“Hay que estar en las polleras de Fabiana Rios para gobernar Tierra del Fuego, o en los pantalones de Binner para gobernar Santa Fe”

Tras aclarar que la coalición con el socialismo sigue en pie, pese al apoyo de este partido a la ley de medios, dijo que Kirchner quiere controlar dos tercios de los medios y atemorizar al resto. —Usted dice que van a conversar en los próximos días con Rubén Giustiniani para definir una estrategia. Pero, en los días previos a la votación, ¿no habían discutido cuáles serían los límites aceptables para votar o no la ley?

Conversamos, inclusive la semana pasada la conferencia que hace nuestro partido con el PRO, luego la Coalición Cívica y luego el socialismo, plantearon estos límites. El socialismo planteó dos ejes: el de las telefónicas y el de la autoridad de aplicación. Pero lo que nosotros queremos es debatir este proyecto desde lo ideológico, porque desnuda la ideología de un gobierno que es autoritario.

—La presidenta del bloque socialista, Silvia Augsburger, dijo el otro día que si la oposición se hubiera quedado en el recinto habría podido ganar la votación en algunas cuestiones cruciales, como la revisión de licencias.

—Puede ser, en eso quizás tenga razón Silvia. El problema es que lo que no había que hacer era acceder a votar en general. Porque los partidos progresistas no pueden quedar confundidos en que, porque sacan las telefónicas, el proyecto está bien. Éste no es un tema en que, si yo tengo 24 diferencias y me aceptan 12 cambios, partimos en la mitad. Éste es un tema que, en términos de la libertad de expresión, hay que garantizar que no esté sometida al arbitrio ni del poder político, ni del poder económico.

—La eliminación de las telefónicas contribuyó a eso.

—En todo caso, es para poner algún límite en la transferencia de posición dominante de un grupo económico a otro. Resuelve eso, tal vez. Pero acá está intacta la matriz ideológica del gobierno en la ley, en la cuestión de la autoridad de aplicación y las normas que se desprenden de ello. Que es la falta de independencia: de siete miembros, cinco va a tener el gobierno; se garantiza las normas de otorgamiento y revocación de licencias. No hay normas de procedimientos para sanciones, no están establecidos los tipos definitorios de las conductas infractoras, con lo que se deja todo librado al arbitrio del Poder Ejecutivo. El tema del defensor del público es un sistema de autorregulación en el mundo. Incluso queda vigente el tema de la judicialización: ustedes, los periodistas, van a tener que ir a tribunales todas las semanas.

Y lo peor de la ideología nacional-populista, corporativista, más común de la década del ‘40, con Mussolini en Italia y con Franco en España. Esto es lo que caracteriza a este gobierno. Total control, van a repartir licencias como bolsones. La clave está en el proyecto de poder.

—Y si es así, ¿por qué el apoyo vino desde los partidos definidos como progresistas?

—Me llama la atención que queden enganchados, y terminemos convalidando esta posición ideológica. Nosotros somos un partido que está en las antípodas de eso. Somos un partido social-demócrata, progresista y profundamente liberal, en el sentido de la lucha por las libertades. Entonces, vamos a dar ese debate y no nos van a correr con cuestiones de la defensa de un grupo u otro. Tenemos proyecto, y en el dictamen vamos a tener normativa para evitar las concentraciones monopólicas o posiciones dominantes del poder económico. No nos van a correr con ese tema. El proyecto que presentó Alfonsín en su momento tiene vigencia todavía hoy en un 80 %.

—Se dice que el proyecto del gobierno es generar una herramienta para “dibujar” la realidad y conservar el poder. ¿Usted piensa eso?

—Esto es así. Mire cómo cubrió Canal 7 las audiencias públicas. Ponían música y se burlaban cuando hablaba un opositor. Eso quiere Kirchner. Nosotros planteamos que la posibilidad de que organizaciones de la sociedad civil, sindicatos, pueblos originarios, organizaciones religiosas tengan medios no debe tener límites. Ahora, lo que el gobierno quiere es llegar a enero de 2011 controlando dos tercios de los medios de comunicación. Y el tercio restante, en manos privadas, con miedo. Y editorializando a favor del gobierno. Entonces, se garantiza un proyecto de poder de 40 años.

—¿Hay forma de contrarrestar esto desde el Senado?

—Por ahora, los números no nos dan bien. Pero vamos a dar el debate. Si se modifican todas estas cuestiones, vamos a tener una ley de la democracia. Si no, es una ley que replica conceptos de la norma de la dictadura. Porque esta ley no es democrática. El espacio es finito, y puede haber tantas FM como el espacio permita. Pero, ¿por qué se establecen restricciones a los cables? Hay contradicciones entre esas disposiciones y el discurso con que se las defiende. Después de 50 km, las licencias de las FM tienen que ser otorgadas por el Poder Ejecutivo. Entonces, ¿por qué se acompaña esto? No tiene nada que ver con el discurso progresista que enarbola el gobierno. Es estatista, nacional-populista y corporativista.

—Algunos salieron a decir que el socialismo puede haber acompañado a cambio de dinero para la provincia.

—No puedo asegurar qué puede haber pasado ahí. Lo que sí digo es que, cuando perdemos calidad institucional y el gobierno pone en riesgo la República, pasa lo que pasa. Hay que estar en las polleras de Fabiana Ríos para gobernar Tierra del Fuego, o en los pantalones de Binner para gobernar Santa Fe. Porque la clave está en esta concepción ideológica del gobierno, y en que hay que seguir resistiendo.

Acuerdos y fotos

—Después de la fractura y en medio de la intervención ¿como ve al radicalismo en Santa Fe?

—Acá siempre ha sido potente, aún en los momentos de mayor crisis. Tenemos una gran territorialidad, una gran representación; acá hay un radicalismo muy fuerte. Estamos en proceso de poner las cosas en su lugar, y normalizar la conducción. Así que está confirmada la elección para el 22 de noviembre, el interventor (Angel Rossi) está trabajando en ese marco. Y el radicalismo de Santa Fe no es ajeno a lo que está pasando a nivel nacional: hay una franca recuperación, así que yo creo que ésto nos abre posibilidades para 2011. Creo que todavía con el radicalismo no alcanza, pero bueno, dos años es mucho tiempo.

—Y a nivel nacional ¿entre quienes debería definirse la candidatura presidencial para 2011?

—No, cuando hablamos de candidatos, terminamos todos peleados. Así que ése tiene que ser el punto de llegada. Primero hay que salvar el Acuerdo Cívico y Social, y tenemos problemas. Tenemos que consolidar una gran fuerza y un gran proyecto. Después veremos quienes son los candidatos. Veremos quiénes llegan, también, esperemos que lleguen todos.

—¿Y el acuerdo hasta dónde puede llegar? ¿Hasta qué fuerzas políticas?

—El radicalismo tiene una decisión institucional en torno a formar parte de un acuerdo con el socialismo y la Coalición Cívica. Lo otro es todo para la foto.

—Esto sería lo que ahora se llama peronismo disidente y el sector de Macri.

—Eso es para la foto. Nosotros tenemos un proyecto definido, aprobado institucionalmente, con el socialismo y la Coalición Cívica. Hay que salvar y fortalecer eso.

Ejemplo

“Cuando digo que van a repartir licencias como bolsones, y que van a garantizarse con las organizaciones kirchneristas el manejo de los medios, doy el ejemplo de Jujuy. Ahí fue (el titular del Comfer, Gabriel) Mariotto a la audiencia pública que hicieron antes de las elecciones. En presencia de todos los medios, coparon el aula magna de la Facultad de Humanidades con organizaciones piqueteras y entregaron una licencia a la CTA; una organización que comanda Milagros Salas, una referente kirchnerista, y que recibió 120 millones de pesos durante 2008, 10 millones mensuales. Esto es lo que van a hacer en todo el país. Entonces, el proyecto de poder está clarísimo”.

Emerio Agretti

politica@ellitoral.com

/// EL DATO

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