En algún momento pasamos ahí, Semana Santa u otros feriados, el lugar estaba en perfectas condiciones, con todos sus servicios funcionando, y llego a tener su plazas agotadas, porque la gente disfrutaba de un entorno natural y de un servicio excelente.
Hoy al igual que ocurrió con la Hostería Yehuin, no queda nada, solo la estructura de mampostería, en medio de un basural, yuyos, pescadores que arman carpas dentro de las instalaciones y un camino que apenas es un huella para ingresar a la misma.
Esta y otras 3 hosterías pertenecían al estado, Yehuin, Kaiken, Petrel y San Pablo, hoy no se sabe de quien son ni porque se abandonaron de tal manera al punto de ser irrecuperables. Lugares donde muchos vecinos de la provincia que no pueden salir al continente por distintas razones, podían disfrutar en familia, ya que todas están ubicadas en lugares de una increíble belleza natural.
El camino de 39 kilómetros hasta la hostería esta en perfectas condiciones, pero al llegar uno se encuentra con estas imágenes que publicamos en este informe y que son un reflejo de lo que hoy se vive en esta provincia
A estos lugares se podían llegar grupos de personas de la tercera edad a pasar fines de semana en el marco del turismo social, extranjeros de todas partes del mundo, y todos aquellos que amamos nuestra isla por sus lugares de una increíble belleza, pero el estado decidió que llegaran a esta situación, y poco a se van perdiendo las posibilidades, de tan siquiera pasar un fin de semana en la provincia sin tener que salir a otros sitios donde todo cuesta el doble o no, y se dejan millones de pesos como este fin de semana que todo el mundo decidió irse a Puta Arenas, Calafate o Rio Gallegos.
