Desde tiempos inmemoriales el hombre ha tratado de mantener sus dichos como verdades incontrastables, indiscutibles, inamovibles, pero siempre, siempre y sin solución de continuidad ha aparecido alguien para desmentirlas. Esto podría calificarse como el duro trabajo de desmentir.
Y nosotros no somos ajenos a eso, lamentablemente para los desmetidores vienen de fracaso en fracaso, porque como siempre decimos la realidad es una sola, y esta ahí, siempre desde el comienzo de los tiempos.
Se la puede manipular de millones de maneras pero inevitablemente saldrá a la luz y cuando eso ocurre, ni el más capaz de los desmentidores puede enfrentársele.
La realidad no necesita explicaciones, es la realidad y por mucho que pueda dolerle a aquellos que tratan de ocultarla nada evitara que se conozca.
En los últimos tiempos y tratando de mezclarnos con esto que pasa, algunos novatos de la política, y otros no tan novatos han tratado de desmentir informaciones, apreciaciones, dichos, en fin prácticamente todo aquellos que es tan real que termina apabullándonos.
Ocurre que la realidad es producto de una sucesión de hechos encadenados que tienen una resultante. Y esa resultante no puede sino reflejar todos esos sucesorios que nos dan como resultado, una noticia, un personaje, un protagonista. Obviamente siempre cuando esa realidad sale a la luz el que se ve descubierto en acciones non santas intentara por todos los medios desmentir, negar, aducir, excusar, en fin tratar de zafar de la mejor forma.
Pero basados en la cadena de hechos eso es poco menos que imposible. Los antecedentes te entregan atados de pies y manos a la opinión pública. Las acciones refrendan esa entrega y los dichos y actitudes terminan la faena.
Nuestra tarea es mezclar todo eso y servirlo en bandeja para que la comunidad se entere que tal o cual personaje no es ni por asomo lo que quiere aparentar, muy por el contrario esta en las antípodas de lo que piensa y dice.
Como se hace entonces para volver de esa situación en que ha quedado desnudo ante quienes por ahí pensaban votarlo, ungirlo gobernador, presidente de una asociación, lo que fuere, se sale a desmentir, no importa a quien, no importan los argumentos, no importan las excusas, no importa nada hay que negar todo.
Pero ante la desmentida impune queda una sola arma el archivo y esta probado que en Tierra del Fuego, pocos pasan el archivo. Mucho menos las actitudes ocultas, esas son imposibles de eludir. Por lo menos para quienes seguimos de cerca de los que quieren venderse a cualquier precio, a aquellos que devienen democráticos de la noche a la mañana. Es casi un placer dejar en ridículo a los que se creen vivos, a los que la van de rápidos, de avivados, de langas, a los políticamente correctos.
Esos ya no aparecen por aquí, no tienen argumentos, un caso patético fue la supuesta reunión secreta de algunos dirigentes de un partido provincial que quisieron pasarse de listos negociando a espaldas de la comunidad un apoyo al presidente de la Nación que al ser descubiertos trataron de plantear como una presentación protocolar que con el paso de los días fue mutando en una entrega mas de una supuesta independencia política que en realidad nunca existió.
Llovieron las desmentidas, las explicaciones, las excusas, todo tipo de argumentos, el quite de saludos en fin lo habitual, pero la realidad es incorruptible y así no enteramos que los pingüinos habían convencido a otro supuesto independiente para que se sumara a las huestes del kirchnerismo.
En fin los rebatidores de realidades son cada vez menos y cada vez quedan más expuestos.
Es de suponer que empiecen a pensar dos veces antes de desmentir la realidad quizás a muchos logren engañarlos pero a nosotros nos engañan cuando nosotros queremos. De vivos estamos llenos.
Diez y siete años en esto nos dan autoridad como pare decirles a otro mono con esa banana.
Armando Cabral
20/10/05