La intención del Reino Unido de comenzar a buscar oro en las Islas Malvinas volvió a desatar la protesta de Argentina, que reivindica su soberanía sobre las islas que se ubican en el Atlántico Sur, pero se mantienen ocupadas por británicos desde 1833.
A través de un comunicado, la Cancillería argentina rechazó «en los términos más contundentes» la decisión de las autoridades británicas en las islas «de conceder una nueva licencia para explotar oro y otros minerales en las Islas Malvinas». En efecto, la autoridad británica en las islas otorgó una licencia a la empresa Warrah Resources para la exploración de oro y otros minerales en las islas.
Según informaron las propias autoridades de la ocupación británica, las exploraciones se realizarán con técnicas «geoquímicas y geofísicas no invasivas y de bajo impacto» como el muestreo de suelos y arroyos. La exploración también incluirá el uso de drones para hacer topografía magnética y electromagnética.
En su comunicación oficial, las autoridades británicas señalan que algunos de los terrenos en los que se hará la exploración «son propiedad de la Corona» y otras están en manos privadas, por lo que sus propietarios serán contactados antes de iniciar las tareas.
«Estos recursos, si llega a ser rentable retirarlos, solo genera más riquezas a la ocupación ilegítima de Malvinas, por lo que es un gran problema para Argentina», dijo a Sputnik el periodista e investigador especializado en Malvinas Juan Natalizio.
Natalizio recordó que el primer hallazgo de oro en Malvinas se produjo en 1999. En aquella oportunidad, los hallazgos estuvieron en manos de la empresa Falkland Islands Mineral Development (FIMD), que abandonó la búsqueda en 2007, pero sus documentos son utilizados ahora por Warrah. De hecho, un exdirector de aquella empresa, Derek Reeves, es uno de los fundadores de la nueva compañía.
La empresa que se encargara de la exploración fue creada en julio de 2023, especialmente para obtener la licencia otorgada por las autoridades de la ocupación británica. En su sitio web, la compañía asegura que las Islas Malvinas son su «foco principal», dado que es donde «los directores tienen conocimiento y experiencia significativa».
Además, aseguran que «el oro es el foco principal, pero las Malvinas aún permanecen largamente inexploradas con potencial para el litio, el cobalto y otros metales para baterías».
Natalizio remarcó que, con este tipo de anuncios, los británicos «buscan mostrar la importancia que tienen las Malvinas como lugar estratégico» y «llamar la atención del Gobierno de Londres» para fomentar una mayor exploración y explotación de recursos.
El argentino recordó que, además de la incipiente búsqueda de oro y otros metales, la ocupación británica en Malvinas se ha valido desde hace décadas de la pesca y la búsqueda de hidrocarburos en los mares circundantes a las islas. Para Argentina, ambas actividades son ilegales, dado que se realizan en territorio reivindicado por el país suramericano y sin su consentimiento.
Para Natalizio, la continuidad de estas actividades, a pesar de que Naciones Unidas ha llamado a ambos países a no innovar en la materia, «es una constante de los ingleses» y es recibida por los argentinos como una provocación. «Al poco tiempo de la resolución 2065 de Naciones Unidas, que instaba a las partes a buscar una solución, los ingleses empezaron a hablar de que en Malvinas había mucho petróleo», apuntó.
El argentino remarcó que los británicos no solo mantienen su postura de desoír las resoluciones de Naciones Unidas, sino que desde la década de 1980 favorecen a grupos económicos «con intereses en el Atlántico Sur» con licencias que les permiten ganar dinero con este tipo de recursos naturales. El mayor de ellos, hasta el momento, ha sido la pesca, que atrae anualmente a compañías pesqueras de países como España.
Según Natalizio, Argentina debe «abordar la situación ya no solo publicando notas de Cancillería o quejas formales» sino que debe «empezar a pensar otras formas de frenar esto». En ese sentido, defendió la necesidad de proteger el mar Argentino de la pesca que Argentina considera ilegal, dado que «genera una destrucción en el ecosistema».
Fuente: sputniknews