La economía que viene: los altos datos de inflación, dólar y desempleo que afectarán a la Argentina en la última parte del año

Sab 10/10/2020.- Aunque el declive será menor que en el pico de inicio de la cuarentena, las proyecciones privadas para el cuarto trimestre son muy negativas. Por ahora, no arrojan esperanza de cambio de tendencia en lo inmediato

La economía se encamina a terminar el año con números francamente negativos por el efecto combinado de la pandemia y la crisis local. Las proyecciones de las consultoras privadas marcan que el PBI del último trimestre caería 8,2%, luego de una baja del 12,9% estimada para el tercero y del derrumbe del 19% en el segundo. Es decir, el declive es menor, pero sobre una base más baja, y por ahora no deja lugar para expectativas positivas para el arranque del 2021, según los economistas consultados por Infobae.

En materia de desempleo, los analistas que participan del relevamiento de FocusEconomics prevén que cierre el año en el 13,6%, luego del 13,1% registrado entre abril y junio.

En cuanto al dólar, prevén que la cotización promedio -sin contar el impuesto PAIS ni la retención de Ganancias- sea de $86,1, levemente por arriba del nivel actual de la cotización del Banco Nación. Para los analistas consultados por el Relevamiento de Expectativas del Mercado que elabora el Banco Central, llegaría a $ 83,1.

Por su parte, la inflación llegaría al 38,7% según el estudio de Latinfocus,(y al 36,9% según el REM), aunque en los primeros nueve meses acumuló el 21% y que el Gobierno estimara que cerraría el año en el 32 por ciento.

La producción industrial caería 5,6% en el cuatro trimestre, frente a sendos recesos de 11,6% del tercer trimestre y 19,5% del segundo. La inversión fija caería 17,7% en el último cuarto del año, desde 31,2% menos en el tercero. Y el consumo privado presentaría un descenso del 9,8%, luego de derrumbarse 14,6% en los 3 meses previos.

Matías Carugatti, de Seido, dijo a Infobae“La economía va a seguir ‘atada con alambre’. El foco de muy corto plazo está puesto en el frente cambiario, que es el que pega sobre todas las variables”.

“Si el Banco Central logra evitar un ajuste fuerte del tipo de cambio oficial, veremos una continuidad de las tendencias actuales: actividad con recuperación lenta y débil a pesar de los esfuerzos oficiales; inflación cerca del ritmo de depreciación del dólar, incluso con controles de precios y congelamiento de tarifas; mercado laboral bastante dañado”, aclaró.

Si el Banco Central logra evitar un ajuste fuerte del tipo de cambio oficial, veremos la continuidad de las tendencias actuales: actividad con recuperación lenta y débil (Matías Carugatti)

En cambio, “el problema de fondo -déficit fiscal financiado con emisión- sigue vigente, las medidas recientes son ‘parches’ y las señales hacia delante no son alentadoras. Se prevé una continuidad sin grandes cambios, en la cual los desequilibrios van a seguir acumulándose y las chances de un ajuste desordenado van creciendo”, advirtió. Para Seido, la inflación cerrará el año en 33%, el PBI caerá 11,5%, “con una recuperación cada vez más débil” y un déficit fiscal de 7,4% del PBI.

Por su parte, Fernando Baer de Quantum dijo a Infobae: «La recesión llegaría al 12,5% este año, “con lo cual los últimos meses no agregarían mejor desempeño a lo transcurrido hasta esta parte, principalmente por las tensiones cambiarias, que seguirían, con algún alivio posible por mayor liquidación de exportaciones, pero con un sendero que requerirá mayores certezas para estabilizar”.

En cuanto al tipo de cambio oficial Quantum prevé una hipótesis $85 a $90, es decir, “una aceleración del ritmo de depreciación nominal observado hasta esta parte e inflación en niveles mensuales superiores al 3%, lo cual daría una tasa acumulada del 35% en diciembre”. En este contexto, «no vemos caídas en la tasa de desempleo, principalmente en el sector formal”, aclaró Baer.

En tanto, un informe de José María Segura, economista jefe de PWC Argentina, sostuvo que “la decisión de la autoridad monetaria de incrementar las restricciones en el mercado cambiario no hizo más que agregar incertidumbre sobre el camino que adoptará la economía argentina en los próximos meses y sobre el nivel de coordinación de la política económica (fiscal, monetaria, cambiaria, de ingresos, etcétera)”.

La decisión del Banco Central de incrementar las restricciones al dólar no hizo más que agregar incertidumbre sobre el camino de la economía argentina en los próximos meses (José Segura)

“Se desprende del presupuesto que un 70% el déficit primario de 2021 será financiado con aportes transitorios del Banco Central y transferencias de utilidades de dicho organismo, incrementando el piso de emisión para el año próximo al que habrá que sumar el propio crecimiento endógeno de los pasivos remunerados del Central, cuyo monto hoy supera a la base monetaria y tiene tasas de 38% en el caso de las Leliq y 19% en el caso de los pases pasivos”, detalló.

El endurecimiento del cepo, cuyo fin es contener la demanda de dólares, parece ignorar el problema de fondo que es el exceso de oferta de pesos. La respuesta pareciera ser una medida de corto plazo a los fines de ganar tiempo. Si este fuera el caso, la pregunta a continuación es ganar tiempo para hacer qué”, advirtió Segura.

Los analistas creen que las medidas que duplicaron las restricciones al dólar adoptadas por Martín Guzmán y Miguel Pesce aumentaron la incertidumbre de los próximos mesesLos analistas creen que las medidas que duplicaron las restricciones al dólar adoptadas por Martín Guzmán y Miguel Pesce aumentaron la incertidumbre de los próximos meses

Tarde o temprano el problema de exceso de pesos que tiene la economía deberá resolverse, por precio o por cantidad. Todavía se está a tiempo de hacerlo de manera ordenada. Diferirlo en el tiempo no hace más que acumular mayores presiones y aumentar la probabilidad de una corrección de manera abrupta y desordenada”, comentó José Segura.

El economista subrayó que “la naturaleza bimonetaria del país lleva a que su población demande dólares como reserva de valor y la combinación de señales, esto es el aumento de la brecha cambiaria y una expectativa de aumento de precios por el excedente de pesos, ha hecho que tanto personas físicas como jurídicas habilitadas dentro de las restricciones a obtener moneda extranjera lo hicieran”.

Por su parte, Camilo Tiscornia contó a Infobae: “Hacer un pronóstico en este momento, incluso a un plazo corto como los próximos meses, es extremadamente difícil. Estamos atravesando un momento de mucha tensión financiera, expresado fundamentalmente en la ampliación de las brechas del tipo de cambio y la pérdida de reservas del Banco Central, del cual no queda claro cómo se saldrá”.

Sin embargo, aclaró, «a pesar de esta incertidumbre hay un aspecto del que quedan pocas dudas: la inflación va a ser más elevada de lo que hemos visto recientemente. El enorme desequilibrio monetario, la persistencia de la emisión monetaria para financiar el déficit fiscal y la gradual recuperación de la actividad económica van a generar ese resultado, incluso suponiendo que el gobierno evita un salto del tipo de oficial pero acelera su suba, como ocurrió en los últimos días; en este caso, la inflación podría ubicarse en torno a 35% a fin de año!.

“Pero no puede descartarse que antes de fin de año el tipo de cambio oficial tenga un incremento brusco, por lo que esa estimación luce como un mínimo. Por esto mismo, cualquier pronóstico sobre el dólar luce muy aventurado”, afirmó.

No puede descartarse que antes de fin de año el tipo de cambio oficial tenga un incremento brusco, por lo que cualquier pronóstico sobre el dólar luce muy aventurado (Camilo Tiscornia)

Respecto de la actividad económica, Camilo Tiscornia consideró: “También hay muchas dudas; desde mayo se verifica una recuperación sostenida, aunque con pérdida de dinamismo. Hay datos parciales de agosto y septiembre que son positivos, pero la persistencia del coronavirus y la incertidumbre financiera juegan en contra”. “En el neto, estimamos que va a haber un mejora pero a un ritmo moderado. Más a fin de año y en el arranque de 2021, será clave lo que ocurra con la cosecha, que no se está viendo muy favorecida por el clima. El año cerraría con una recesión cercana al 12% y el arrastre estadístico jugaría a favor de un crecimiento que numéricamente puede ser interesante en 2021, si se estabiliza la situación financiera», explicó.

En este contexto, caracterizado también por la desconfianza respecto del rumbo de la política económica a más largo plazo, “difícilmente haya una creación de empleo vigorosa, más aún cuando se toma nota de que el coronavirus derivó en cambios permanentes en las estructuras de personal de las empresas. Por ello, más allá de que la caída de la actividad tenga algo de temporario, la pérdida de puestos de trabajo tiene bastante de estructural, lo que supone un desafío social importante para el gobierno y para las ya estresadas cuentas públicas”, concluyó.

Y si bien se prevé que la economía se recupere en torno del 5% en 2021, todos los problemas mencionados previamente dejan abierta la puerta para un panorama sombrío, en un marco de crisis que ya arrastra la Argentina en los últimos 10 años, con breves excepciones.

Fuente:infobae

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