El presidente de la Cámara de Indumentaria, José Ignacio de Mendiguren, dijo a LA NACION que «existe la voluntad de los empresarios de acompañar el esfuerzo del Gobierno», pero aclaró que «es complicado acordar una canasta por la diversidad de marcas y costos».
En el mismo sentido, el presidente de la Cámara de Artículos de Librerías y Afines, Daniel Iglesias López, sostuvo que la canasta escolar básica «no se puede armar porque todos los chicos necesitan útiles diferentes». El empresario expresó en declaraciones radiales que los precios del sector aumentaron por debajo del índice promedio de inflación de los últimos 12 meses.
De todos modos, para mostrarse conciliador, el empresario dijo que hoy les expresarán a los miembros del Ministerio de Economía que los han citado que «no va a haber sorpresas» con los precios en el inicio del ciclo lectivo.
Al respecto, Mendiguren también aclaró que en el último año los costos subieron en forma importante, con un 19% en la mano de obra y el 11% en los insumos, mientras que el valor a la salida de fábrica «creció el 8 por ciento».
«Lo importante es que la mano de obra no registre aumentos hasta marzo», sostuvo el ex ministro de la Producción.
Por su parte, fuentes del Palacio de Hacienda ratificaron la realización del encuentro, aunque no precisaron si el convenio se firmará hoy o no.
En tanto, la presidenta del Centro de Educación del Consumidor (CEC), Susana Andrada, explicó que «la canasta escolar no aumenta por los útiles, sino por la ropa, los zapatos, etcétera».
Para Andrada, la canasta escolar más económica tendrá este año un valor de entre 110 y 120 pesos, frente a un valor de 85 pesos del año pasado.
Por otro lado, ayer el Gobierno logró cerrar sendos acuerdos con las empresas Johnson & Johnson y Swift, que se comprometieron a congelar precios de cuatro y tres productos, respectivamente.
Febrero, mejor
En este contexto, algunos analistas anticiparon que la inflación presentaría una baja en febrero respecto del mes pasado, con un resultado que no superaría el 1 por ciento.
Según un informe del BBVA Banco Francés, la variación del índice de precios al consumidor se ubicará en un rango entre 0,8 y 1 por ciento. «La desaceleración en el incremento de precios durante febrero se produciría debido a la estacionalidad negativa que históricamente han verificado los rubros indumentaria y esparcimiento», indicaron los analistas del banco de origen español.
La rebaja conjunta de estos dos rubros «tendría una incidencia negativa superior al 0,1 por ciento», se indicó.
Además, el BBVA sostuvo que el resultado del mes pasado, del 1,3%, «es favorable porque disminuyó la inflación subyacente y también fue menor el aumento de alimentos y bebidas».
De todos modos, aclaró que «no puede ignorarse que la volatilidad de la inflación es elevada [40% en el caso de la subyacente], de modo que sería apresurado afirmar que la reciente política de acuerdos de precios ya produjo un quiebre disminuyendo la tasa de inflación tendencial».
En tanto, el presidente de la Asociación de Banco Públicos y Privados (Abappra), Carlos Heller, opinó que la inflación es un síntoma del problema de fondo que representa la mala distribución del ingreso.
«La inflación es como la fiebre de las personas, es un síntoma y los acuerdos de precios sirven para controlar el síntoma, pero no alcanzan a resolver la causa», sentenció el también presidente del Banco Credicoop.
