En el capítulo sobre los derechos de exportación o retenciones, ese proyecto elaborado por el gobierno de Javier Milei incluye el alza de dos puntos a la alícuota para la exportación de harina y aceite de soja, desde 31% a 33%. Asimismo, salvo un listado de excepciones dentro de las economías regionales, se llevará al grueso de las exportaciones argentinas de bienes a una alícuota general del 15% para cualquier valor FOB exportado.
“Esta suba de derechos de exportación impactará fuertemente en gran parte de la agroindustria argentina. De aprobarse, este incremento de retenciones redundaría en una carga fiscal adicional de más de 1.505 millones de dólares para las cadenas agroindustriales del país, sólo en el año 2024”, indicó el trabajo de la BCR.
Solo podría reducirse esa cifra si, tal como adelantó Bichos de Campo, finalmente la discusión del proyecto de ley avanza con la ampliación de las economías regionales exceptuadas, que por ahora pasó de 20 actividades a 36 actividades, aunque la mayoría de ellas irrelevantes en términos de aporte de divisas.
Siempre, en el esquema que por ahora se sostiene, el agro se verá impactado con un nuevo gran aporte, que se suma a los 9.000 millones de dólares que viene poniendo por retenciones en los últimos años, salvo en 2023, cuando estuvo jaqueado por la sequía.
La suba sería de 8.005 millones de dólares pevistos con la alícuota actual de derechos de exportación a 9.511 millones.
Dice el informe de la BCR que “en las principales cadenas agro (Complejos Soja, Maíz, Trigo, Girasol, Cebada y Sorgo) se espera un impacto fiscal superior a los 561 millones de dólares. Por su parte, el incremento de presión fiscal sobre las economías regionales se estima en 504 millones de dólares, en tanto la suba de derechos de exportación espera recaudar 284 millones y 156 millones en carnes y pesca, respectivamente”.
El informe calcula luego el impacto sobre diferentes provincias. “Por su preponderancia exportadora, el impacto regional tendrá más fuerza sobre Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, provincias responsables de cerca del 75% de las exportaciones nacionales”, avisa.
De todos modos, aclara que “el impacto de las retenciones también verá un fuerte golpe en la originación de exportaciones en otras regiones del país. En este sentido, sólo esta medida podría impactar recaudando el equivalente al 3,9% de las exportaciones con origen en Mendoza y el 4,7% de las exportaciones con origen en La Pampa. Esto sin considerar la carga tributaria ya vigente sobre las cadenas agroindustriales argentinas, las únicas del mundo que soportan un apoyo neto negativo”.
La BCR, en su análisis, dice que esta suba de retenciones encontrará al sector recuperándose apenas “luego de un fatídico 2023”, en el que la sequía hizo estragos.
“Esta suba de derechos de exportación implicará una recaudación adicional que recaerá con especial preponderancia sobre los complejos exportadores en plena recuperación. Se espera una detracción adicional de 198 millones de dólares para la cadena de la soja, 154 millones para la cadena del maíz, 71 millones para la cadena triguera, 95 millones para la cadena del girasol, entre otros complejos”, indicó el documento.
En lo que hace a las exportaciones ganaderas, el impacto más preponderante se espera sobre el comercio exterior de carne y cueros bovinos. Sin embargo, la mayor suba relativa se sentirá sobre las exportaciones de carne porcina, un complejo que tiene mucho por crecer y se encuentra con un gran escollo para profundizar su inserción externa, avisó la Bolsa rosarina.
Como sea, la recaudación por estos rubros crecería en 2834 millones de dólares, ya que ahora los sectores cárnicos (que son los más afectados por la suba de estos tributos) están poniendo 319 millones y pasarían a tributar más de 600 millones este año.
