Las prácticas clientelísticas que ejercen los principales partidos políticos se multiplican en el Gran Buenos Aires a medida que se aproximan las elecciones legislativas del 23 del actual. Así lo comprobó LA NACION en varias recorridas por el conurbano. Las denuncias sobre estas prácticas se reproducen entre los referentes del Partido Justicialista, que postula a Hilda González de Duhalde, y del Frente para la Victoria, liderado en las listas por Cristina Fernández de Kirchner.
No son sólo denuncias entre las listas que se enfrentan. LA NACION recogió testimonios de personas que, dos meses antes de las elecciones, afirmaron haber recibido electrodomésticos, materiales de construcción y hasta cheques de entre 300 y 500 pesos.
En Florencio Varela, una mujer que se identificó por su nombre de pila, Argentina, recibió un subsidio por 300 pesos, el 14 de septiembre último. El cheque, por pagar de la cuenta 2600-1878/4, que lleva el número de serie 24536583, corresponde al Senado de la provincia de Buenos Aires, que preside la duhaldista Graciela Giannettasio.
El subsidio llegó a su casa, en un asentamiento de calles de tierra, donde se multiplican las casas de chapa y las viviendas sin revoque, una semana antes de la visita de Hilda Duhalde y de Giannetassio, el 23 del mes último.
No fue la única beneficiada con un subsidio. Mónica, desempleada y madre de cuatro hijos, recibió 400 pesos, según confesó en un relato que fue grabado por LA NACION.
Romina también recibió 400 pesos. Casa de por medio, Cristina, otra habitante de aquel asentamiento, recibió un cheque por 300 pesos. A pocas cuadras, las dos hijas de Betty tuvieron más suerte: una recibió 400 pesos y la otra, 500.
«A mis hijas, que viven en el barrio Ricardo Rojas, les dieron 400 y 500 pesos para comprar camas y zapatos», relató Betty, que, al igual que sus vecinas, pidió que no se mencionara su apellido por temor a represalias. «Eso lo manda Giannettasio», destacó.
Estos cheques y otras decenas de subsidios, según pudo saber LA NACION, también llegaron a los barrios Rojas, Santa Marta, Villa Hudson, Don Orione y Bosques.
«Los habitantes de los barrios de Florencio Varela nunca antes habían recibido subsidios personales. Hace veinte días nos informaron los vecinos que habían llegado cheques de entre 300 y 500 pesos», denunció el primer candidato a concejal por el kirchnerista Frente para la Victoria, Héctor Salatino.
Silencio
Giannettasio no contestó las reiteradas llamadas de LA NACION para hablar de este tema, pero un colaborador de la vicegobernadora finalmente accedió a hablar y desvinculó la entrega de subsidios de la actual campaña. Sostuvo que, en rigor, se trata de una modalidad que se realiza regularmente en forma independiente de las elecciones y que su pago está contemplado en una ley.
En el Senado bonaerense explicaron que los subsidios corresponden a la ley 12.575, que establece un fondo de sustento para las instituciones de bien público, municipios y desarrollo social.
Este fondo fue creado para otorgar subsidios, subvenciones o becas no reintegrables a instituciones o a personas físicas. La ley establece que se deberá especificar claramente el destino de los subsidios. Por este motivo, los beneficiarios de los subsidios deben escribir una carta dirigida a Giannettasio en la que deben precisar la lista de pedidos.
Desde el kirchnerismo
Mientras tanto, en otros barrios del Gran Buenos Aires, y también en coincidencia con la realización de los comicios legislativos del 23 del actual, los ciudadanos no recibieron cheques sino electrodomésticos, aunque en este caso de manos del gobierno nacional.
Uno de los casos tuvo como protagonista a Verónica, de 30 años, madre soltera de tres hijos, docente y actualmente desocupada.
El 25 de agosto último, según relató a LA NACION, una asistente social tocó a la puerta de su casa en Los Hornos, en las afueras de la ciudad de La Plata. Traía un lavarropas marca Trevi, una estufa eléctrica y dos rollos de membranas para reparar las goteras del techo. Dejó los electrodomésticos y el material de construcción. Y sugirió, sólo sugirió, que no estaría nada mal si la acreedora de esos valiosos bienes resolvía asistir a un acto de la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, que tuvo lugar el 30 de agosto, en el Club Capital Chica de su barrio.
«Me doy cuenta de que me están usando. Realmente me parece bastante hipócrita entregar la mercadería dos meses antes de la elección. ¿Por qué no vinieron antes? Después del 23 de octubre, ¿quién se va a acordar de nosotros?», afirmó Verónica a LA NACION.
Visita oficial
La primera visita que recibió Verónica fue de una asistente social que se identificó como profesional del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, el 11 de agosto último. En esa oportunidad, la funcionaria le preguntó si tenía televisor, cocina, heladera, cuna para el bebe, lavarropas, estufas…
La mujer detalló, en ese momento, sus necesidades: una cocina y un lavarropas. Pero lo más importante, aclaró, era un puesto de trabajo.
La representante oficial le aseguró que volverían a visitarla dentro de 45 días para cumplir con sus pedidos.
Lo hicieron antes: el 25 de agosto, un camión que no tenía identificación oficial alguna dejó los electrodomésticos en la puerta de su casa. Finalmente, Verónica no recibió ninguna cocina, como había pedido, pero sí el lavarropas, una estufa y una membrana, que, en rigor, no resulta suficiente para arreglar todas las goteras en el techo de chapa de la casa.
Una persona que se identificó como trabajadora del Ministerio de Desarrollo Social le pidió entonces a Verónica una fotocopia de su documento de identidad y la firma en un recibo. Días más tarde la visitó otra persona del Club Capital Chica y la «invitó» al acto que presidió Alicia Kirchner. Ella asistió.
«Tomo lo que me dan, pero no los voy a votar a ellos», dijo Verónica en alusión a la candidata a senadora Cristina Kirchner.
En otros barrios de la periferia de La Plata, como Villa Alba y El Churrasco, los vecinos también recibieron electrodomésticos que, según destacaron, fueron enviados por el ministerio que encabeza la hermana del Presidente.
«La entrega no es discrecional -admitió a LA NACION un vocero del Ministerio de Desarrollo Social-. Esto no ocurre por la proximidad de los comicios legislativos. Esto se hace regularmente, en tiempo electoral o no. Pero ahora, como hay elecciones, es cierto que se puede prestar a todo tipo de interpretaciones», reconoció.
Por María José Lucesole
De la Corresponsalía La Plata
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