Así las cosas, muchos se quedaron con viajes al exterior frustrados, con vuelos reprogramados y hasta con días de descanso perdidos.
Es lo que les pasó a Silvina Barreiro, a su novio y a sus tres cuñadas. Ellos perdieron un crucero que debía salir de Miami ayer al mediodía. Hasta allí iban a llegar a tiempo, si es que su vuelo de American Airlines hubiera salido en horario: anteayer, a las 20.50. Pero el avión debía sobrevolar Brasil, y no podía hacer el viaje sin que los sistemas de control aéreo funcionaran en la zona.
«Embarcamos; esperamos en el avión una hora sin salir. Después, hubo problemas con pasajes sobrevendidos, por lo que pedían voluntarios para viajar al día siguiente, a cambio de pagarles traslado, alojamiento y comida. ¡Y al rato nos dijeron que teníamos que descender todos y buscar nuestras valijas porque el vuelo no salía por un problema en Brasil!», se quejó la joven, mientras esperaba, desesperada, que en las oficinas de la empresa, en Santa Fe y Suipacha, le cambiaran el pasaje por uno que fuera a Jamaica antes de mañana.
Ese día, el crucero hará su primera escala en ese país y es la única manera de que los jóvenes no pierdan las minivaciones que habían programado. «Y tiene que ser entre las 9 y las 18, que es el tiempo en que el crucero se queda en Jamaica», contó Silvina.
Como ella, varios pasajeros de la empresa, que no pudieron viajar el viernes, hacían ayer cola hasta por fuera del local, buscando una solución para su problema.
«Nuestro viaje es un caos. Nos íbamos de paseo una semana a Miami, aprovechando los feriados, y ya en el viaje desde Montevideo hacia acá tuvimos demoras. Con decirte que sobrevolamos Buenos Aires durante media hora porque no podíamos descender», contó Miguel Castro, que vino con su familia desde Uruguay para tomar el vuelo a Miami en Ezeiza.
Su esposa, Raquel, contó detalles de la incertidumbre, el mal humor y el caos que se vivió en Ezeiza. «No nos dieron ni para cenar. Estuvimos hasta la 1 en Ezeiza porque no se conseguía ni taxi, tampoco hotel, y ahora no sabemos si lograremos viajar a Miami», relató. Y dijo que por culpa de las demoras perdió la conexión de viaje a Orlando, donde pensaban ir de paseo.
En Ezeiza, anteayer comenzaron los problemas con los vuelos con destino a Brasil. Aquellos que debían sobrevolar ese país fueron suspendidos y reprogramados desde ayer, cuando se levantó el paro de los controladores aéreos brasileños (sobre lo que se informa en la sección Exterior). En el Aeroparque las demoras continuaron como viene sucediendo desde que salió de funcionamiento el radar de Ezeiza.
Pero los problemas también afectaron a quienes viajaban en ómnibus hacia el Litoral o hacia el norte argentino y cuyas rutas habituales son aquellas que pasan por Santa Fe y Entre Ríos. Las lluvias e inundaciones las dejaron intransitables, lo que llevó a Vialidad Nacional a declarar la emergencia vial. Ayer, sólo algunas empresas, con servicios reducidos y grandes demoras, viajaban hasta allí. «Me arriesgo, y para eso me vine bien equipada», contó Graciela a LA NACION, mientras mostraba varias revistas y esperaba en Retiro.
Para conocer el estado de las rutas en concesión se puede llamar al 0800-333-0073 y al 4343-8521/9, de Vialidad Nacional.
Por Lorena Tapia Garzón
De la Redacción de LA NACION
