Créditos de menos de 2000 pesos contra la presentación del DNI

En el equipo económico procuran que los bancos otorguen créditos a los pobres, que hoy solicitan dinero en financieras paralelas a tasas de hasta el 60 por ciento. La paradoja del boom de consumo ABC1.

“Estamos estudiando cómo eliminar la bancarización paralela”, aseguran en el Central.

Por Maximiliano Montenegro

En el Banco Central estudian la manera de alentar a que los bancos otorguen créditos personales a la clase media baja y baja, que hoy solicitan dinero en financieras o prestamistas privados a tasas usurarias, de hasta el 60 por ciento anual. La intención es que los bancos otorguen préstamos de menos de 2000 pesos, a tasas razonables, contra la presentación del DNI del cliente, que sólo debería justificar su capacidad de repago, sin la necesidad de mostrar un recibo de sueldo u otros requisitos. “La garantía sería la propia persona, el conocimiento que el banco pueda tener del solicitante del microcrédito”, explicó un funcionario del Central.

“Es necesario implementar medidas para que el crédito para consumo llegue a los que más lo necesitan. No puede ser que hoy el crédito sólo aliente un boom de consumo ABC1”, dicen en el Ministerio de Economía.

En el equipo de Miceli no ven con simpatía el boom de créditos personales destinados al “consumo ABC1”. Creen que esos préstamos personales y las promociones que ofrecen los bancos a través de las tarjetas de créditos (con descuentos y cuotas sin interés) no hacen más que alentar las compras de productos suntuarios de las clases más acomodadas, impulsando en forma desmedida el consumo y echando leña a la hoguera de la inflación.

En el caso de las tarjetas de crédito, los bancos brindan descuentos de hasta el 15 por ciento y hasta 24 cuotas sin interés para la compra de electrodomésticos (plasmas de TV, computadoras, DVD, etc.), o la adquisición de paquetes turísticos. Esas operaciones, según confesó un alto directivo de un banco privado a Página/12, son a pérdida para las entidades. Se ofrecen como parte de la estrategia de marketing de cada banco para fidelizar a los clientes de mayor poder adquisitivo. “Lo consideramos un costo dentro del presupuesto de publicidad del banco”, contó la fuente.

Para acentuar las paradoja, los sectores pobres están marginados del sistema bancario formal y deben recurrir a financieras y prestamistas extrabancarios que les cobran tasas de hasta el 60 por ciento mensual para financiar sus consumos. Dicho de otro modo, por ahora, los bancos dan créditos a quienes menos los precisan.

“Estamos estudiando cómo eliminar la bancarización paralela”, aseguran en el Central. El proyecto en evaluación apunta a promover que los bancos otorguen préstamos de menos de 2000 pesos a los pobres, a tasas del mercado formal, contra la sola presentación del DNI y la demostración por parte del tomador del crédito de que está en condiciones de pagarlo. Al principio se autorizaría la operatoria, a manera de prueba piloto, para las provincias del Norte, las zonas del país con mayores tasas de NBI (necesidades básicas insatisfechas). Pero la idea es extenderla al Gran Buenos Aires, donde la “bancarización informal” es una de las actividades más prósperas de los últimos años.

La tarea no será sencilla, porque los propios bancos de primera línea empezaron a copar el mercado de crédito paralelo a través de financieras que cobran a los clientes pobres tasas exorbitantes.

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