Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), se trata de una decisión indispensable pero no sin altos costos sociales y económicos. Además, el cierre de las escuelas no afecta a la población escolar por igual, pero es particularmente oneroso para los niños y las familias desfavorecidas.
Debido a esta pandemia que obliga a gran parte de la población a realizar cuarentena, la agencia de las Naciones Unidas se compromete a apoyar a los países que se esfuerzan por minimizar los efectos en la enseñanza y facilitar la continuidad de la enseñanza a distancia, consignó la agencia ANSA Latina.
El cierre de las instituciones educativas que afecta a toda la comunidad es particularmente dañino en algunos países y para los niños y familias desfavorecidos, insiste la organización. Para crear conciencia sobre la gravedad de esta situación y comprometer a las instituciones educativas a promover la educación a distancia, la UNESCO ha compilado una lista de razones por las cuales el cierre de escuelas es «un daño grave».
Ir a la escuela, subraya la agencia de la ONU, en primer lugar, garantiza a los estudiantes la oportunidad de desarrollar sus habilidades, especialmente para aquellos que no tienen oportunidades educativas fuera del aula. No debe subestimarse cuántos niños y jóvenes en el mundo sobreviven gracias a la comida que proporciona la escuela, por lo que el cierre de las aulas afecta negativamente su nutrición.
Los niños de familias desfavorecidas también tienen dificultades para continuar el aprendizaje a distancia debido a la falta de ayudas tecnológicas, una buena conexión a Internet y la falta de ayuda de los padres cuyo nivel educativo es bajo y sus recursos financieros son limitados.
Además, en ausencia de otras soluciones, los padres que trabajan, cuando la escuela está cerrada, no tienen más remedio que dejar a los niños solos en casa. «Esto los expone al riesgo de comportamientos peligrosos, pero también a la influencia negativa de sus compañeros, por ejemplo, por el uso de drogas», subraya la UNESCO. Por su lado, este lunes, el Gobierno argentino le permitió a esta clase de padres que no tienen con quien dejar a sus hijos, pedir licencia.
Finalmente, la UNESCO señala que, en un entorno desfavorecido, existe el riesgo de que sea difícil para los niños y jóvenes regresar al aula después de un largo período de cierre de la escuela. Es por eso que la directora de la UNESCO, Audrey Azoulay, se ha comprometido a trabajar con los estados para encontrar soluciones de alta tecnología, baja tecnología y no tecnología para garantizar la continuidad del aprendizaje.