Gestos para la Argentina

La presidenta electa de Chile anunció ayer que visitará el país dentro de 10 días, en su primer viaje de Estado al exterior * Kirchner llegó ayer a Santiago para asistir a la ceremonia de traspaso del mando * Tuvo un encuentro con el mandatario saliente, Ricardo Lagos

SANTIAGO, Chile.- El presidente Néstor Kirchner recibió ayer, al llegar aquí, la confirmación de que la presidenta electa de Chile, que asumirá hoy, a las 12, Michelle Bachelet, visitará la Argentina el 21 y el 22 del actual, dentro de diez días, en una señal de que privilegiará la relación con nuestro país, primer destino de su agenda exterior. Bachelet realizará lo que protocolarmente se denomina un viaje de Estado, en el que visitará la sede de los tres poderes.

«Es un signo muy fuerte, significativo», señaló ayer una alta fuente del Gobierno, que puso de relieve el buen momento por el que pasa la relación bilateral argentino-chilena.

Como muestra de ello, el presidente saliente, Ricardo Lagos, tuvo la deferencia de designar a Kirchner orador en la comida de despedida de anoche, en representación de los presidentes sudamericanos.

No es nueva la buena sintonía personal entre Kirchner y Lagos. Como tampoco lo es la afinidad entre Bachelet y la primera dama argentina, Cristina Kirchner. La amistad entre kirchneristas y socialistas chilenos fructificó en sucesivos encuentros de tertulia política, en ambos países.

Por ello, antes de partir hacia Chile, el jefe del Gabinete, Alberto Fernández, otro artífice de aquellas reuniones, quiso enviar una señal en retribución a la bienvenida que Lagos y Bachelet les iban a dar. «Bachelet es una amiga de la Argentina», dijo Fernández en Buenos Aires, antes de subir al Tango 01 rumbo a esta ciudad. Y agregó que el ascenso al poder chileno de la ex ministra de Defensa, que se producirá hoy en Valparaíso, a 150 kilómetros de aquí, ha creado «una enorme expectativa en América latina».

El jefe de Gabinete guardó elogios para Lagos por «todo lo hecho a favor de la sintonía de la región».

Si bien las expectativas estaban centradas ayer en los saludos entre Kirchner y su par uruguayo, Tabaré Vázquez, por el conflicto por las papeleras, hubo tiempo en la comitiva argentina para sacarle punta a la relación con Chile.

¿Por qué irá Bachelet a Buenos Aires en su primera salida al exterior como presidenta, sólo diez días después de asumir? La respuesta: la agenda con la Argentina contempla asuntos estratégicos para los trasandinos.

Entre la carne y el gas

El ingreso de carne argentina, interrumpido desde hace un mes por el foco de aftosa; la provisión de gas; la licitación del Ferrocarril Trasandino; el fomento al turismo y, en especial, las obras de infraestructura pendientes son cosas que preocupan, y mucho, a la futura gestión de Bachelet.

Se definirá el próximo quinquenio de obras, 2006-2010, que comprenderá pasos fronterizos, pavimentación de caminos de conectividad, sedes aduaneras renovadas y puertos hacia el Pacífico, entre varios temas. Un grupo técnico bilateral se reunirá en mayo para darle impulso al emprendimiento.

«Sin integración física no hay integración», dicen del lado argentino.

El gobierno de Kirchner percibe que Chile quiere convertirse en una plataforma de servicios para el comercio internacional. Procura canalizar hacia América latina el creciente flujo comercial que recibe de Estados Unidos, Asia y la Unión Europea, mediante acuerdos de libre comercio. Y para ello es clave mejorar las comunicaciones a través de la Cordillera. Estrategia a largo plazo, política de Estado: eso es lo que ocupa a Bachelet.

La carne. Otro aspecto central. Chile suspendió la compra de carne argentina cuando surgió un nuevo foco de aftosa en Corrientes, algo que no hicieron otros mercados como Estados Unidos, la UE y Rusia. Habían avanzado gestiones para que Chile aceptara una zonificación propuesta por la Argentina: sólo restringiría carnes originales de zonas con aftosa. Pero Kirchner truncó ese acuerdo al suspender todas las exportaciones cárnicas por 180 días, debido al aumento de los precios internos. «Estamos viendo cómo termina eso; todo está en manos de Kirchner. Acá la carne argentina es fundamental y extraordinariamente requerida», dijo a LA NACION uno de los negociadores argentinos.

El gas es otra materia pendiente de discusión. Kirchner restringió hace dos años las exportaciones de ese combustible a Chile para garantizar el abastecimiento interno. Y Bolivia abrió un interrogante cuando anunció aumentos del precio de ese insumo. Chile resultaría afectado.

Evo Morales, presidente de Bolivia, no cede en su reclamo a Chile de una salida al mar. Pero vino en gesto de distensión hacia la nueva presidenta y en retribución al buen mensaje reciente de Lagos hacia Bolivia, cuando asistió a la asunción de Evo, en La Paz, hace un mes.

De todo eso hablaron ayer Kirchner y Lagos, a grandes trazos. Y de todo eso buscará conversar Bachelet la primera vez que salga de su país con el bastón de mando. Y con destino a Buenos Aires.

Por Mariano Obarrio
Enviado especial

La agenda

Hoy

10.00 El presidente Néstor Kirchner partirá desde Santiago de Chile hacia Valparaíso, a 150 kilómetros de la capital trasandina.

12.00 Asistirá con otras 53 delegaciones a la transmisión del mando presidencial de Chile, de Ricardo Lagos a Michelle Bachelet. Se hará en el Salón de Honor del Congreso Nacional.

14.00 Participará de un almuerzo ofrecido por la presidenta Michelle Bachelet a los jefes de Estado que asistirán a la asunción. Se hará en el Palacio Presidencial de Cerro Castillo, en Viña del Mar.

15.30 Kirchner regresará a Santiago de Chile, desde donde partirá a las 16 de regreso a Buenos Aires.

¿Quién es Michelle Bachelet?

Bachelet es la primera gobernante en la historia de Chile.
Michelle Bachelet, médico socialista de 54 años, fue ministra de Salud bajo el gobierno de centroizquierda de Ricardo Lagos y luego se convirtió en la primera mujer latinoamericana al mando de un ministerio de Defensa en 2002.

Especialista en pediatría y salud pública, con estudios de postgrado en ciencias militares, fue dirigente de la Juventud Socialista durante el gobierno de Salvador Allende.

Hija de un general de la Fuerza Aérea que murió a consecuencia de las torturas sufridas durante el gobierno de facto del general Augusto Pinochet (1973-1990), Bachelet fue sometida a interrogatorios y torturas, antes de partir al exilio en Australia y a la entonces República Democrática Alemana.

Regresó a su país en 1979 para retomar su carrera de medicina y la actividad política.

Bachelet es una mujer agnóstica, separada y con tres hijos, cuyo plan de gobierno apunta a mejorar la protección social de la población, fomentar el emprendimiento y profundizar la democracia.

El exilio

Michelle Bachelet nació el 29 de septiembre de 1951 en Santiago de Chile. Fue la segunda hija de la antropóloga Ángela Jeria y el general de la Fuerza Aérea Alberto Bachelet.

Un año después de la muerte de su padre, quien era un estrecho colaborador del gobierno de Allende, fue detenida junto a su madre y trasladada al centro de detención «Villa Grimaldi», donde fue víctima de interrogatorios y apremios físicos.

Luego de ser liberada viajó con su madre a Australia y a Alemania Oriental, donde continuó estudiando Medicina en la Universidad de Humboldt, Berlín.

El regreso a Chile

Tras volver a Chile en 1979, obtuvo el título de médico cirujano y más tarde se especializó en pediatría y salud pública.

Al mismo tiempo comenzó a trabajar por el retorno de la democracia al país a nivel de organizaciones no gubernamentales.

Cuando asumió el gobierno elegido por votación popular en 1990, desempeñó diversos cargos en el ministerio de Salud.

En aquel entonces realizó estudios sobre estrategia militar en la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos (ANEPE) y más tarde en el Colegio Interamericano de Defensa en Washington.

Al gabinete ministerial

Pasaron 10 años durante los cuales Bachelet trabajó como asesora de gobierno en las áreas de salud y defensa, hasta que en el año 2000 el recién elegido presidente Ricardo Lagos la llamó a su gabinete como ministra de Salud.

En enero de 2002 Lagos la convocó una vez más al palacio presidencial, pero esta vez para que se convirtiera en la primera ministra de Defensa en la historia de Chile y Latinoamérica.

En ese cargo, Bachelet se ganó el respeto castrense y ganó popularidad en las encuestas de opinión, perfilándose como pre-candidata presidencial, de una alianza de centro izquierda que ha permanecido en el poder desde que volvió la democracia al país hace 16 años.

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