Una fecha que no se podrá olvidar

Tras infinidad de contactos con los organismos de DD.HH. en busca de un acuerdo, el Congreso se apresta hoy a declarar el 24 de marzo como “Día Nacional de la Memoria, por la Verdad y la Justicia”. Las críticas se apaciguaron cuando se precisó que el feriado no será movible. El senador Nicolás Fernández presentó el proyecto en el Senado junto al secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde.

Por Eduardo Tagliaferro

El oficialismo juega cada pelota como si fuera la última. El proyecto del Gobierno que convierte en feriado el 24 de marzo bien vale como botón de muestra. La marca personal del presidente Néstor Kirchner estuvo detrás del respaldo que la Comisión de Legislación General del Senado le dio ayer a la iniciativa. El santacruceño Nicolás Fernández, titular de esa comisión, y el santafesino Agustín Rossi, titular del bloque mayoritario en Diputados, fueron los que recibieron el llamado telefónico de Kirchner. El Presidente pidió a ambos un rápido tratamiento de la iniciativa a la vez que quiso saber por qué y quién difundió que el feriado sería móvil. Explicó a uno y a otro que ése fue el centro del supuesto mal entendido con los organismos de derechos humanos, que se habían expresado en contra de la propuesta. En dos sesiones que prometen ser maratónicas, ambas cámaras del Congreso se aprestan hoy a darle fuerza de ley al proyecto.

En la noche del lunes, cuatro organismos de derechos humanos le habían remitido al vicepresidente Daniel Scioli una nota en la que le manifestaban su rechazo a la movida. “Un feriado significa un día de descanso y recreación”, decía la misiva firmada por Abuelas de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas y a Hermanos de Desaparecidos por la Verdad y la Justicia.

Durante toda la mañana, y mediodía de ayer, los teléfonos de la Rosada no dejaron de trabajar. Algunos funcionarios se comunicaron con los organismos y el propio Kirchner se reservó los llamados a los legisladores. En su diálogo con el senador Fernández, el Presidente le preguntó con insistencia si había recibido las notas en las que algunos de los organismos de derechos humanos reconocían falta de información y confusión. Decían, y así lo consignó Fernández en la reunión de comisión, que el malentendido surgió cuando ellos interpretaron que el feriado sería movible a un lunes o a un viernes, lo que convertía la fecha en un fin de semana largo. El oficialismo puso todo el acento en esa cuestión. Lo que amenazaba convertirse en una polémica más amplia terminó limitada a feriado largo o feriado fijo.

“Me sorprendió que los abanderados de los derechos humanos se opusieran, pero recibí un mail en el que dicen que todo se trató de un error, ya que ellos pensaban que se trataba de un feriado móvil”, explicó en los pasillos el titular de la comisión legislativa del Senado. En los inicios de la discusión, en diálogo con este diario, Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, había reivindicado la semana pasada que la fecha “fuera un día hábil” para fomentar el debate en ámbitos escolares y otras reparticiones.

Acompañado por el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, Fernández no sólo repudió el golpe de Estado, sino que además subrayó que “para este gobierno la defensa de los derechos humanos es una cuestión de Estado”. Palabras más, palabras menos, lo mismo que luego opinó el propio Duhalde. El responsable de la Secretaría de Derechos Humanos puso el acento en el rol del Estado y destacó que éste tiene que poner toda su energía, todos los recursos, en recordar la fecha, ya que “el que olvida su historia, la repite”, dijo.

La principal preocupación de los legisladores era conocer la opinión de los organismos de derechos humanos. “Me parece difícil acompañar un proyecto al que Madres y Abuelas se opusieron. ¿Qué dicen los organismos?”, preguntó el cordobés Carlos Rossi, del Partido Nuevo de Luis Juez. Fue Duhalde el encargado de responder las dudas del senador. “Hubo una primera opinión de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora diciendo que se tergiversaba el 24 de marzo y se lo convertía en festivo”, comentó Duhalde. Luego de resaltar que esa opinión había cambiado luego de superado lo que definió como una confusión: pensar que el feriado era movible. El funcionario destacó que “más allá de que algunos no terminen de entender el tema, el Estado tiene la obligación de elaborar políticas de largo plazo”.

Aquí parecieron despejarse las dudas y cada uno de los senadores comenzó a dar sus distintos puntos de vista. La formoseña del Partido Justicialista Adriana Bortolozzi de Bogado resultó una verdadera sorpresa. Con no poca inocencia se preguntó, “desde un punto de vista peronista cristiano”, por qué se decretaba feriado el aniversario del golpe de Estado de 1976 y no otros de los muchos golpes que se vivieron en la Argentina, como la denominada Revolución Libertadora de 1955 o el golpe que derrocó a Yrigoyen en 1930. Lo hizo luego de dirigirse a Duhalde como compañero y de decir que bien su madre podría preguntar por el golpe que derrocó a Perón y su padre por el que derrocó a Yrigoyen. Lo cierto es que la mención cristiana del peronismo sólo remitía al perdón. Fue Duhalde quien le recordó que el del ‘76 fue un golpe diferente a los restantes, que representó un verdadero genocidio.

Continuó una seguidilla de discursos de apoyo a la iniciativa oficial. Al de la entrerriana Graciela Bar le siguió el de la porteña María Laura Leguizamón, quien no se privó de destacar que ella “era chiquita” por esos años. El santacruceño Fernández tuvo que volver a hablar de “la confusión” de los organismos y que tanto Hebe de Bonafini como Estela Carlotto estaban de acuerdo con la iniciativa. Otro formoseño volvió a mostrar un punto de vista distintivo. En este caso, el radical Luis Naidenoff. El senador que asumió en diciembre del año pasado señaló que “el 24 de marzo no había nada que festejar”. Luego de lamentar la ausencia de los organismos en el debate, dijo que alcanzaba con la ley del 2002 que convirtió la fecha en Día de la Memoria. Fue la porteña Vilma Ibarra quien recordó que el 1° de mayo se recuerda en todo el mundo una matanza y que no por ello se festeja. La iniciativa tuvo dictamen favorable y se descuenta que luego de muchos y largos discursos hoy se convierta en ley. En los pasillos de la Cámara alta no faltó quien recordó una tapa de la revista Humor. Un ejemplar de los años que siguieron al retorno democrático y en el que un chico preguntaba: “¿Papá, vos qué hiciste durante el Proceso?”. Mucho tiempo pasó de aquel título, mucho más del 24 de marzo de 1976. Treinta años en los que incluso al más memorioso la memoria le juega, a veces, una mala pasada.

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