Austeridad y reducción del importantísimo gasto público fueron las prioridades autoimpuestas desde el inicio de la gestión del Vicegobernador en ejercicio del Poder Ejecutivo Hugo Omar Cóccaro, para afrontar esta etapa. Con la aplicación de estas medidas, se logró reducir en un lapso de dos meses, en 12 millones de pesos el déficit que arrastraba la Provincia. Es decir de 103 millones de déficit, se lo redujo a 91.
Más de 400 cargos políticos, muchos de ellos con denominaciones insólitas y hasta irrisorias y de dudosa utilidad fueron eliminados, lográndose un importante ahorro que será redirigido a las áreas vitales del Estado: Salud, Educación y Seguridad.
Lamentablemente, el gasto ocasionado por ‘mega eventos’ y el derroche de dinero en absurdos regalos que al fin y al cabo fueron pagados por todos los fueguinos, no tiene vuelta atrás. A pesar que este desmanejo populista era advertido desde diversos sectores, nada se hizo durante el Gobierno del destituido Colazo para revertir una metodología de gestión donde tenían más importancia los viajes de numerosas comitivas de funcionarios y los gastos generados por grandiosos recitales, mientras los hospitales no tenían insumos y las escuelas suspendían las clases por graves problemas edilicios o falta de calefacción, el único avión sanitario provincial era abandonado a su suerte en los Estados Unidos, los proveedores del Estado suspendían sus servicios por falta de pago y por primera vez en la historia la Provincia se echaba mano a un anticipo de las regalías petroleras para afrontar los sueldos.
Los efectos del desmanejo colacista se ven reflejados en un déficit previsto en 91 millones de pesos para el año 2006, donde el ministro de Economía Raúl Berrone anticipó que el presupuesto provincial estaría condicionado a los gastos corrientes que debe afrontar la administración pública, sin la realización de obras públicas y con el pago de deudas ajustado a lograr financiamiento.
Para corrobar las afirmaciones de Berrone, un informe elaborado por el Ministerio de Economía de la Nación posiciona a Tierra del Fuego como la provincia con mayor cantidad de gastos en salarios de empleados públicos del País.