La memoria selectiva de cierta dirigencia política o como hacer campaña a cualquier costo.

Rio Grande 23/05/2022.-En los últimos días y a raíz del defalco producido por el uso de una tarjeta corporativa por parte de un, ahora, ex empleado de la municipalidad, comenzaron a escucharse voces que reclaman desde el juicio político al intendente, hasta el despido de medio gabinete.

Esa estrategia de la memoria selectiva me lleva a pensar una vez más y de hecho lo voy a publicar, en el maravilloso Carlos Matus y sus tres formas de hacer política. Elegimos el estilo chimpancé porque es el que mejor representa a gran parte de la clase política que hoy se rasga las vestiduras por este hecho, pero se olvidó que desde 1991 a la fecha ningún intendente denunció un caso de corrupción ni en los municipios, ni el gobierno o la legislatura provincial.

Esta provincia comenzó sin deudas y con un crédito de 600 millones de dólares, que desaparecieron en 8 años y aun hoy ni siquiera se cuenta con un edificio propio de la legislatura provincial, ningún gobernador pasó por el Juicio de Residencia impuesto en la Constitución Provincial, nunca se denunció violencia laboral, tampoco la deuda que acumularon los  municipio desde que esto es provincia, ningún fiscal actuó de oficio después que el municipio enviara pilas de cartas documento a la ex gobernadora Rosana Bertone por no envió de la coparticipación. Alguien recuerda el mega pase que incluyo en el gobierno 5000 trabajadores de planes triplicando el gasto público. Pero además tampoco enviaba la coparticipacion en tiempo y forma y en aquel momento fue denunciado por la retención indebida de 5 millones de pesos al municipio de Rio Grande.

Aún resuenan los ecos del tristemente célebre Programa Créditos CRECE, donde desaparecieron millones de pesos, el impuesto al cigarrillo para la terminación de puerto en Rio Grande, el híper ajuste de Carlos Manfredotti, 4 años de represión, reducción salarial y ni una sola obra, 500 mil pesos en papel higiénico y una suma similar en zanahorias en un kiosco, los 15 millones de jubilación que bobró hace pocos años, La deuda que dejo la gestión colazo en la Municipalidad de Rio Grande por 38 millones de pesos en 1999. La peor gestión del municipio de Rio Grande, con Jorge Martin a la cabeza y las sospechas de enriquecimiento ilícito que nunca se investigaron.

Todos recordaran la escandalosa licitación por la recolección de residuos o la adquisición del predio para el basural. Entonces, ¿Por qué algunos que se alteran tanto por un caso donde el propio intendente denuncia a un empleado que comete un acto no debido?, que paso en medio se les olvido que pagaban publicidad a familiares directos, a medios de empleados de la municipalidad, en fin hay que tener memoria, pero si así no fuera los invito a recorrer el archivo de este medio y allí se van a encontrar con sorpresas muy desagradables, la compra de un casino en 10 millones de dólares, la aprobación de un endeudamiento por 200 millones de dólares del que nadie se hace cargo, y la entrega de 10 mil hectáreas en un parque nacional, entre otras menudencias a las que podríamos agregar porque los concejos deliberantes no tiene edificios  propios, los municipios lo mismo, porque se sigue alquilando edificios, ¿Qué funcionario presento su declaración jurada antes y después de dejar el cargo?, ¿Por qué no hay taquígrafas en los concejos deliberantes?, ¿Cuántos asesores se pagan por cada legislador electo entre legisladores y concejales y en que asesoran?

Un ex gobernador compró un hotel a dos cuadras de casa de gobierno después de dejar la función, otro tiene una cadena de farmacias, otros terminaron la gestión y desaparecieron de la provincia, al igual que algunos intendentes. ¿Alguien se acuerda cuando se quemó la secretaria de finanzas de la municipalidad de Ushuaia?, se supo algo. ¿El cheque de 60 mil dólares en la billetera de Juan Carlos Pino presidente del concejo deliberante de Ushuaia, no fue una irregularidad?, no merecía investigación. Los escandalosos sueldos del Tribunal de Cuentas o del poder Judicial Provincial, cuando la Constitución prohíbe tácitamente que nadie puede ganar más que el gobernador. El nepotismo, donde la hija de un integrante del Tribunal de Cuentas por influencias termina trabajando en la dirección de puertos, no merece ser investigado, los viajes de electos a distintos puntos del pais sin informar a que viajaron, pero aun los que viajan a actos políticos con plata del estado. ¿Nada de eso merece una investigación, ni una crítica, es raro no?

Las capas geológicas de planta política que han ido generando cada uno de los que pasó por cargos ejecutivos y siguen cobrando, muchos sin hacer nada. Las jubilaciones de privilegio escandalosas y así miles de hechos.

No defiendo a nadie, ni se me ocurre hacerlo, pero tampoco me permito formar parte del selecto grupo que se ha beneficiado de la política cometiendo actos que constan con documentación pertinente en este portal y que nadie denunciaba. La mayor parte de la clase política debería repensar muchos antes de levantar el dedito acusador porque no todo sirve para hacer campaña, ni todo da lo mismo, por ese este extracto del libro de Carlos Matus.

 

El estilo Chimpancé: el fin soy yo

El antropólogo y primatólogo holandés Frans B. M. de Waal escribió una obra con el título Chimpanzee Politics, Power y Sex Among Apes (de Waal, 1992 [45) y allí estudia como los líderes simios ganan y pierden el poder de la manada dentro de una gran comunidad de chimpancés. Describe como la vida de los chimpancés está centrada en relaciones de dominación-sometimiento, del poder por el poder, de alianzas y coaliciones tácticas, transitorias e instrumentales y de una rivalidad permanente por la jefatura de la manada, alternada con períodos duraderos de reconciliación.

La lucha por el poder entre los líderes de la manada es constante, y la frecuencia de las agresiones y la correspondiente reacción con la formación de coaliciones es muy alta (de Waal, 1992, pág. 43 [45]:

«El análisis de las listas (de las coaliciones) confirma que los chimpancés actúan selectivamente cuando intervienen en un conflicto entre otros miembros del grupo. Todos los miembros del grupo tienen sus propias afinidades y antipatías personales que los guían en el momento de la acción”

«Esto no significa que las relaciones dentro del grupo no cambien,- en, verdad, este es el aspecto más fascinante de las coaliciones de los chimpancés. ¿Por qué podría (‘, que ha apoyado a A contra B por años, comenzar gradualmente a apoyar a B contra A? »

El concepto de animal político acuñado por Aristóteles calza muy bien al chimpancé. Dos chimpancés se pueden transformar en una pareja sólo para destronar al tercero que detenta una posición jerárquica superior. Luego de derrocarlo, la alianza pierde su objetivo y surge una nueva conspiración para derrocar al antiguo aliado. Los machos dominantes son siempre paranoicos, dice Waal, pero no pueden permitirse ser demasiado agresivos y dictatoriales, porque sus devotos lugartenientes buscarán una oportunidad para derrocarlo. Es el extremo de la instrumentalización de las relaciones de poder, es el modo más primitivo de hacer política cuya caricatura es la lucha por dirigir la manada hacia ninguna parte. La manada debe obedecer mientras el jefe la guía a su capricho e instinto. El proyecto es el jefe y el jefe es el proyecto. El jefe es superior por su fuerza y todo le está permitido. Se trata de un juego suma cero donde el poder cambia de mano cada vez que surge un jefe más fuerte y no existe proyecto social. Este estilo se caracteriza por : i) el individualismo extremo de la competencia por el poder, li) el alto valor de la rivalidad individual, 111) la hiper-valoración de la fuerza y la agresión como criterio de superioridad y elección del jefe, lv) el alto valor de la amenaza del otro en un sistema altamente competitivo, v) el valor cero del proyecto social, vi) la reconciliación como una manera de reparar el daño causado al derrocado y estabilizar el sometimiento al jefe, y vi¡) la generación de alta tensión en la comunidad a pesar del uso de la reconciliación.

Todo competidor por el poder tiene algo de chimpancé en su cabeza. La similitud de este estilo político con la fiera competencia entre las corporaciones económicas es evidente. El propio de Waal señala que : » la vida corporativa es una empresa de caza entre machos, ellos cazan por dinero». Lo interesante es que la teoría económica liberal sostiene que de dicha lucha por el proyecto individual surge un beneficio y un proyecto colectivo (?). Ese es un lado del problema que no debe ocultar el otro: la opresión del fuerte.

En este caso la estrategia política gira en tomo a mantener el poder, a usarlo en beneficio propio, a anular las amenazas de los rivales y a elegir al sucesor que garantiza la protección del jefe envejecido. En lo posible, el jefe trata de legitimar una dinastía familiar en la paz del sometimiento.

Después de leer el libro del primatólogo de Waal he vuelto a estudiar la notable obra de Joaquín Balaguer titulada por él mismo «Memorias de un Cortesano de la Era de Trujillo». Los estilos políticos son muy parecidos, salvo que el chimpancé es más humano y nunca es sanguinario.

Armando Cabral

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