Crece la polémica por la denuncia macrista

El ministro del Interior dijo que los diputados salteños no pidieron nada y que él tampoco lo ofreció; críticas del diputado Rossi * Pinedo, jefe del Interbloque Federal, admitió que analizan llevar el tema a la Justicia * Rodríguez Larreta insistió en su acusación y señaló que es parte de una «infame metodología»

El oficialismo rechazó ayer en duros términos la denuncia del vicepresidente de Compromiso para el Cambio, Horacio Rodríguez Larreta, que sugirió que dos diputados aliados de Pro, Andrés Zottos y Carlos Sosa, del Partido Renovador salteño, modificaron su voto respecto de la reforma del Consejo de la Magistratura a cambio de asistencia financiera del gobierno nacional a municipios de su partido.

El ministro del Interior, Aníbal Fernández, y el jefe del bloque kirchnerista en la Cámara baja, Agustín Rossi, defendieron ayer el proyecto oficialista y calificaron de «infamia» la acusación de Rodríguez Larreta.

«Ni ellos me han pedido nada ni yo les he ofrecido nada», subrayó el ministro del Interior en declaraciones efectuadas a la agencia oficial Télam.

Fernández aseguró que el Gobierno «está acostumbrado a todo tipo de infamias por parte de la oposición, y ésta es una de las tantas».

«El diario LA NACION no puede entender que hombres libres decidan libremente», consideró Fernández con relación a la información publicada ayer, que registró la denuncia efectuada por Rodríguez Larreta.

El ministro agregó que «con este tipo de denuncia lo único que pretenden es menoscabar la democracia».

En la misma sintonía, el diputado Rossi consideró: «No le hace nada bien a la política esta denuncia sin fundamentos. Me parece que decir esto es subestimar a la gente», afirmó.

«La oposición tendría que replantear su estrategia. Conseguimos la cantidad de votos con métodos absolutamente legítimos», dijo a Radio Mitre.

«Este intento de criticar, difamar, tratar de deslegitimar, no nos va a llevar a ningún sentido positivo», concluyó el legislador.

En diálogo con LA NACION, Rodríguez Larreta afirmó ayer: «El ministro miente. A los intendentes les dijeron que debían ir a la reunión con una nota pidiendo ATN y carpetas con las obras que necesitaban».

Según el dirigente macrista, «esto no es culpa de los intendentes, que necesitan los fondos, sino del Gobierno, que usa esta infame metodología».

En tanto, como se informa por separado, Zottos desmintió ayer que su voto esté relacionado con la ayuda financiera, y aseguró a LA NACION: «Voté según mis convicciones».

El dirigente salteño, que en diciembre último participó de la reunión opositora contra la reforma, reconoció que no había avisado a sus pares sobre su posición, y lo adjudicó a la «falta de diálogo» en el interbloque que coordina el macrista Federico Pinedo.

El propio Pinedo le contestó con dureza. «No se puede explicar lo inexplicable. Es evidente la relación entre las reuniones con el Gobierno y el voto», afirmó ayer a LA NACION el diputado macrista, y estimó que «el propio Zottos lo reconoció cuando dijo que, ante todo, él se debía a los intendentes de su partido».

Para Pinedo, «Zottos deberá explicar su decisión a la gente que lo votó y a la Justicia», y aclaró que se están analizando posibles acciones judiciales contra ambos diputados. «Cambiar el voto a cambio de fondos públicos puede ser delito», advirtió.

Otros casos

A pesar de las negativas oficiales, lo cierto es que Zottos y Sosa no son los únicos diputados que se reunieron con miembros del oficialismo y luego apoyaron el proyecto. De hecho, varios miembros del bloque Peronista Federal que preside José María Díaz Bancalari (Buenos Aires) visitaron la Rosada en las últimas semanas, y luego respaldaron al Gobierno.

Una de ellas, la diputada Mirta Pérez, fue recibida por el ministro del Interior, que le ofreció «colaborar con propuestas en materia de seguridad». Ayer, Pérez negó a LA NACION que su voto haya estado vinculado con el acercamiento, y agregó: «No hubo presiones, ni las aceptaría».

Hubo otras visitas, como las de gobernadores radicales de provincias cuyos diputados apoyaron finalmente la reforma. La del puntano Alberto Rodríguez Saá, cuyos legisladores definieron su voto afirmativo el día de la votación. El mandatario fueguino Hugo Cóccaro llegó a Balcarce 50, y más tarde el diputado Ricardo Wilder (FUP) fue una de las 149 manos levantadas a favor de la norma.

Al santacruceño Eduardo Arnold, que hizo trascender su férrea oposición al proyecto, se lo vio por la Casa Rosada el día anterior a la sesión. Fue, finalmente, un voto más a favor. Hubo una excepción: los cinco diputados del Partido Nuevo que responden al intendente de Córdoba, Luis Juez, que después de reunirse con la senadora Cristina Fernández de Kirchner votaron en contra de la iniciativa oficial.

Sin Eduardo Lorenzo Borocotó ni Paola Spátola -ambos conversos al kirchnerismo-, el interbloque de Macri se debate ante una nueva crisis. Pasado mañana, sus diputados debatirán el futuro de Zottos y Sosa en una reunión que promete ser decisiva.

Por Jaime Rosemberg
De la Redacción de LA NACION

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