Crecen las protestas en Santa Cruz

Anoche hubo otro cacerolazo, en el que 5000 personas pidieron la renuncia del gobernador; comienza una nueva huelga docente RIO GALLEGOS.- En menos de 24 horas, las cacerolas y las bocinas sonaron anoche en la ciudad del Presidente, y otra vez se repitió la consigna de «que se vayan todos». Los protagonistas eran una 5000 personas que protestaban en directa alusión al gobernador Carlos Sancho y a sus ministros.

En tanto, hoy los docentes inician la huelga que se extenderá durante toda la semana, y la carpa blanca instalada frente a la gobernación sigue vigente.

Mientras que el cacerolazo de anteayer había sido convocado por el gremio docente, ayer una frenética cadena de mensajes convocó a una multitud que llegó a la gobernación santacruceña. Unas 5000 personas recorrieron entre las 19 y las 20.30 las calles de la ciudad, pese a los 5 grados de temperatura reinante.

El punto central de la protesta fue la casa del gobernador Sancho, donde otra vez se reclamó su renuncia a los gritos. Minutos antes, el ministro Daniel Varizat había llegado al chalet donde vive el gobernador, sobre la calle Alberdi. Una dotación de gendarmes armados y policías custodiaban la vereda. La multitud se quedó afónica, pero no hubo incidentes.

Desde la gobernación santacruceña informaron a LA NACION que no habría declaraciones oficiales.

En tanto, las palabras del jefe de Gabinete Alberto Fernández tampoco ayudaron a mejorar el clima reinante. El funcionario de Néstor Kirchner expresó ayer que en el conflicto santacruceño «hay un condimento político muy claro» (de lo que se informa por separado).

El malestar social no sólo se hizo sentir en Río Gallegos. Las cacerolas también sonaron durante todo el fin de semana en Caleta Olivia, en Puerto San Julián, en Puerto Deseado, Río Turbio, 28 de Noviembre, Las Heras y Pico Truncado, entre las localidades que LA NACION pudo constatar. Asimismo, en varias ciudades los docentes mantienen la carpa blanca.

Pedro Muñoz, secretario general del gremio docente, ayer le respondió al jefe de Gabinete: «No conoce Santa Cruz; podría venir a vivir aquí, pero no como turista. No es verdad que los docentes ganen tres mil pesos».

Consultado por este diario, Muñoz añadió que Alberto Fernández «no conoce cómo es la estructura del sueldo de un docente; no todos tienen dos cargos, y los que tienen, no ganan tres mil pesos».

«El [sueldo] básico es de 161 pesos; el 80 por ciento del salario lo integran cifras remunerativas y no remunerativas, y sólo sobre algunas se realizan aportes», dijo Muñoz.

De acuerdo con la información recabada por LA NACION en todas las filiales locales, se planteaba el endurecimiento de medidas de fuerza, incluso en alianza con otros sectores gremiales y el apoyo de la Mesa de Unidad Sindical conformada por ATE, empleados legislativos, judiciales, municipales entre los más representativos.

Semana agitada

Por otra parte, en el nivel político, hoy se inicia una semana agitada, ya que en la Legislatura santacruceña se encontrarán cara a cara todos los diputados del bloque justicialista. Siete de ellos, liderados por los diputados Jorge Gonzales y Osvaldo Pérez presentaron una disidencia en cuanto a la política salarial del gobierno, y anunciaron que presentarían esta semana un proyecto para restablecer las paritarias en Santa Cruz.

Por su parte, el bloque de la Unión Cívica Radical trabaja también en ese sentido.

La sesión del jueves será un juego de ajedrez que podría complicar aún más el gobierno de Sancho, porque se reclamará allí la derogación de la ley que impide una convocatoria a paritarias.

Ayer, la carpa blanca ubicada frente a la gobernación convocó a otra multitud, ubicada entre el nuevo vallado a la Casa de Gobierno, los policías y algunos gendarmes del cuerpo antimotines. El vallado metálico que rodea la casa de Sancho sigue despertando malestar entre la población.

«El muro deja en claro que le tienen temor a la gente; perdieron las calles; se han creído tanto, que es una clara señal que está desgranándose el poder», dijo a LA NACION Ana Redonda, gremialista y militante de derechos humanos.

«Esto es la dictadura militar; no puede suceder esta situación [por la presencia de gendarmes] en democracia. Hay un vallado que limita la expresión del pueblo», aseguró Luis Nail, estudiante universitario del profesorado de historia de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral.

Anoche se armó un recital de rock en medio de la calle para acompañar el reclamo de los docentes, carpa blanca mediante.

Por Mariela Arias
Para LA NACION

loading...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *