Según confirmaron fuentes oficiales, la cita será a las 18 en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, donde el presidente Néstor Kirchner rubricará el acuerdo con la empresa en la que el grupo argentino Werthein comparte el control accionario con Telecom Italia.
Este acuerdo, igual que el alcanzado con Telefónica de Argentina, prevé la ampliación de la banda horaria de tarifa normal en una hora, de 8 a 21, según adelantó la agencia de noticias Télam.
También dolarizará el precio de la terminación de la llamada entrante internacional que pagan los operadores extranjeros a las firmas locales, modificación que no tendrá impacto en el bolsillo del consumidor local, pero sí incrementará los ingresos de las operadoras.
Inversiones. A su vez, Telecom reiterará las inversiones previstas para todas sus operaciones en el país por 300 millones de dólares para este año, ya anunciadas por el gerente general, Carlos Felices, a fines del año anterior, según Télam.
Uno de los puntos menos difundidos pero presentes en los acuerdos entre el Gobierno y las operadoras (Telefónica y Telecom) está vinculado con sostener «las condiciones jurídicas establecidas en el contrato de transferencia».
Es decir que se ratifican las obligaciones y los derechos de las operadoras herederas de Entel, lo que incluye temas claves que van desde la imposibilidad de incrementar la carga impositiva que pesa sobre las empresas, a menos que se les permita trasladarla al cliente final, y la propiedad de la red, un tema central en el nuevo escenario de competencia del mercado de telecomunicaciones.
Ganancias. Los resultados de Telecom durante los primeros 9 meses del año pasado mostraron una facturación de $ 4057 millones, un 26% más que en 2004, debido a la telefonía celular, que generó $ 1921 millones. La utilidad fue de $ 1623 millones, debido al impacto que tuvieron en los resultados financieros la reestructuración de la deuda de la empresa y la revaluación del peso frente al dólar y al euro, según precisó Telecom en su balance.
A diferencia de otras empresas de servicios públicos, las telefónicas tienen dos de sus tres líneas de negocios con precios libres: la telefonía celular y el acceso a Internet, de donde proviene el mayor crecimiento de sus ganancias. La telefonía fija, en cambio, tiene tarifas reguladas y no puede ser modificada sin la intervención del Poder Ejecutivo.
Demanda en pie. La gran diferencia entre el acuerdo con Telefónica y el que firmará el Gobierno con Telecom radica en que no hay un compromiso explícito de retirar o suspender la demanda ante el Ciadi, iniciada por France Telecom.
La operadora francesa inició la demanda tras la salida de la convertibilidad, cuando aún tenía el control de Telecom Argentina a traves de Nortel, en la que compartía el control con Telecom Italia.
Hoy France Telecom tiene dos por ciento del capital accionario de Telecom Argentina, mientras el 40,58 por ciento de las acciones de la operadora está distribuido en el mercado de capitales o en manos de inversores minoristas. En rigor, la demanda de France Telecom está paralizada desde que la empresa vendió su participación en Telecom Argentina al grupo Werthein.
En Francia, el estudio de abogados Sherman & Sterling LLP lleva adelante la causa de France Telecom, pero se negó reiteradamente a dar información a la prensa extranjera sobre su estado.
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