pibes en la calle porque alla esta todo bien, tenes bandas en todos los pub, todo tipo de espectáculos», esto lo podemos confirmar, hemos ido a Ushuaia a tocar con La Ruidosa Blues Band, y lo hemos hecho frente al municipio, sin ningún tipo de problema, en los pub solo depende de la decisión del dueño, mientras que aca, es una máquina de impedir todo.
En conclusión cuando se habla de los jóvenes en realidad, se esta mintiendo, y sobre los adultos tambien, esta bien el control, esta bien la prevención, esta bien todo, pero no tengo ninguna duda que se les ha ido la mano, que se excedieron y estan expulsando a todos aquellos que al menos de vez en cuando queremos divertirnos, pasarla bien, compartir con amigos y que no nos molesten, al menos dentro de nuestras propias casas y esa expulsión es la causa de consumo de alcohol a escindidas, de accidentes en la ruta, y de todo tipo de problemas que obviamente no interesan a la hora de que todo parezca lo que en realidad no es. Porque por mas persecución que lleven adelante, nadie va a dejar de tomar, ni de reunirse, ni de hacer nada de lo que hacen. Lo que han logrado es que ahora se siga haciendo lo mismo pero a escondidas y nada cambia.
Desde aquí les pedimos a quienes corresponda que tomen conciencia, que entiendan que todos los extremos son malos, que no se debe limitar todo, tanto y que esta no es la ciudad que queremos, por lo menos algunos, no quiero ni me interesa estar de acuerdo con todo el mundo. Ya se quienes van a salir a contestar y esta bien, lo que no pueden es evitar que diga lo que pienso, y que además no pueden ocultar porque esta a la vista de todo el mundo. Rio Grande es una ciudad aburrida, les guste o no les guste, una ciudad corral, que no comunica nada, que no produce mas que lo que al estado se le antoja, sin siquiera preguntarse si eso que presentan es del agrado de por lo menos un 20% de los que vivimos aquí.

Armando Cabral

14/04/07

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