Hacerse cargo

Cuando hace unos años, algo así como 18, empecé a trabajar en los medios entendía que esto se trataba de un conjunto de cosas que unidas podían generar una nueva instancia en eso de informar. Quizás lo mas claro que tenia en aquel entonces era que no se podía subestimar a la audiencia, aunque por mucho que hiciera jamás lograría que todo el mundo estuviera de acuerdo con lo que pensaba, con lo que preguntaba, ni con lo que hacia.

Cuando hace unos años, algo así como 18, empecé a trabajar en los medios entendía que esto se trataba de un conjunto de cosas que unidas podían generar una nueva instancia en eso de informar.
Quizás lo mas claro que tenia en aquel entonces era que no se podía subestimar a la audiencia, aunque por mucho que hiciera jamás lograría que todo el mundo estuviera de acuerdo con lo que pensaba, con lo que preguntaba, ni con lo que hacia.
El paso del tiempo se fue encargando de darme la razón, en parte.
Hace cuatro meses decidí que era tiempo de tener una pagina de Internet porque aun con el programa y la respuesta de la gente seguía faltando algo, ese algo era un contacto mas fluido con aquellos que esperan siempre un poco mas y basado en el precepto, informar, formar y entretener, llego lalicuadoratdf.com.ar.
Me es muy grato despertar cada día darme cuenta que en ese tiempo mas de 95.000 personas nos eligieron para saber de que se trata todo esto y parte de esa respuesta se debe a esta columna de opinión en la que cuando puedo trato de decir las cosas que pienso de la manera que puedo.
Podría yo detenerme en aquellos que acostumbrados al pan y circo insisten con llevarme para ese lado, o los que siguen pensando que somos todo lo mismo, o peor aun, los que confunden todo e insisten subestimándome a diario, pero ya esta, después de casi 20 acá y de ver subir y caer a tanta gente, e notado que muchos ya se dieron cuenta de eso.
No subestimo a nadie, y lo que me hace mas feliz cada DIA es el saber cuantos somos los que pensamos que se puede cambiar aunque sea un poco este ambiente tan viciado, que se puede informar sin subestimar a nadie, que se pueden decir las cosas sin ser un obsecuente, que se puede vivir del periodismo, sin entregar el alma al diablo, sin burlarse, sin tomarle el pelo a aquellos que solo buscan saber, estar al tanto, enterarse en definitiva, respeto como ciudadanos, sin ser juez y parte.
Para muchos estos son preceptos pasados de moda, hay que “agarrarla como sea”, zafar, salvarse, manotear, bueno nunca dije que este era un trabajo para hacerse rico, los periodistas ricos siempre me generaron suspicacias, sospechas. Igual que aquellos que de un día para otro se dan cuenta que acá la guita fácil no existe.
Pero en fin esta columna solo tiene por objetivo agradecerles el hecho de haber confiado, de haber hecho posible algunos cambios, quizá suene grandilocuente el corte del programa de radio que dice “el programa que todos escuchan aunque nadie lo diga”, podría decir de esta pagina algo similar, la paginas que muchos leen aunque nadie lo diga, pero no, me conformo con saber, mas allá del numero, que todas las mañanas hay muchos de ustedes que ingresan aquí por una sola razón.
El respeto mutuo y la confianza pero además porque somos el único medio que tiene una columna de opinión donde mal o bien dejo clara cual es la postura, la idea, el fin. Me hago cargo de lo que digo, le pongo mi firma porque aunque para muchos eso sea apenas un gesto, una acción para mi tiene mucho valor y entendí con el paso de los años que para ustedes también.
Aprendí que hay críticos desde el resentimiento y el fracaso, que hay quienes creen haberme usado, que también hay quienes creen que pueden engañarme, o burlarse, ocultarme lo que pasa, amenazarme, presionarme, pero todo eso pasa y al final la verdad es una sola, y ustedes la conocen tan bien como yo, no existe ni la exclusiva, ni la primicia, eso es solo cuestión de tiempos, menos aquí en Tierra del Fuego, no somos ni mas rápidos ni mas exclusivos, pero ustedes ingresan a este sitio todos los días por una sola razón, saben que les digo la verdad, que no me guardo nada y que quienes colaboran conmigo piensan exactamente igual, que el funcionario y el barrendero tienen la misma importancia y lo hemos demostrado, día a día, paso a paso
Por todo eso muchas gracias a quienes todos los días eligen esta forma de hacer periodismo, ni mejor no peor, pero si diferente. Ni nuevo, ni viejo, solo periodismo. Sin ustedes nada de esto hubiera sido posible.

Armando Cabral
29/11/05

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