Cómo programar mejor el retorno al aula

Los especialistas recomiendan reorganizar los horarios y hábitos hogareños en la semana previa al comienzo de las clases El cambio es abrupto. De la noche a la mañana, pasan de ir al boliche y acostarse a las cinco de la mañana a escuchar el molesto bipdel despertador a las 6.30, que les anuncia que deben saltar de la cama y ponerse el uniforme. Esta realidad espera a miles de adolescentes del país la semana próxima, cuando se inicien las clases.

Para los más chicos, la variable de cambio y ajuste no será sólo el horario, sino también la vestimenta, ya que pasarán de circular descalzos a tener que ponerse medias y zapatos abotinados.

«Los primeros días van a ser durísimos», confesó Felipe Gómez, un adolescente de 15 años para quien sus vacaciones fueron demasiado cortas y piensa aprovechar estos últimos días para pasarla bien.

Otros viven el inicio con más entusiasmo. «Me cuesta empezar a levantarme temprano de nuevo, pero si algo me llena de ganas de volver al colegio es reencontrarme con mis amigas. Mi grupo es lo más y mi colegio me encanta», dijo Belén Anguilesi, de 14, que empezará segundo año del secundario en el colegio Michael Ham.

Ante el inminente comienzo escolar, pedagogos, maestros y educadores recomiendan a las familias aprovechar esta última semana para reorganizar la casa y prepararla para el ciclo que comienza, para ahorrar una importante cuota de estrés a la familia.

Sugieren restablecer horarios de comida y de sueño; crear en la familia un clima de serenidad; promover en los jóvenes un ritmo más casero e insistir en una vida más diurna: lograr que los chicos se vayan a dormir y se levanten más temprano.

También aconsejan hacer del ritual de preparación de los útiles, la mochila y la prueba del uniforme -vital para no llevarse sorpresas con zapatos que aprietan o quedan chicos el primer día de escuela-, un momento placentero para compartir entre grandes y chicos.

En el caso de los más pequeños, durante la primera semana de clases, sugieren que los padres pauten descansos en el trabajo al mediodía y busquen a sus hijos para almorzar. Y sobre todo, insisten en aprovechar estos últimos días para promover un diálogo familiar en torno a temas del colegio.

«Es valioso que entre hermanos compartan anécdotas; que el mayor le cuente al menor lo que posiblemente le esperará este año, y que los padres se interesen por las nuevas materias que tendrá su hijo, lo que le gusta o le genera ansiedad», dijo la psicopedagoga Diana Oteiza, consciente de que los papás de niños que comienzan primer grado o primer año de la secundaria deberán acompañar más de cerca a sus hijos.

La aventura de los adultos

Para Perla Zelmanovich, psicoanalista y directora del posgrado en psicología y prácticas socioeducativas de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), la preparación no es sólo de los chicos, sino también de los adultos. «Me parece central que padres y maestros se pregunten cómo piensan ejercer este año su rol de educadores. Deben aprovechar estos días para conversar con sus hijos sobre cómo imaginan el nuevo año y vivir el inicio de clases como una nueva expedición, con su cuota de aventura», señaló.

«La escuela media es cada vez más difícil de sobrellevar. Es interesante recalcarles a los adolescentes que el año último vivieron situaciones frustrantes de deserción o repitencia, que ahora comienza una nueva etapa y oportunidad. La apuesta es hacia adelante», agregó.

«Con los adolescentes, recomiendo favorecer su autonomía y escuchar su opinión sobre cómo piensan encarar y organizar su año; cómo sugieren distribuir los tiempos de estudio y de diversión», comentó Guillermina Peroni de Mariani, madre de cinco chicos (cuatro en edad escolar), counselor y orientadora de padres.

A su juicio, las familias que funcionan como asambleas, es decir que resuelven sus temas en forma deliberativa, suelen ser muy eficientes. Con los más chiquitos, aconsejó aprovechar el entusiasmo que les genera estrenar útiles y reencontrarse con amigos, para internalizar en ellos hábitos de responsabilidad y de compromiso.

Ajustar horarios

El especialista en educación Alfredo van Gelderen se mostró partidario de emplear estos días anteriores al inicio para ajustar horarios y hábitos que se aflojaron en el verano.

«Hay que anticipar el orden de la vida diaria para que los jóvenes no crean que es antinatural lo que propone la escuela, con sus horarios y exigencias. Observo con preocupación que para los chicos lo natural es salir todas las noches, irse a dormir a la madrugada. Ven el colegio como un castigo. Y no es así. La escuela se alinea con lo que es sano para el chico: respetar las horas de sueño, vivir con orden y armonía los tiempos de trabajo y de recreación», insistió.

Más allá del cumplimiento de horarios y el respeto de las rutinas, el secretario de Educación de la Nación, Juan Carlos Tedesco, alzó un pedido urgente a los padres: que aprovecharan estos días para estimular en sus hijos la pasión por aprender. «Hay que hablar en las casas sobre lo importante que es el conocimiento y el esfuerzo que implica estudiar; insistir en el trabajo sistemático durante todo el año y no sólo en los períodos de examen», dijo.

Convencido de que hoy se necesitan cada vez más conocimientos específicos para tomar decisiones de vida («para cuidar nuestra salud y prevenir enfermedades precisamos información científica»), Tedesco insistió en la alianza necesaria que debe existir entre padres y docentes para centrar la mirada en el chico y su necesidad de aprendizaje y desarrollarse.

Por Agustina Lanusse
Para LA NACION

Doce consejos

* Acompañar a los hijos en los preparativos y dedicarlos tiempo esta semana, particularmente en los momentos del almuerzo o de la comida nocturna.

* Interesarse por las novedades que le esperan este año a su hijo en la escuela: las nuevas materias, desafíos, profesores.

* Promover un diálogo familiar en torno de temas vinculados con el retorno al colegio.

* Restablecer a partir de esta semana en el hogar los horarios de comida y de ir a dormir.

* Adelantar y realizar con los chicos la tarea de preparación de los útiles, la mochila y la prueba del uniforme.

* Los padres y los maestros deben preguntarse cómo piensan ejercer este año su rol de educadores.

* No temer el diálogo y favorecer la autonomía de los chicos.

* Ajustar los horarios y hábitos que se aflojaron durante el período de vacaciones.

* Valorizar los logros que vayan alcanzando sus hijos, por más pequeños que sean.

* Mostrarle al chico otras alternativas e inquietudes culturales y recreativas, para evitar que permanezca atraído por la computadora las 24 horas del día.

* Establecer un espacio apropiado, cómodo y bien iluminado para que los chicos puedan realizar allí sus tareas.

* Mostrarse dispuestos a interesarse por el desempeño escolar de sus hijos a lo largo de todo el año.

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