La Orquesta Sinfónica de Berlín fue ovacionada

Ante un gimnasio totalmente colmado de público se realizó anoche en el Ushuaia Rugby Club el primero de los conciertos populares de la Orquesta Sinfónica de Berlín. 1200 personas asistieron al espectáculo.

Ayer a las 19, dos horas antes del inicio del espectáculo, se abrieron las puertas del gimnasio del Ushuaia Rugby Club para que el público comenzara a ingresar.
Si bien la presentación de la Orquesta Sinfónica de Berlín era de entrada libre y gratuita, la limitación estaba dada por los 1200 lugares disponibles para.
Desde ese mismo momento el público comenzó a ingresar y a las 21 horas el gimnasio se había ocupado en su totalidad. Cabe destacar que a pesar de la enorme cantidad de personas que se dieron cita no hubo ningún tipo de inconvenientes en el ingreso ni a la salida de espectáculo.
El operativo de tránsito que se desarrolló en el lugar evitó facilitó la circulación vehicular y el estacionamiento de los rodados.
A medida que el público entraba al gimnasio se le entregaban entradas lo que posibilitaba contabilizar con precisión el número de ingresantes, para evitar de este modo que se sobrepasara la capacidad del local.
Además, junto al programa del espectáculo también se hacía entrega de un folleto con el croquis del lugar y las instrucciones a seguir en caso de emergencia.
El intendente Jorge Garramuño, que concurrió al espectáculo acompañado de los concejales Pablo Wolaniuk y Miguel Angel Recchia, se mostró muy satisfecho tanto por el enorme nivel puesto de manifiesto en el escenario como por la gran respuesta de los vecinos que asistieron llenaron el salón.

El público aplaudió de pié

A las 21 horas dio inicio el espectáculo con el ingreso de los músicos de la Orquesta Sinfónica de Berlín y de su director del suizo Claude Villaret a un escenario muy bien ornamentado.
“La Gruta del Fingal”, Felix Mendelssohn-Bartholdy, Opus 26, fue la primera de las interpretaciones de la orquesta.
Luego fue “Ushuaia – Himno por la Paz”, compuesta por Walter Baer.
Antes de su ejecución, el director Claude Villaret ofreció una explicación sobre la obra y a modo de ejemplo la orquesta fue interpretando algunos fragmentos de la misma. El Himno por la Paz fue largamente aplaudido por el público presente.
La Sinfonía Nº 9 en Mi menor “Del nuevo mundo”, Opus 95, de Antonín Dvorák debía ser la última de las piezas que componían el espectáculo, pero la ovación con que el público premió a la orquesta y a su director tras la interpretación determinó que la presentación se extendiera un poco más.
Fue un espectáculo de excelente calidad, calificación que no está sustentada en la consideración de la crítica musical sino en las opiniones coincidentes de los integrantes del público cuando se retiraban del lugar.
El próximo 26 de abril a las 21 horas y en el mismo lugar se realizará el segundo y último concierto popular de la Orquesta Sinfónica de Berlín.

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