Ya frenaron 10 obras públicas por la investigación de sobrecostos

Son los casos en los que estudian si hubo cartelización de precios. Eso también demoró el resto de los contratos para reparar y mantener las rutas que no tienen peaje. Son obras por $ 842 millones.

El Banco Mundial frenó la ejecución de 10 proyectos de obras viales para a mantener y reparar 1.800 kilómetros de rutas que no tienen peaje, mientras investiga si hubo sobreprecios acordados entre algunas constructoras que participaron de las licitaciones.

Las obras sumarían unos 350 millones de pesos y son parte de un plan por $ 842 millones, que abarcaba todas las rutas sin concesionar del país. De ese total, 632 millones iban a ser aportados por el Banco Mundial, que ahora investiga si se incurrió en prácticas de «cartelización». Por ahora, todo el plan de obras está parado a la espera de los resultados de las investigaciones.

La supuesta maniobra de algunas constructoras para cobrarle de más al Estado por mantener y reparar las rutas fue puesta sobre la mesa el martes por el ministro Roberto Lavagna, aunque el funcionario había ordenado iniciar la investigación ya en agosto pasado (ver Antecedentes). «Hay un cierto grado de cartelización entre las empresas que construyen las obras públicas que hace el Estado, con los sobrecostos que ello implica», dijo. Y puso como ejemplo el mantenimiento de las rutas: «El caso de Vialidad es bien conocido por ustedes y saben que está siendo investigado por Defensa de la Competencia e incluso por el Banco Mundial».

La denuncia del ministro causó conmoción en el sector de la construcción, dado que apuntó a uno de los programas en el que más compañías participan: hay 80 constructoras habilitadas para ejecutar los contratos de reparación y mantenimiento del Banco Mundial (Crema).

Los Crema son contratos que poseen dos etapas: una primera de reparación profunda —que demanda obras de entre 12 y 24 meses— y otra de mantenimiento. En total, 60 meses.

«En estas 10 licitaciones llamó la atención que todos los oferentes presentaban precios muy similares entre sí y superiores a las del mercado», dijeron en el entorno del Banco Mundial.

Eso hizo disparar en forma automática las auditorías de este organismo multilateral, que pone gran énfasis en los controles de los proyectos: la mitad del presupuesto de la oficina de Buenos Aires se va en auditorías.

En el sector de la construcción ven el problema con otra óptica: dicen que desde que los precios empezaron a subir, los presupuestos que hacen tanto el Estado como el Banco Mundial quedan desfasados de la realidad.

«No pueden seguir el ritmo del aumento del asfalto y el hormigón y la mano de obra», dijo un constructor. «Las licitaciones venían siendo aprobadas con precios superiores a los presupuestados, pero hubo una bajada de línea de Economía que indicaba que no se aceptaran más desvíos de gastos», añadió otro empresario ligado a las obras viales.

Pero cuando el Banco Mundial notó ciertas irregularidades en las 10 primeras licitaciones que se hicieron en mayo para ejecutar los proyectos Crema, inmediatamente suspendió esos proyectos, que habían sido diseñados para reparar y mantener 1.800 kilómetros de ruta en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Neuquén, Rio Negro, Chubut y Santa Cruz. Las siguientes 12 licitaciones, que debían haberse hecho en junio, «tampoco fueron adjudicadas», dijeron quienes siguen el programa de cerca.

El programa de Vialidad Nacional para mantener las rutas preveía inversiones por $ 842 millones para reconstruir y conservar casi 4.200 kilómetros de rutas. El 75% de obras debería financiarse con los $ 632 millones del Banco Mundial mientras que el resto era cubierto con recursos de la tasa al gasoil.

Fuente Clarin

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