Tres noches de lo mejor de la música local se pudieron disfrutar este fin de semana en Pentagrama Musical, folclore, Tango, Jazz, Blues, rock y Cumbia el domingo con la Casa de la Cultura colmada con jóvenes hasta en los pasillos. La música que se podrá disfrutar en La Licuadora por la 97.9 desde las 9 de hoy lunes en exclusiva porque fuimos el unico medio presente.
Rió Grande- Los que no asistieron a la casa de la cultura a presenciar las tres noches de pentagrama musical se perdieron la posibilidad de ver los mejor del folklore el día viernes, con un Freddy Gallardo que cada vez dice mas cosas y mejor a pura garganta Freddy es uno de los mejores de la música latinoamericana de acá a la vuelta y es bueno de verdad.
Completaron la noche Newen, Los hermanos Pérez, los Hermanos Córdoba, Rubén Baliño un clásico, Nelson Avalos y su expresión patagónica y Pedro Grava. Todos para disfrutar sin altisonancias, con la frescura de lo nuestro.
El sábado fue el turno del bajes, el jazz y melódico denominación que no comparto pero no viene al caso.
Many y Fran una revelación, dos jóvenes que le pusieron alas a temas del maestro Luis Alberto Spinetta todas las hojas son del viento. Una experiencia religiosa escuchar al flaco rondando por la Casa de la Cultura en las voces de chicos que no habían nacido cuando esos temas eran obligatorios en todas las guitarreadas. La versión de Grisel impecable, dulce, suave, increíblemente justa, genial, un placer.
Después vino el turno de La ruidosa Blues Band, como dicen los músicos, ajustadito matadero Blues, Desconfió, Tren de las 16 y Noche negra de Deep Purple levantaron el clima.
Luego llego el Maestro Ink acompañado de Pablo Zapata en saxo y una vez más todo se colmo de música. Juan Salinero un exquisito de la guitarra puso la cuota de genialidad necesaria.
El domingo la cumbia villera copo el escenario con dos bandas y después el rock, poco equipo pero muchas ganas, poco ensayo mucha energía, bien por los chicos, 11 bandas se presentaron a mostrar que hay necesidad de expresión, que tienen cosas para decir y que prefieren esto a no hacer nada. La sala Ángela Loig se mostró repleta, de jóvenes, gente parada, en los pasillos pero ni un solo funcionario municipal presente. Solo Walter Freire haciendo todo y toda la buena predisposición de los chicos de sonido, micrófonos, y seguridad un aplauso para ellos y a todos los que por fin entendieron que hay mucho valor oculto, solo hay que salir a buscarlos.
Que se repita y que vayan todos porque hay público para todos y estos tres días lo demostraron.