Tierra del Fuego se convirtió en la primera provincia, desde el siglo XIX, en tener dos gobernadores. Por un lado, el gobernador Jorge Colazo desconoce la suspensión que, por segunda vez, le dictó la Legislatura provincial. Por otro lado, el vicegobernador, Hugo Cóccaro, se considera gobernador interino en funciones. Colazo acusó a los legisladores de “querer asaltar el gobierno para ir por la caja y seguir viviendo del Estado”. La primera suspensión, en el marco de un juicio político a Colazo por presuntas irregularidades en el manejo de fondos, fue revocada por el Superior Tribunal de Justicia provincial. Ambos gobernadores pusieron sus fichas en la Justicia: mientras Colazo esperaba que el juzgado federal de Ushuaia resolviera su denuncia a los legisladores por sedición, Cóccaro pidió al Supremo Tribunal que le ordene a Colazo acatar la suspensión.
Además de la virtual guerra con su vice –un peronista con el que llegó en alianza a la gobernación– Colazo, radical de origen, también rompió lanzas con su partido, que lo expulsó por su apoyo a Néstor Kirchner e intervino la UCR provincial. Este mes, el gobernador abandonó la UCR y se fue al Frente para la Victoria. En el Ministerio del Interior seguían de cerca la grave situación institucional, pero decidieron esperar a que el problema lo resuelva la Justicia.
El antecedente más cercano data de 1820, cuando a la vez se proclamaron gobernadores bonaerenses Manuel Sarratea, Juan Balcarce e Ildefonso Ramos Mejía, por lo que el 20 de junio de aquel año fue conocido como el “día de los tres gobernadores”. Lejos de los relatos decimonónicos, las desventuras de Colazo empezaron en septiembre con su primera suspensión, acusado de retener fondos de Río Grande y de irregularidades en el presupuesto de 2004 por 14 millones de pesos. Un fallo del Supremo Tribunal lo restituyó, pero permitió que continuase del juicio político. Para los legisladores, el fallo pedía que se ampliasen los fundamentos de la suspensión, así que el jueves resolvieron que Colazo espere en su casa el final del juicio.
Ayer un grupo de militantes montó carpas frente a la casa de gobierno en apoyo a Colazo. Varios funcionarios pasaron la noche en sus despachos y se mantenían allí a la espera de una resolución judicial. El ministro coordinador de Colazo, Edgardo Welsch, aseguró que la Legislatura “junto a Cóccaro intenta establecer un gobierno paralelo”. El vocero de Colazo, Eduardo Monchietti, consideró que está claro quién gobierna: “En un programa se preguntaban quién es hoy el gobernador de Tierra del Fuego. Una señora respondió que es el que paga los sueldos. Es una buena definición. La sociedad debe esperar la decisión judicial que pondrá las cosas en su lugar”. “En caso de que sea rechazada nuestra presentación haremos otra en la justicia provincial por desobediencia”, explicó Welsch. “Nuestro punto de vista es que hay un solo gobernador: Cóccaro. Y un gobernador suspendido que está rebelde”, respondió el ministro coordinador designado por Cóccaro, Enrique Vallejos. Por su parte, Cóccaro pidió al Superior Tribunal que ordene a Colazo aceptar la suspensión mediante una medida cautelar. Cerca del vicegobernador comentaban que, como tienen que convocar a conjueces, seguramente se demoraría el fallo hasta el lunes. También presentó cartas documento al fiscal de Estado, Virgilio Martínez de Sucre, y a los funcionarios de Colazo, a los que intimó para que se abstengan de refrendar cualquier acto administrativo. “Esperamos que los funcionarios desocupen el espacio de gobierno”, remarcó Vallejos.
Por su parte, la sala juzgadora de la Legislatura se reunió ayer para abrir el período de pruebas. Solicitaron expedientes judiciales y citaron a declarar a funcionarios del gobierno de Colazo. El desfile empieza la semana próxima. Con cada gobernador afirmando que se encuentra en el poder, el destino del Estado bicéfalo quedó en manos de la Justicia.
Informe: Werner Pertot.
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