Luego de que corrieran diversos rumores, de que trascendieran reuniones con los Gobiernos de Nación y la provincia de Buenos Aires, y de que se conociera un pedido de unidades para el cupo de autos electrificados importados sin impuestos, ahora es oficial: BYD llega a la Argentina.
A través de un escueto comunicado, la automotriz china que más crece a nivel mundial, anunció su llegada a nuestro país «como parte de su estrategia de expansión global».
«Su irrupción en este mercado será como importador directo de automóviles, con una propuesta que combina innovación, tecnología propia y respaldo global, en uno de los mercados con mayor importancia de la región», señala la compañía.
Stella Li, Vice-presidenta ejecutiva de BYD, declaró que «estamos muy felices de anunciar que nuestro proceso de expansión global tiene un nuevo hito. Hoy anunciamos nuestro ingreso oficial a Argentina, país al que llegaremos de la mano de nuestras soluciones de movilidad cargadas de tecnología, eficiencia y calidad».
«Argentina representa un mercado clave en la región, con un gran potencial para la adopción de tecnologías limpias y sostenibles. Estamos orgullosos de participar del tercer mercado más importante de América Latina y ofrecer alternativas reales de movilidad para los argentinos, acelerando la electrificación de este importante parque automotriz», afirmó la ejecutiva.

¿Cuándo llega BYD a la Argentina?
Si bien no se brindaron detalles, BYD consignó que «el inicio de operaciones en el mercado argentino está previsto para el último trimestre de 2025».
Su arribo contempla la apertura de puntos de venta y servicio técnico, además del lanzamiento de distintos modelos «ampliamente reconocidos en los más de 90 países y 6 continentes donde la marca tiene presencia».
De acuerdo al pedido hecho al Gobierno, se conoce que BYD solicitó 1.300 unidades de los modelos Dolphin, Dolphin Mini (ambos eléctricos) y Song Pro (híbrido), que arribarán importados desde China, sin intermediarios.

Si bien muchos concesionarios se contactaron para ser parte de su red, atraídos por lo que genera la marca a nivel mundial, de momento no hay ninguno designado. Tampoco se confirmó dónde estarán las oficinas, y se mantienen activas las búsquedas en LinkedIn de diferentes posiciones.
Otro detalle: la comunicación a la prensa la realizó BYD desde sus oficinas en Chile, donde la marca tiene ya 10 años de presencia, y no desde Argentina; desde ahí s
Mientras tanto, faltan pocas semanas para que la planta de Camaçari, en Bahía, Brasil comience a ensamblar el primer modelo en nuestra región, el Dolphin Mini.
Esas unidades estarán destinadas al mercado brasileño y no podrán llegar exentas de impuestos a la Argentina ya que -en un principio- carecen del porcentaje de integración de partes necesario para poder acceder al mencionado beneficio.
En Brasil, el Sindicato de Metalúrgicos de Camaçari alertó semanas atrás que «a pesar de la expectativa y el entusiasmo que rodea la llegada del fabricante de automóviles, tenemos razones concretas para estar alerta. Lo que está en juego es saber si Camaçari será, de hecho, un polo industrial de producción de vehículos o si correremos el riesgo de convertirnos sólo en un centro logístico de distribución de piezas y vehículos semi-ensamblados procedentes de China».
El gremio encendió las alarmas argumentando que «la propuesta inicial de BYD es operar en Camaçari con el sistema SKD (de la sigla en inglés de «Semi Knocked Down» o «Semi Desmontado») en el que los autos llegan listos en casi un 70%, requiriendo sólo un montaje rápido», lo que «reduce drásticamente el número de empleos directos en la línea de producción».
El economista