El oficialismo kirchnerista de la Cámara de Diputados tendrá que ceder posiciones o resignarse a demorar una semana más el tratamiento de dos iniciativas clave reclamadas por el Gobierno, como son el presupuesto nacional para el próximo ejercicio y la prórroga de una serie de impuestos que aportan casi la mitad del superávit fiscal.
Esto se desprende de un sondeo realizado por LA NACION entre los bloques de la oposición, quienes hasta ayer mantenían su dura postura de pedirle al oficialismo una «mayor flexibilidad» para escuchar sus propuestas de modificación de ambas iniciativas.
«Ellos [por el bloque kirchnerista] tienen que exhibir alguna dosis de sensibilidad y escuchar a las minorías, porque si hay inflexibilidad para aceptar nuestras propuestas, nosotros también vamos a ser inflexibles», advirtió Jorge Vanossi, titular de la bancada de Propuesta Republicana (Pro), que, junto a varias fuerzas provinciales, conforma el interbloque Propuesta Federal.
Desde el radicalismo también se deslizó el mismo y amargo mensaje para las aspiraciones del Poder Ejecutivo.
«El radicalismo no va a acompañar ningún tratamiento [de los proyectos] que no vaya acompañado de algunas de las modificaciones reclamadas», afirmó el flamante jefe de la bancada, el rionegrino Fernando Chironi.
El panorama termina de complicarse con la declaración del duhaldista Alfredo Atanasof, quien ratificó la postura de esa facción del peronismo en el sentido de que, por el momento, no dará su apoyo para habilitar el tratamiento sobre tablas de ambas iniciativas si no se aceptan sus reclamos.
En este escenario, el rosarino Agustín Rossi, jefe de la bancada oficialista del Frente para la Victoria, tendrá que afinar su capacidad de negociador para cumplir con los deseos de la administración Kirchner, que quiere ambas leyes sancionadas en la Cámara baja esta semana, preferentemente pasado mañana. Así, le darán al Senado un plazo razonable para poder convertirlas en ley antes de fin de año.
La situación no es sencilla, ya que Rossi debe mediar entre la negativa rotunda del Poder Ejecutivo a aceptar cambios en ambas iniciativas y la situación de poder en la que se encuentra la oposición.
Es que por diversos factores son los diputados de la oposición quienes tienen en sus manos la llave para destrabar el rápido debate de esos proyectos.
El presupuesto parece, a priori, el más accesible, ya que el oficialismo necesita de la oposición sólo para reunir el voto de los dos tercios de los presentes que le permita debatir el proyecto sobre tablas. Esto es así porque el dictamen que el oficialismo había firmado en noviembre último caducó con la renovación parcial de la cámara del último sábado.
Por el contrario, la prórroga de la vigencia de los impuestos a las ganancias, bienes personales y a las transferencias financieras (más conocido como «impuesto al cheque»), entre otros, aparece más complicada.
Al primer escollo de habilitar el tratamiento sobre tablas, el oficialismo deberá sumarle que -tal como lo establece la Constitución Nacional al tratarse de impuestos que se coparticipan con las provincias-, para aprobar el proyecto se requiere mayoría absoluta: 129 votos afirmativos.
La tarea parece ímproba, sobre todo cuando la oposición reclama, en el tema impuestos, cambios que difícilmente el Poder Ejecutivo esté dispuesto a aceptar
Esperanza
Sin embargo, no todas son malas noticias para Rossi. En el diálogo de este diario con referentes de la oposición asomó una luz de esperanza para el oficialismo.
El diputado Esteban Bullrich (Pro) ratificó su pedido de cambios a la ley de impuestos (elevación del mínimo no imponible de ganancias y bienes personales, mayor coparticipación con las provincias de lo recaudado por el impuesto al cheque), pero también dijo que «no se puede dejar al Ejecutivo sin presupuesto».
En la misma sintonía, aunque aclarando que lo hacían a título personal, se expresó el macrista Vanossi, quien recordó que el gobierno del radical Arturo Illia comenzó a caer tras el rechazo del Parlamento del presupuesto.
El socialista Hermes Binner (Santa Fe) se mostró en similar sintonía. Este último aseguró que «es un hecho de responsabilidad de nuestro bloque no dejar al Gobierno sin presupuesto». Cabe recordar que Binner es rosarino como Rossi, con quien mantiene una muy buena relación. «Nuestra postura es de apoyo a la Nación y no colocar palos en la rueda», agregó el diputado socialista y aclaró que «siempre son importantes los consensos».
Si las posturas de no entorpecer la gestión de gobierno de Bullrich, Vanossi y Binner se impusieran en sus respectivos bloques, el oficialismo tendría 28 legisladores que le permitirían discutir el presupuesto.
Por Gustavo Ybarra
De la Redacción de LA NACION
El reemplazo de Balestrini
* Fernando Espinoza juró ayer como nuevo intendente de La Matanza, en reemplazo del flamante presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Alberto Balestrini. La asunción se realizó en una sesión especial del Concejo Deliberante, que tuvo por escenario el atrio de la Catedral de los Santos Justo y Pastor, ceremonia a la que concurrieron más de mil asistentes. Espinoza señaló a poco de tomar posesión del cargo que el proyecto liderado por Balestrini tendrá continuidad en el distrito y aseguró «la creación de los minimunicipios», una propuesta de descentralización comunal.
