El Gobierno enunció el plan ganadero y las entidades no dijeron ni “mu”

Más que prudente reacción de las entidades del agro y la industria ante la presentación de los principales lineamientos del plan para aumentar la oferta de ganado y la competitividad. Cambios al sistema de comercialización. Mantendrían los precios de referencia. El plan estratégico presentado por el Gobierno fija metas de expansión del sector para el 2010.

Por Fernando Krakowiak

El Gobierno presentó ayer los lineamientos estratégicos del Plan Ganadero en una reunión privada con los principales referentes del sector. La propuesta incluyó una serie de medidas destinadas a aumentar la oferta de ganado y la competitividad de la industria en el mediano plazo. Entre ellas se destacan la transferencia de tecnología para mejorar las pasturas, la genética de los animales y monitorear el seguimiento de las vacas desde su nacimiento hasta su consumo (trazabilidad), modificaciones en el sistema de comercialización (por cuartos en lugar de medias reses) y fijación de valores de referencia nacionales para evitar distorsiones en la formación de precios. El costo fiscal del paquete fue estimado en 217 millones de pesos, que se suman a los 300 millones en créditos que ya habían sido anunciados. No hubo anuncios sobre la liberalización de las exportaciones, más allá de la autorización para despachar los containers anunciada ayer.

La reunión fue encabezada por la ministra de Economía, Felisa Miceli, y el secretario de Agricultura, Miguel Campos, quien se encargó de presentar los lineamientos de la propuesta elaborada por técnicos de su repartición. Ambos funcionarios fueron los únicos que hablaron en nombre del Gobierno, aunque también estuvieron presentes el secretario de Coordinación Técnica, Guillermo Moreno; el titular de la AFIP, Alberto Abad, y el resto de la plana mayor del ministerio. A diferencia de las otras ocasiones en que se anunciaron medidas para el sector, en esta oportunidad no hubo conferencia de prensa. Tampoco se difundieron detalles de la presentación, ni siquiera a los empresarios, a quienes se les prometió que en los próximos días les enviarán la propuesta ampliada para que puedan realizar sus aportes en los próximos quince días.

Los titulares de las distintas cámaras se manifestaron conformes, ya que el Plan Ganadero es un reclamo histórico del sector. Gustavo Vansangiácomo, titular de la Unión de la Industria Cárnica Argentina, aseguró a Página/12 que “hace treinta años que estoy en la industria y es la primera vez que un gobierno encara un plan de este tipo. El problema que tenemos hoy se debe a la inacción de las administraciones anteriores”. Por su parte, el presidente de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, destacó como positivo ante este diario el hecho de que la propuesta “les dé prioridad a los productores de menos de 1000 cabezas de ganado”, quienes tendrán incentivos específicos.

Luciano Miguens también valoró ante Página/12 el paso dado por el Gobierno, pero señaló que es necesario “levantar la restricción a la exportaciones de las vacas de conserva que se utilizan para producir alimentos termoprocesados y no inciden en los precios del mercado interno”. El pedido también se lo formuló a Miceli en la reunión. La ministra respondió que estaba al tanto del reclamo, pero no prometió nada con relación a la liberación de las exportaciones.

En la reunión, los funcionarios se limitaron a enumerar las medidas tomadas hasta ahora para mejorar la situación del sector (créditos del Banco Nación, ley de rebaja del IVA a fertilizantes, límite de faena) y detallar las que vendrán. Los incentivos al campo en materia de créditos, transferencia tecnológica y capacitación buscan mejorar la performance productiva para aumentar la faena de 14,2 a 15,7 millones anuales en el 2010.

Entre las medidas destinadas a aumentar la transparencia en la comercialización, Página/12 pudo confirmar que se incluyó la propuesta de establecer un precio de referencia a nivel nacional complementario del fijado por los mercados concentrados para quitarle relevancia a Liniers, el cuarteo de la media res para que los frigoríficos puedan vender por separado el cuarto trasero, el asado parrillero y el cuarto delantero de acuerdo a las necesidades de cada carnicería y el otorgamiento de créditos para la adecuación de las plantas frigoríficas al nuevo sistema. El Gobierno intentará solucionar así las restricciones estructurales de oferta que presenta el mercado y mejorar la transparencia, aunque por ahora es sólo un compendio de intenciones que se negociará con el sector.

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