Temari aseguró que «El papel de la Legislatura es confuso. Por un lado hablan de protección ambiental y de la biodiversidad generando leyes como la de guardaparques pero terminan avalando la caza del guanaco que es una especie en peligro de extinción. Es una ley sin fundamentos, sin estudios previos, sin análisis de organismos técnicos ni el aval de académicos o científicos que de hecho salieron a manifestar sus críticas al texto sancionado. ¿Cómo podemos entender que una ley salga, no sin el consenso, sino sin el más mínimo acabado y fundamentado estudio que avale lo que dice el autor de esta barrabasada?».
Finalmente, Temari apuntó contra el impulsor de la Ley, el legislador Pablo Blanco. «Se encarga de hacer la presentación de un proyecto que no tiene fundamentos, no tiene los avales académicos o científicos y hasta gente vinculada a funcionarios del Ejecutivo critican el texto. ¿No hicieron siquiera una ronda de consultas? ¿Y el debate en comisión? Este es el ejemplo paradigmático de una ley improvisada».