La perdida de la sensibilidad, la tolerancia y la empatía.

Rio Grande 22/11/2023.- Estas tres palabras, para muchos son desconocidas, para otros no existen y la mayoría no las aplica, pareciera que ser empático, que es tener la capacidad de comprender y compartir los sentimientos de los demás, la empatía que nos permite ver las cosas desde la perspectiva del otro en vez de la nuestra o la sensibilidad que es la capacidad de emocionarse ante la belleza y los valores estéticos, han dejado de existir.

La definición de cada una de ellas, nos lleva a aquello de ser ciudadano, pensar en el entorno y no solo en sí mismo.

La sensibilidad, es la capacidad o propensión natural de las personas a emocionarse ante la belleza y los valores estéticos o ante sentimientos como el amor, la ternura o la compasión.

Tolerancia es la actitud de la persona que respeta las opiniones, ideas o actitudes de las demás personas, aunque no coincidan con las propias.

Todas estas definiciones deberían estar en las actitudes diarias de una sociedad civilizada, de una sociedad democrática, madura y sobre todo educada.

No hay porque vivir enojado con el otro, por cuestiones que vayan mas allá de lo personal, no discutir, romper relaciones o rechazar al que piensa distinto, sin tener la capacidad de ponerse en el lugar del otro, nos hace individuos y ese defecto, nos divide, nos separa, genera posturas que van de la intolerancia, a la homofobia, pasando por las cuestiones raciales, origen o religión, generalmente por terceros, por quienes llevan adelante decisiones que, nos afectan a todos por igual, que nos cierran puertas, generan desigualdades, divisiones sociales y una grieta que hoy es innegable.

Los cambios políticos, o la alternancia en el poder son hechos de la democracia, y en democracia se supone que el pueblo y las mayorías son quienes deciden con su voto, quien gobierna, y quien no, pero este no es un poder divino, es un acto tan terrenal como cualquier otro, que tiene como protagonistas a seres humanos y no a dioses.

En tal sentido, lo mejor que le puede pasar a esta sociedad que ha decidido cambiar el color político de un pais por el termino de 4 años, es aplicar todo eso que describíamos al principio, y como ya nos pasó, si no nos gusta, si no se hacen bien las cosas, si se vulneran derechos, si se viola la Constitución Nacional, se cambiara nuevamente de rumbo y se cambiara, para mejorar, si no aprendemos de los errores cometidos.

La idea es que un gobernante no pueda estar mas de 4 años en el poder, que esa alternancia sea más rápida, que los ciudadanos puedan corregir el rumbo antes que las cosas se desmadren como nos pasó entre 1986 y 1999, entre el 99 y el 2001, 2003 a 2015, o entre  2015 y 2019 y finalmente entre 2019 y 2023, este periodo de gobierno de 2003 a 2023, ha sido el mas largo de la historia argentina, con un cambio de color político de solo 4 años en medio y los resultados provocaron que un aut sider de la política en dos años pasara de desconocido a presidente. Fue mucho tiempo para no darse cuenta que empeorábamos todos los días, que quienes se enriquecían no eran los trabajadores, que el peso argentino se devaluaba permanentemente, que la inflación nos carcomía año a año, que la salud la seguridad y la educación ya no funcionaban.

Entonces, si veníamos de un periodo de desastres, en todos los ámbitos, si ningún indicador económico, era positivo, si había aumentado la pobreza a un 50%, si la inflación de este periodo de cuatro años sumo un 815%, si la depreciación de los salarios llegó al 70%, si en el ultimo año se sumaron 2 millones de pobres, ¿cuál era la razón para seguir el mismo camino?, yo creo que no había ningún argumento válido.

En estos 4 años, ni los gremios defendieron a sus trabajadores, las organizaciones de a sociedad civil no tuvieron ningún protagonismo, por el contrario, se enriquecieron los dirigentes, al igual que muchos políticos.

Todo esto, enquistado por tanto tiempo en la Argentina, logró que la gente se hartara, y dijera basta, tan simple como eso.

Ahora debemos esperar, a ver que medidas toma el nuevo gobierno, ante una situación tan compleja, y es aquí donde hay que ser consciente que el 56 % de la población, quiere esto, por las razones que sea. Lo que no podemos permitir, que esta decisión de mas de 30 millones de personas nos ponga en la vereda de enfrente, que nos separe de nuevo y que, por resentimiento, odio, bronca, decepción o lo que sea, recurramos a la violencia, a hechos que ya hemos vivido.

La historia reciente de este pais, está llena de violencia, no sumemos más, esto no significa, bajo ningún punto de vista estar de uno u otro lado, no significa darle todo el apoyo a un presidente electo que millones no votamos, no significa sumisión, ni nada por el estilo, significa que tenemos que estar alertas, pero no rechazando lo que aun no sabemos que va a pasar, no enviando mensajes amenazantes, no generando violencia en las redes, no faltándonos el respeto por pensar distinto, no dividiéndonos en bandos, clanes o tribus, como en la prehistoria, algo debemos haber aprendido, apliquémoslo, ahora que lo necesitamos.

Armando cabral

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