Se entregaron certificados del Programa Construcción de Ciudadanía

En la mañana de ayer en las instalaciones del Centro de Gestión Participativa Rvdo. Padre Zink, se llevó a cabo el acto de entrega de certificados de participación del Programa Construcción de Ciudadanía, organizado por el Programa Municipios del Tercer Milenio (M3M), a los alumnos del Colegio Alicia Moreau de Justo (ex Comercio 3)

En el mismo estivo presente representando al intendente municipal Ing. Jorge Martín, su esposa la Prof. Myriam Guillén; quien estuvo acompañada por la Ministro de Educación, Marisa Urdapilleta, quien fue invitada especialmente para compartir este momento; contándose además con la presencia de la Secretaria de Asuntos Sociales, María Ester Martínez; del Secretario de la Producción, Gustavo Melella; del Coordinador de Gabinete, Rafael Naccarato; los encargados del dictado del curso y alumnos del colegio mencionado.
Los colegios de la ciudad de Río Grande que han participado del programa son el Polivalente de Arte; el EMEI; el JIF; y el colegio Alicia Moreau de Justo, siendo en total 800 alumnos los que han participado.
En la ciudad de Ushuaia se desarrolló también el programa, en este caso frente a los delegados de todos los colegios, siendo en total doscientos los alumnos concurrentes; y en éste caso en particular el programa se adaptó de forma tal de poder configurar la etapa de sensibilización y motivación del proyecto Legislatura Joven.
El Programa en sí responde a uno de los ejes estratégicos del proyecto M3M: Participación Comunitaria, y ha sido desarrollado por el personal que revista en este sector del municipio.

En qué consiste
Desde esta área se difunden conocimientos sobre derechos cívicos y sobre las herramientas necesarias para hacerlos valer.
Se realizan cursos y talleres destinados a actores sociales, especialmente jóvenes y adolescentes, que carecen del conocimiento y de los medios necesarios para defender sus derechos, así como también recrear en ellos la cultura de la participación en las cuestiones públicas y comunitarias.
La Constitución, los pactos internacionales y las leyes suelen enunciar numerosos derechos a favor de los ciudadanos. Sin embargo, estas directivas no se aplican, entre otras razones, por falta de difusión pública de éstos y de las herramientas para hacerlos efectivos, así como también por la falta de “ejercicio cívico” en todo lo referente a derechos y obligaciones ciudadanas.

Sobre el Plan de Trabajo
Uno de los componentes enunciados en el Plan Río Grande Sustentable es el denominado Desarrollo Político Institucional identificado como el vértice inferior del denominado rombo de la sustentabilidad.
Sin sustentabilidad Político Institucional es inimaginable la concreción del resto de los componentes de un desarrollo sustentable, los otros tres vértices del rombo: Desarrollo Social – Desarrollo Ambiental – Crecimiento Económico.
El objetivo del programa es promover y fortalecer la participación comunitaria a través de tres ejes, la toma de conciencia y sensibilización de la realidad, la profundización de los planteos y sus posibles soluciones y finalmente la construcción de espacios de poder por parte de la misma ciudadanía con el aprendizaje y utilización inteligente de todas las herramientas previstas en la constitución nacional y provincial de democracia participativa.
Para ello se han utilizado medios audiovisuales de forma de explicar el desarrollo político y socioeconómico de las últimas décadas en nuestro país y en el resto de Latinoamérica.
Se utilizó como base de la etapa de sensibilización y toma de conciencia, la difusión de un informe de Naciones Unidas denominado “La democracia en América Latina”.

Construyendo Ciudadanía desde la Escuela
Nuestra época está signada fundamentalmente por el cambio vertiginoso.
Cambios tecnológicos, cambios en la estructura familiar y social, cambios en los valores que rigen la conducta de jóvenes y adultos. En esta época de cambios superficiales y profundos se hace necesario recurrir a aquello que nos vuelve esencialmente personas.
En nuestra búsqueda llegamos a la raíz ética de la educación, y al analizarla podemos advertir que entre formación ética y formación ciudadana hay una fuerte implicación. Hoy podemos afirmar que formar personas es formar ciudadanos y los docentes deben asumirlo como su responsabilidad.

Ciudadanía y socialización
En un mundo políticamente homogeneizado por el neoliberalismo se abre un abismo entre los intereses del individuo y el beneficio de la comunidad, que no hace fácil la tarea de dar respuesta a una pregunta que sin embargo es de capital importancia para la educación: ¿cómo se hace para que los alumnos se interesen por el problema moral?
Una manera de ir al encuentro de la respuesta sería volver la mirada hacia el proceso de socialización: cada miembro de la sociedad tiene un sentido de pertenencia que lo liga a sus semejantes. Es en la defensa y el refuerzo de esos lazos que la educación debería poner su acento para alcanzar el interés de los alumnos por la moralidad.
La educación hace que el niño se sienta miembro de comunidades de diferente extensión, desde la familia a la nación y la humanidad.
Podríamos creer que la primera tarea de la educación moral es formar al niño como ser humano y luego inculcarle los valores de la ciudadanía, sin embargo ambas cosas no pueden hacerse por separado, ya que en el proceso de socialización se hace imperativo transmitir de diversas maneras el sentido de pertenencia a una sociedad, y en esa tarea es indispensable el tratamiento de valores que tienen directa relación con la noción de ciudadanía. De aquí que se haga posible sostener la afirmación inicial: formar personas es formar ciudadanos.

El nuevo papel de la escuela en la formación de ciudadanos
El ámbito escolar es de fundamental importancia en la formación de la personalidad individual, de manera que podemos afirmar que las actitudes de un adulto frente al gobierno y las obligaciones civiles están fuertemente relacionadas con sus experiencias escolares.
Una escuela que forma ciudadanos solidarios y responsables se apoya tanto en las actitudes de los profesores y maestros como en los contenidos científicos para lograr la formación integral sustentada en principios éticos.
La educación necesaria para lograr la formación de un ciudadano responsable y solidario debe en primer lugar ser niveladora, permitiendo a cada individuo apropiarse de los saberes y aptitudes necesarios para insertarse en la sociedad según las características de su singularidad se lo permitan.
La escuela debe ser el lugar donde se promueva el interés por el otro, la resolución de conflictos a través del consenso y el respeto por las diferencias individuales.
Debemos asumir como propia la responsabilidad de que cada alumno pueda sacar el máximo provecho de las oportunidades que el sistema educativo le brinda, despojándonos de todo resto de discriminación y fomentando la participación crítica que tienda a la formación de ciudadanos que en el futuro puedan cumplir la utopía de integrar una comunidad de hombres libres e iguales.

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