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Aunque con un tono marcadamente más grave que en la mayoría de sus actos, en esta autoproclamada campaña con vistas a obtener un buen resultado en las legislativas de octubre, el presidente Néstor Kirchner sigue tomando para sí la difusión de los números que entrega la economía cuando hay mejoras. Así, en un acto en la Casa Rosada, reiteró este mediodía -en la misma línea que lo adelantó el viernes pasado- que el índice de desocupación en junio se encontró “casi en el 11 por ciento o en el 11 por ciento”.
De este modo, el Presidente fue un poco más lejos que el ministro de Economía, Roberto Lavagna, que en un encuentro con empresarios la semana pasada había asegurado para el mismo período un indicador “fuertemente por debajo del 12 por ciento”. Todos estos datos computan a los beneficiarios de planes sociales como empleados; de no ser así, las cifras serían mayores.
De todas formas, tanto el ministro de Economía en su momento como Kirchner hoy advirtieron que en el promedio del segundo trimestre la desocupación estará en el 12,1 por ciento.
Esa cifra ya implicaría una mejora respecto del segundo trimestre del año pasado, cuando el desempleo fue de 14,8 por ciento. En caso de confirmarse, habría una baja de 3 puntos porcentuales.
En el primer trimestre de este año, la desocupación era del 13%. Cada punto de baja de la desocupación involucra a unas 150.000 personas.
El dato revelado por Lavagna, en un seminario organizado por el Consejo de las Américas, había generado un leve malestar en el ala política de la Rosada porque el Presidente quiere ser la voz de cada anuncio positivo. No obstante, no hizo mella y la relación Lavagna-Kirchner sigue marchando sobre ruedas.
En el acto en la Rosada, en el que entregó subsidios para el municipio bonaerense de Moreno, Kirchner se mostró serio y medido. Y sin arengas de campaña, aunque también volvió a algunos de los tópicos que está recorriendo insistentemente en cada acto.
«Tenía un país desvastado, absolutamente desvastado y con muchísimas asignaturas pendientes. Me armé con todas las fuerzas, con todo el margen de reflexión. Estamos trabajando fuertemente para que Argentina siga creciendo”, afirmó.
Y lanzó algunos dardos hacia la oposición. Por ejemplo, enfatizó que no se dejará «intermediar por la corporación política», ni tampoco aceptará «acuerdos corporativos» para seguir desarrollando sus políticas de gobierno.
Fuente Diario Clarin