Murió el joven que fue golpeado por patovicas en un local de Once

La familia donó los órganos de Beimar Mamani, el muchacho de 24 años que recibió una paliza en Fantástico Bailable. Aún no están identificados los agresores. El boliche no puede abrir. El gobierno porteño sacó a Fantástico Bailable del registro de boliches bailables de la ciudad..

La historia de Beimar Mamani, el joven de 24 años intensamente golpeado en la madrugada del sábado por patovicas de Fantástico Bailable, terminó ayer a las 14.30, cuando murió en el Hospital Penna. Ahora continúa la que se refiere a la investigación de su muerte y a los controles sobre los empleados de seguridad de los locales bailables y su discutida efectividad. En forma preventiva, la Secretaría de Seguridad porteña “suspendió la inscripción de Fantástico Bailable en el Registro Público de Locales Bailables”, con lo que por el momento no podrá abrir sus puertas, además de que identificó a los empleados de seguridad que se desempeñaban allí. Por su parte, desde la Defensoría del Pueblo de la Ciudad reclaman porque “los controles evidentemente no son suficientes”.

Después de tres días de internación como consecuencia de la golpiza recibida de parte del personal de seguridad de la bailanta de Once, Beimar sufrió muerte cerebral en los últimos minutos del lunes. Horas más tarde llegó el fallecimiento definitivo y su familia decidió donar sus órganos. “No quiero ver a esa persona por la calle caminando después de haber matado”, pidió Timoteo Mamani, padre del joven.

Varios testigos declararon ayer en la investigación que está a cargo del fiscal de Pompeya Marcelo Munilla Lacasa, quien realizó allanamientos en Fantástico Bailable y en oficinas de la empresa de seguridad. No se descartaba llegar en poco tiempo a la detención de algún sospechoso. Los investigadores cuentan con las identidades de todos los patovicas del boliche a través de los datos suministrados por la Secretaría de Seguridad.

No sólo los familiares de Beimar, también los dueños de Fantástico Bailable recibieron una mala noticia. La Secretaría de Seguridad “suspendió la inscripción del local del Registro Público de Locales Bailables”, según aseguraron a Página/12 fuentes del organismo. Con esa decisión, el boliche no podrá funcionar, aunque tampoco exhibirá una faja de clausura, ya que “tiene todo en regla y una clausura sería arbitraria”, indicaron en el gobierno porteño. La situación definitiva del local será definida por la Unidad de Controladores de Falta, que investiga lo sucedido.

“Pasando todos los controles, en Fantástico Bailable un chico fue golpeado hasta llevarlo a la muerte. A pesar de que los controles han mejorado sensiblemente desde Cromañón, es evidente que los problemas se siguen suscitando, lo que amerita un replanteo general del tema. Todavía hay personal de seguridad que actúa como barrabravas”, consideró ante este diario Gustavo Lesbegueris, defensor adjunto del Pueblo de la Ciudad.

Una de las críticas de la Defensoría apunta a que los vigiladores son obligados por la ley 118, que regula su actividad, a realizar una capacitación sobre derechos humanos, pero desde el Estado no hay ninguna institución que dicte esos cursos de forma gratuita. “Ese es uno de los aspectos en los que se puede trabajar y ya hemos hecho el pedido al área de Educación para que se implemente la capacitación y para que se determinen cuáles deben ser los contenidos. Y eso no es para nada complicado”, explican.

Por otra parte, destacan que la reglamentación les prohíbe el uso de armas, y en este caso tenían cachiporras, “que para mí son un arma”, destacó Lesbegueris. Según remarca, “las cosas podrían ser peor cuando entre en vigencia la ya aprobada ley 1913 en reemplazo de la 118, en la que se prohíbe el uso de armas de fuego. ¿Entonces sí se va a permitir el uso de palos?”, se preguntó el defensor. “Es claro que las respuestas dadas hasta ahora por los controles no alcanzaron”, concluyó.

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