Tiene razón el Ing. Martín al asegurar que una parte del Municipio se ocupó, se ocupa y se seguirá ocupando del tema habitacional, mas allá de lo que el Poder Ejecutivo que él representa haya hecho, haga y hará al respecto.
Según la Carta Orgánica recientemente redactada y puesta en vigencia, el Concejo Deliberante es una de las patas del Gobierno Municipal. Y estoy en condiciones de afirmar que desde este Cuerpo multipartidario se hizo y seguirá haciendo mucho sobre este tema en particular.
Dice el Intendente que “… el municipio nunca se ocupó porque no estaba en su órbita”, o sea que desde el Ejecutivo Municipal se reconoce la propia inacción; cayendo en la tentación de buscar culpables en las esferas provinciales y nacionales sin hacerse cargo de las responsabilidades que como titular del Poder Ejecutivo le competen.
El Intendente habla de planificación urbana y de un Río Grande Sustentable, para lo cual los equipos técnicos de la Municipalidad hace años vienen trabajando coordinados por consultores externos. Pero no se puede hablar de urbanismo sin hábitat, salvo que la sustentabilidad que pretenda se ajuste exclusivamente a los que ya vivimos en esta ciudad y no contemple la movilidad propia y característica de la misma, que por otro lado fue la que la engrandeció y hoy hace que nos sintamos orgullosos de habitarla.
Desde el año 1997 rige la ordenanza Nº 895 que crea la Dirección Municipal de Tierras, que contempla la adjudicación en venta de, entre otros, los predios destinados a vivienda unifamiliar. Además creaba una cuenta específica adonde se acreditaban los fondos de los ingresos que por tal fin se produjeran, teniendo “… como destino específico de esos fondos la compra de predios aptos para asentamientos familiares, industriales o comerciales que conformarán el Banco Municipal de Tierras.” (Ord. 1266/00).
Desgraciadamente en el año 2003 y a través de la Ord. 1825/03, iniciativa del propio Departamento Ejecutivo, la gestión anterior del Concejo Deliberante autorizó la libre disponibilidad de esos fondos para la cancelación de obligaciones financieras emergentes.
En marzo del año 2004 se sanciona la Ord. 1872/04, que dispone que el Ejecutivo Municipal destine al menos 1/3 de esos fondos a la adquisición de tierras; y en octubre del mismo año, ante la inacción del Ejecutivo, la Ord. 1980/04 dispone la totalidad de esos fondos para el destino que fueron generados. De estas normas, como de otras tantas, el Intendente Martín hizo caso omiso.
En diciembre del mismo año se autoriza la permuta de tierras, de dónde finalmente el municipio se hace de las que hoy constituyen la Chacra XI.
Pero además, en el transcurso del año pasado se confeccionaron desde el propio Concejo Deliberante una batería de normas que apuntaban a la solución habitacional de la ciudad, como la autorización del uso de fondos y afectación de partidas para la urbanización de la Chacra XI, la creación de la Dirección Municipal de Vivienda bajo la órbita de la Secretaría de Obras y Servicios Públicos y la inclusión en el presupuesto 2007 de 10 millones de pesos para la compra y urbanización de tierras; algunas de las cuales fueron directamente vetadas por el Ejecutivo e insistidas por este Cuerpo. Finalmente el Concejo le impuso algo más de 7 millones de pesos en el presupuesto 2007 para la compra y urbanización de tierras.
O sea que, desde el año 1997, el Departamento Ejecutivo del Municipio de Río Grande cuenta con herramientas que le hubieran permitido planificar y materializar el crecimiento de nuestra ciudad sin necesidad de buscar excusas en otros ámbitos de gobierno; por que además el Ing. Jorge Martín, quien a mi criterio pretende “confundir” o “estar confundido”, es el mismo que fue Secretario de Obras Públicas del año 92 al 95 y del 97 al 99, concejal de la ciudad del 95 al 97 e Intendente de esta querida ciudad desde el año 1999. O sea, es el mismo funcionario que desde hace 15 años “gestiona” en distintos cargos políticos la planificación urbana de la ciudad.
Sr. Intendente, no “confunda” ni “se confunda”. Está demostrado que uno de los poderes del estado municipal, al que Ud. sistemáticamente menoscaba, trabajó, trabaja y trabajará sobre la planificación de la ciudad. No cargue afuera las culpas que siente por sus propias incapacidades.
Daniel R. Lépez
Arquitecto – U.N.S.J.
Asesor Bloque A.R.I.
