Previendo el debate que se viene en torno del presupuesto nacional en el Congreso, el oficialismo pretende argumentar que el Ejecutivo porteño usa su poder discrecional –concedido, en este caso, por la constitución local– para reasignar partidas. “Si no –argumentan–, no se puede manejar ningún presupuesto. Es como tener plata en un bolsillo y no poder pasarla al otro.” Zannini no es el único que anda en esa tarea: el jefe de Gabinete, Sergio Massa, sigue con atención los números de la gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Rios.
Fuente:Pagina/12