Los peligros de la autocensura o la censura encubierta

Se vienen tiempos difíciles para la dirigencia política fueguina en general y si bien nadie lo va a aceptar, las cosas se complican cada vez mas para aquellos que vaya a saber porque razones callan, ocultan, tergiversan, cambian , negocian o se prestan al jueguito del silencio cómplice de los que mandan.

Parece mentira que a los 45 años y después de 17 de radio y diarios, deba seguir escribiendo sobre estas cosas, sobre la presión, de arriba y de abajo, que sufrimos quienes no queremos entrar en esto de ser cadetes del mandamás de turno.
Pareciera que se empeñan en subestimar nuestra inteligencia y como si fuera poco además pretenden que todos los servicios como medio publico se los demos de favor, a cuenta o apostando para ver si ganan.
Alguien tiene que empezar a poner esto en claro porque sino esta gente puede llegar a creer que quienes vivimos del periodismo, nos alimentamos de buena onda, pagamos los impuestos con promesas y nos vestimos o mandamos nuestros hijos al colegio a cuenta de futuros triunfos electorales.
Lamento mucho desilusionarlos, pero no es mi caso, esto es una profesión, un trabajo, mi forma de vida y no puedo permitir que la susceptibilidad de los que se juegan el cargo haga poner, ni por un minuto en duda, la poca o mucha credibilidad de que gozo.
Así las cosas y para ir entrando en clima en este 2006 electoral, vaya como adelanto que tanto esta pagina como el programa que conduzco todas las mañanas no va a cambiar un ápice ni de la estructura, ni de los cometarios, ni de la forma en que se ha hecho desde que comenzamos, le guste a quien le guste.
El mensaje es sin distinción de banderías políticas y sin ningún tipo de medias tintas, ustedes ahí del otro lado saben que jamás se le negó un espacio a nadie, jamás nos digitaron ni digitaran a quien sacar o no al aire, a quien hacerle una nota.
No estoy dispuesto a dejarme manejar por nadie que crea que los medios de comunicación son un engranaje mas del sistema de conveniencia de los poderosos.
Por nadie que crea que con dos mangos con cincuenta se arregla a algunos y a otros con medio millón de pesos, no sirvo para ser hipócrita, no me enriquecí con esto, pero si estas actitudes sirven para que se crea que somos más de lo mismo, están absolutamente equivocados.
Si algo va a cambiar este año es que no voy a dejar que ningún personaje utilice este y ningún medio en el que trabajo para lavar culpas, embarrar gente y mucho menos para hacer su propio negocio en detrimento de mi trabajo.
Ha llegado un momento en que el hartazgo me ha desbordado, toda esta basura que nos rodea debe empezar a desaparecer y quizás este sea el año de empezar a despedirse porque sinceramente es insoportable, la mezquindad, la mediocridad, la corruptela, el desmanejo, los internes personales, la mediocridad el nivel subterráneo de la dirigencia, las complicidades, la mentira y todo lo que nos quita aire y libertad para trabajar.
Quizás no debería decir esto, es políticamente incorrecto, pero sinceramente hay cosas que me revuelven el estomago, por ejemplo que personas con prontuario ahora aparezcan a opinar sobre todo y de todos, exijan espacios como si todo les debiera ser permitido, los que meten a todos en la bolsa, esos a los que si les diste una mano se olvidaron y con tal de conseguir un espacio salen con Gonzáles Oro, Nesustad o Lanata, para ellos todo es igual, los que te aprietan por teléfono como ocurrió hoy por la mañana si les das espacio a los que los critican, realmente es hartarte y no se si tengo ganas de seguir aguantándolos, mostrando los dientes como si me cayeran simpáticos y hacer como que aca nada ha pasado. Estoy viejo, cansado y quiero decirlo ahora porque quizás este año ya no les permita algunas cosas y eso les va a llamar la atención a quienes saben del respeto con llevo a delante mi trabajo.
Quería decírselos a ustedes que son la única razón de mi continuidad en los medios. Ustedes siempre van a estar lo demás es circunstancial y yo elegí estar de este lado siempre fue así y así seguirá siendo.

Armando Cabral

24/02/06

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