Adentrare en el mundo de las ferias barriales y dialogar con los feriantes, nos muestra un realidad que no siempre está en la agenda política.
Este fin de semana solo en la feria de la Asociación de Ferias Barriales que se desarrolló en el Gimnasio de la Escuela 7, mas de un centenar de personas venidas desde distintos puntos de la ciudad y hasta de Tolhuín ofrecían sus productos, la mayoria de ellos, ropa usada, pero también calzado, perfumeria, juguetes, un carrito de comidas y aromatizantes.
Esta asociacion esta integrada por 250 feriantes y a través de un convenio con el Ministerio de Educación, se les asignan distintos gimnasios de las escuelas de la ciudad de manera gratuita con la condición de dejarlos en las mismas condiciones en que los ocuparon y aportar una suma determinada para la compra de elementos de limpieza.
El lugar, obviamente no permite que 250 personas puedan feriar, es reducido, y muchos quedan afuera. Desde las 7 de la mañana hay gente en la puerta haciendo cola, para ocupar un lugar, pero, la mayoria debe contratar un flete para poder llevar mesas, tablones, caballetes y la mercadería, eso tiene un costo promedio de 17 mil pesos, por viaje, unos 35 en total para poder participar de la feria. Es decir que las ventas deben ser medianamente importantes, para cubrir los gastos y no siempre se vende bien, esto varía según el lugar que les asignen, los fines de semana que no les asignan un gimnasio cerca del centro de la ciudad casi no hay venta.
E la asociación, no se les cobra por el stand, pero en la feria del Don Bosco, por ejemplo, eso se paga unos 40 mil pesos por dia, y aun cuando a ese lugar ingresa mucha gente, no siempre se pueden cubrir esos costos, el margen de ganancia es mínimo.
La gente comienza a llegar a las 15 hs, por ejemplo este domingo, y según Daniel Vega, presidente de la asociación lo que mas se vende es la ropa usada, o calzado que se ven a precios accesibles. Pero las materias primas, aumentan al menos os veces por semana y hay que estar revisando los precios dias a dia, en un carrito de comidas, que vende salchipapas, la bolsa de papas, aumentó, dos veces la semana pasada.
Además, necesitan un espacio mas amplio, según Vega, le entregaron en mano una nota al gobernador para que les den alguna solución pero hasta ahora no han recibido respuesta y la ordenanza que regula las ferias, es incumplible, y esta redactada de puño y letra de la Cámara de Comercio, que, nos aclara, es la que hoy maneja la feria del Don Bosco, en pleno centro de la ciudad y abre todos los fines de semana.
La mayoria de los feriantes no llegan a fin de mes, aún con un trabajo fijo y lo que puedan obtener de la feria y yo más de 6000 personas las que dependen de este ingreso adicional. La crisi golpea muy duro y las ayudas no llegan, los rostros de los feriantes lo dicen todo, no alcanza, y todos los fines de semana, sacrifican tiempo con sus familias, sus hijos, para llevar un peso más a sus hogares, una situación que se invisibiliza y permite abusos de comerciantes que no los dejan trabajar o les ponen dias y horarios, para que no interfieran con sus ventas, como si estas personas no tuvieran derecho a trabajar dignamente y ganarse el sustento diario.
Los feriantes necesitan colaboración del estado municipal, de la sociedad y sobre todos de quienes tienen la responsabilidad de permitir que estas personas puedan trabajar en paz y mantener a sus familias de manera digna.
Según el último informe del INDEC, en Tierra del Fuego, hay más de 150 ferias, de las que dependen unas 7 mil personas. A esto hay que sumarle, la venta de productos en redes, ferias americanas y show room, que se publican a diario.
