Son cifras que podrían describir mejor a Las Vegas, una ciudad que vive del juego, que a una economía que se recupera laboriosamente de una de las peores crisis de su historia. Pero los números no mienten. En la Argentina no sólo hay 140 casinos, 59 bingos y 31.174 tragamonedas habilitados, sino que antes de fin de año se habrán apostado más de 12.000 millones de pesos, es decir, un promedio de casi 1.400.000 pesos por hora.
No se trata de un fenómeno circunscripto a la Capital, sino que está extendido a toda la geografía del país. El crecimiento de las apuestas en algunas provincias, como Mendoza, alcanzó picos del 50 por ciento en los últimos tres años. En la provincia de Buenos Aires la quiniela recaudó durante 2004 unos 120 millones de pesos.
El interventor del Instituto de Loterías y Casinos bonaerense, Franco Laporta, adelantó a LA NACION que para este año prevén disponer de 200 millones de pesos más que en 2004 para destinar a salud, educación y desarrollo humano. Para este año el organismo prevé disponer de 701.430.526 pesos, cuando en 2004 enviaron a las áreas mencionadas 557.589.913 pesos.
«Hay que calcular unos 100 dólares por persona y por año», dijo a LA NACION el presidente de la Asociación de Loterías Estatales Argentinas (ALEA) y titular de la Lotería de Neuquén, Alfredo Mónaco. Atento a ese cálculo, en el país se juegan 3700 millones de dólares, es decir, casi 10.000 millones de pesos. El crecimiento excepcional que parece darse en todos los distritos, al menos en los primeros siete meses del año, explicarían aquel superávit.
El propio Mónaco trazó algunos puntos de comparación: «En Europa las apuestas llegan a 45.000 millones de dólares anuales; en los Estados Unidos, a 35.000 millones. Y en América latina debemos andar por los 5000 o 6000 millones». ¿Es posible, entonces, que sean reales aquellos niveles de juego en nuestro país? La respuesta corre por cuenta del presidente de ALEA: «En la Argentina el juego está muy bien explotado. Debe pensarse que en Brasil no hay casinos, y que Chile ahora está a punto de licitar zonas para instalar de 10 a 15 salas. Para nuestro país la competencia es, por ahora, Punta del Este».
En la Argentina, hay 140 casinos, 59 bingos y 31.174 máquinas tragamonedas oficialmente registradas. En la actualidad, las unidades de juego que más han aportado al crecimiento del volumen de dinero apostado son, precisamente, los slots, que han alcanzado ya los niveles de los ingresos provenientes de la quiniela, el juego por excelencia para la inmensa mayoría de los argentinos.
La magnitud del volumen de lo que se juega es impactante. Tanto que, a modo de comparación, la cifra total de lo que la gente apuesta en la Argentina -en función de los datos proyectados para 2005- duplica el presupuesto de la Capital, que es el tercero, detrás del de la Nación y del bonaerense.
Que los casinos son un gran negocio es un hecho que, por caso, ha llevado a una provincia en la que estaban prohibidos a abrir, por estos días, una licitación para instalar tres en su territorio: Santa Fe. En Córdoba actualmente hay 8 casinos en funcionamiento (Carlos Paz, Corral de Bustos, Embalse, Laboulaye, Traslasierra, Miramar, La Falda y Río Ceballos), y la cantidad de concurrentes a sus salas fue récord en 2004.
En esa provincia la explotación de tragamonedas fue concesionada en marzo del año pasado. La empresa ganadora (del grupo Roggio) ya explota máquinas en al menos once ciudades -excluida la capital cordobesa- y, por contrato, está obligada a construir cinco hoteles, de los cuales ya inauguró el primero, en Río Ceballos.
Córdoba prevé obtener en 2005 utilidades por 63 millones de pesos, a ser transferidas al Ministerio de la Solidaridad, para acción social.
Cuyo: turismo y juego
En Mendoza también fue significativo el crecimiento del juego en el trienio 2003-2005. Por la explotación de los casinos de Mendoza y San Rafael la provincia obtuvo, por cobro de canon, 85.706.813 pesos en 2004. Este año, y hasta julio, ya lleva $ 78.184.561, por lo que la proyección arroja una cifra de 134.030.676 pesos. El titular del Instituto de Juegos y Casinos de Mendoza, Miguel Alonso, dijo a LA NACION: «El crecimiento de la recaudación de casinos ha sido impresionante y coincide con el despegue turístico de la provincia». Alonso dijo que este año prevén disponer de 50 millones de pesos para acción social.
Los dos motores
Entre la Capital y la provincia de Buenos Aires, se concentra el 90% de las apuestas. Lotería Nacional SE, pese a que LA NACION se lo solicitó por escrito y por vía telefónica, no dio a publicidad los últimos datos estadísticos. Según el Indec, la recaudación proveniente de los juegos administrados por Lotería Nacional fue, en 2003, de 4.894.375.00 de pesos. Y se pagaron por premios 4.049.521.000 de pesos. Hubo en ese período 758.301.000 apuestas, sin contar casinos, máquinas tragamonedas y el hipódromo de Palermo, donde están los slots.
En 2004, los ingresos netos del casino flotante fueron de 460,9 millones de pesos, mientras que el canon pagado en concepto de permiso de explotación fue de 84,8 millones de pesos, según los números que dio a LA NACION la empresa. Pero como lo que se paga en premios orilla el 80%, se deduce que lo que la gente apostó en el casino flotante alcanzó el año pasado unos 2060 millones de pesos. Según estimaciones extraoficiales, en ese mismo período las tragamonedas aportaron al total 1700 millones. Otros 2000, aproximadamente, corresponden a bingos, la Quiniela y a los tradicionales juegos «poceados»: Quini 6, Brinco, Loto, Telekino, etcétera.
En la provincia de Buenos Aires el juego también está en franca expansión. El ILC prevé un aumento de al menos el 25 por ciento. Según consta en la página web del instituto, las ventas totales por el juego llegaron a 2.695.413.794,68 pesos en 2004. En la proyección, la cifra alcanzaría los 3.390.715.162, 68 pesos en 2005.
Ese número es mayor si se lo «compatibiliza» con el método de lectura de los ingresos por apuestas usado para el cálculo en Capital. Es que con las tragamonedas se da que la misma máquina «paga» el premio en la resolución inmediata, y al Estado ese dinero no le llega, pues va directamente al apostador. Para la estimación se usa una «fórmula financiera» por la cual se prevé que lo apostado durante 2005 en la provincia de Buenos Aires, en bruto, alcanzará los 5500 millones.
La provincia aporta el 45% del total al país, asegura La Porta. Así, y en función de los datos estimados en su distrito, también se llega a que en el país, en 2005, se apostarán 12.200 millones de pesos.
Más de 33 millones por día, 1.392.694 pesos que, cada hora, salen de los bolsillos de personas que esperan, al ver correr la bola en la ruleta, o al apuntar las series numéricas que ofrecen los bolilleros, ese golpe de fortuna que les cambie la vida para siempre, que los vuelva ricos. Una ilusión de millones que alimenta un negocio inmenso.
Por Fernando Rodríguez
De la Redacción de LA NACION