Por el foco de aftosa, Chile suspendió la importación de carne argentina

Luego de que el SENASA denunció un brote en Corrientes, el país trasandino adoptó la medida para protegerse de la enfermedad. Uruguay, Brasil y Paraguay, por su parte, impusieron fuertes controles.

Cuando la aparición del foco en Brasil, a fines del año pasado, comenzaba a dejar de generar preocupación en los productores ganaderos argentinos, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) realizó hoy una denuncia que vuelve a instalar el temor, pero esta vez fronteras adentro. La entidad aseguró que detectó un foco de aftosa en un campo de la provincia de Corrientes. Y más tarde, Chile anunció que a partir de esta noticia suspendía el ingreso de carne argentina a su territorio.

El SENASA informó que la existencia del foco fue confirmada a través de análisis de laboratorio de muestras tomadas en el establecimiento San Juan, ubicado en el departamento correntino de San Luis del Palmar. Y anunció que se sacrificarán los 70 animales en los que se encontró la fiebre. La entidad ya anunció en su página en Internet que adoptó «urgentes medidas de emergencia» para circunscribir el brote.

Más tarde llegó la noticia desde Chile: «Se suspende temporalmente el ingreso de productos de origen animal desde la República Argentina», anunció Claudio Ternicier, funcionario de la división de Protección Pecuaria del estatal Servicio Agrícola y Ganadero, en declaraciones que recoge la agencia ANSA.

También Brasil, Uruguay y Paraguay decidieron imponer fuertes controles sanitarios en sus fronteras con Argentina para impedir cualquier posibilidad de ingreso de la enfermedad.

Desde que declaró el alerta sanitario por un brote en Brasil, el 25 de octubre pasado, el SENASA viene implementado medidas extraordinarias para evitar la reintroducción del virus en la Argentina y conservar el status sanitario como país libre con vacunación.

La novedad puede impactar con fuerza en diversos estratos de la economía. Sucede que, tras la debacle sanitaria de 2001, a los productores argentinos se les abrieron los mercados internacionales por el rango de país libre del mal y como efecto de la evaluación.

Hay otras cuestiones en juego también, porque el sector está en medio de una dura pelea con el Gobierno por los precios, sobre todo cuando los ganaderos se negaron a firmar un acuerdo para mantener los valores. El resultado fue que el oficialismo redobló la apuesta y sumó una medida drástica: un régimen de permiso previo para exportar carne. En este panorama surge la novedad lanzada por el SENASA.

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