“¿Hay suficientes mujeres que están recibiendo dinero para hacer crecer sus empresas?”. Esa fue la pregunta que se hizo en 2012 Susana García Robles, directora de inversiones y coordinadora de las iniciativas de género en el BID Lab. A partir de ese interrogante (cuya respuesta sabía que era un “no” rotundo), surgió la iniciativa WeXchange, un programa que busca potenciar a emprendedoras de ciencia y tecnología para hacer crecer sus startups mediante mentoreo, capacitación y entrenamiento.
WeXchange es el foro anual más importante de mujeres emprendedoras en STEM de América Latina y el Caribe, es decir, en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Este año se realizará en Paraguay, entre el 13 y 14 de noviembre. Este jueves se lanzó la convocatoria para anotarse a su séptima edición, que cuenta con el apoyo de Microsoftpara Startups y BID Lab (el Laboratorio de Innovación del Banco Interamericano de Desarrollo). Habrá tiempo para inscribirse hasta el 31 de julio.
Durante el foro se dará la oportunidad a las participantes de ampliar su red de contactos, conocer posibles inversores, y participar de la Pitch Competition, en la cual seis finalistas concursarán por la posibilidad de conocer de cerca a inversionistas, mentores y otros emprendedores de toda la región, y obtener premios que ayuden al crecimiento de su startup.
Sobre los inicios del proyecto, Robles recordó: “La tesis coincidía sin importar el continente o el país. A las mujeres nos había costado más emprender porque tradicionalmente habíamos estado casi 100 por ciento encargadas de responsabilidades familiares, que sin quererlo nos tiraba un poco para abajo porque no estaba compartido con el hombre».
«El objetivo es democratizar el acceso a financiamiento a emprendedoras de la región que tienen startups en ciencia y tecnología”, explicó durante la presentación ante la prensa de la próxima edición del foro, que tuvo lugar en las oficinas de Microsoft Argentina.
Allí también estuvieron presentes dos participantes exitosas del programa: Sally Buberman, CEO y cofundadora de Wormhole, una compañía dedicada al desarrollo de soluciones tecnológicas para potenciar el desarrollo de capital humano, y Victoria Simón, también cofundadora y directora de marketing (CMO) de Alquilando.com, una herramienta para facilitar el alquiler de viviendas a largo plazo.
Simón contó su experiencia en el programa y remarcó que, entre otras cosas le enseñó a “dar un pitch en inglés sin tener miedo, presentarse ante inversores y conectarse con potenciales inversores internacionales. “Tuve mi primera ronda de inversiones y empezó una carrera de crecimiento”, contó. También, remarcó que de esta forma pudo “conocer a otras emprendedoras que estaban viviendo lo mismo” que ella, y así poder potenciarse entre sí.
Buberman enfatizó que “hoy en día trabajamos con compañías monstruosas en toda la región, y cinco años atrás no te digo que nunca lo hubiera logrado, pero hubiera sido mucho más difícil». «Eso es gracias a una red de contactos y trabajar en conjunto con las organizaciones que están dispuestas a ayudarte”, sostuvo.
Por su parte, Mariano Amartino, director de Startups de Microsoft América Latina, resaltó que “hay que marcar que hay diferencias de género” en el mundo del emprendedurismo, y la necesidad de solucionar ese problema.
“Cuando mirás el número de hacia dónde va el capital, te das cuenta de que hay un desbalance de género: es imposible estadísticamente que cuando menos del 10% del total de las inversiones van a las mujeres no haya una cuestión de género. Cuando mirás el talento puro que surge de universidades, no hay un desbalance de 92% a favor de los hombres contra mujeres”, comparó.
En diálogo con BAE Negocios, Amartino remarcó que “sólo 8% del capital invertido por fondos de inversión en emprendimientos de tecnología va a startups liderados o cofundados por mujeres. El resto va a emprendimientos fundados exclusivamente por hombres”. Por otro lado, sostuvo que “entre 28 y 30 por ciento de los emprendimientos a nivel regional tienen una mujer dentro del equipo fundador”, y en ese marco, “a medida que subís en la escala de empresas que sobreviven”, la presencia de empresas fundadas por mujeres “se va reduciendo, por una dificultad de acceso a capital, entre otras cosas”.
Aún así, consultado por este medio sobre los efectos de la situación económica actual sobre el emprendedurismo liderado por mujeres, consideró que “a nivel macro, estamos en un momento excelente” para desarrollar estas startups.
“Por primera vez tenemos una ley de emprendimientos y de economía del conocimiento”, remarcó. Esta última, aprobada en mayo de este año, apunta a potenciar la producción en ciencia y tecnología. “Se están creando los fundamentos para que exista competitividad de igual a igual con otros mercados. Después queda ver cómo crece el mercado argentino y latinoamericano, pero cuando veo el talento que hay acá, yo soy optimista”, planteó Amartino, y resaltó que a esto se suma que hoy en día “hay un montón de iniciativas como Wexchange que tratan de arreglar el desbalance de género a nivel regional”.
El trato diferencial en el emprendedurismo
Ante la consulta de BAE Negocios sobre si alguna vez se encontró con trabas en el camino por ser mujer, Buberman aseguró que si bien en América Latina nunca sufrió un trato diferente, sí le sucedió en Estados Unidos. “En San Francisco me reuní con alguien de una empresa bastante grande con un mercado similar al nuestro. Desde el momento en que me agenda me dio 15 minutos de reunión. Cuando llego se empezó a hacer el canchero por ser hombre, y ya me la vi venir. En la conversación me empezó a decir ‘qué tierna, ¿vos hiciste la empresa?’. Faltaba que me trate de estúpida”.
Ante esta actitud, la cofundadora de Wormhole decidió jugar con las mismas reglas: “En un momento me planto y le digo: ‘Disculpame, ¿cuántos empleados tenés? ¿Cómo les pagás el sueldo? Porque hasta donde sé es todo con inversiones que recibiste. ¿Qué vas a hacer si no vendés? Yo pago todo con lo que genero todos los meses’. A partir de ahí, nunca más. No tenés que dejarte intimidar«, relató. También recordó que en otras ocasiones, en medio de una reunión con su equipo, al hacerle preguntas a empresarios estadounidenses «se daban vuelta y le contestaban a mis socios».
Robles, en tanto, agregó que en los inversores hay un “bias oculto” al hacer preguntas a hombres y a mujeres: en el primer caso, se les suele preguntar sobre «cómo harán crecer» su empresa, mientras que a las emprendedoras se les consulta “¿Cómo vas a controlar el riesgo?”. “Las respuestas podrían ser las mismas, pero en ellas se piensa ‘no va a lograrlo’”. En este sentido, remarcó: “El día en que no tengamos que hacer un WeXchange es el día en que voy a abrir una botella de champagne”.
Bae negocios.