Los datos sobre los niveles de actividad se desprenden del Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE), que es el indicador que el Indec difunde a modo de adelanto de la evolución del producto bruto interno (PBI), que se informa en forma trimestral.
Unas horas antes de que se conocieran los datos del Indec, la ministra de Economía, Felisa Miceli, había adelantado que «este año está asegurado un crecimiento superior al 8,5% del PBI» (ver páginas 1 y 2). La anterior previsión oficial era que la economía iba a crecer un 8 por ciento.
La ministra también destacó que «la inversión, según los datos al tercer trimestre de 2005, ya alcanza un valor del 21,7% del PBI». En diciembre de 2004, el Gobierno había informado que la inversión se ubicaba en el 21% del PBI y que su objetivo era subirlo entre 2 puntos y 2,5 puntos.
«Los datos de octubre no hacen más que dar continuidad al crecimiento que se venía registrando durante todo 2005 y superan todas las expectativas, ya que nos van a dejar una suba del PBI para todo el año cercana al 9%, lo que implica duplicar el crecimiento internacional de la economía», señaló Eduardo Fracchia, economista del IAE, la escuela de negocios de la Universidad Austral.
Crecimiento consolidado
Con los datos difundidos ayer, la actividad económica acumuló 35 meses consecutivos de crecimientos interanuales -el último mes con una baja había sido noviembre de 2002, que había cerrado con una caída del 0,2 por ciento.
Además, le permitirá al país cumplir tres años consecutivos con un incremento del PBI superior al 8 por ciento.
El crecimiento de la actividad en octubre estuvo impulsado por las fuertes subas registradas por la industria, que tuvo un incremento del 9,5% en la medición interanual y del 0,7% con respecto a septiembre.
El alza fue aún mayor en el sector de la construcción, que creció un 23,2% contra octubre de 2004 y un 3,9% frente al mes anterior.
Por su parte, el consumo de servicios públicos -en este caso cimentado en la demanda de la telefonía celular- mostró alzas de un 15,5% comparado con un año atrás y de un 0,2% contra septiembre.
«La economía viene creciendo a estas tasas motorizada por sectores como la construcción y la industria automotriz, que después de una baja muy pronunciada en sus niveles de actividad ahora están recuperando el terreno perdido», sostuvo el economista Pablo Rojo.
Efecto arrastre
El fuerte crecimiento de la economía durante este año también se hará sentir en los números de 2006, originando un efecto arrastre que torna muy conservadora la pauta de un incremento de un 4% de la actividad con la que se realizó el presupuesto.
«Para 2006 estamos proyectando un crecimiento del PBI de al menos un 6%, que es una tasa muy importante. Con estos índices, el gran desafío que tiene el Gobierno es cómo moderar la inflación, ya que la demanda agregada sigue creciendo a una tasa mayor que la oferta», expresó el economista Luciano Laspina, de la consultora Macrovisión.
Por su parte, Rojo también advirtió sobre los efectos de un desfase entre los crecimientos de la oferta y la demanda. «Según nuestras estimaciones, en 2006 el PBI va a crecer entre un 5 y un 6%, lo que provoca como efecto indirecto que se acerque cada vez más el cuello de botella en materia de capacidad instalada», manifestó el ex presidente del Banco Hipotecario.
Por Alfredo Sainz
De la Redacción de LA NACION
