Los precios de febrero dieron una sorpresa

Superando los pronósticos más optimistas, la inflación en febrero fue del 0,4 por ciento, cuando la mayoría de los analistas consideraban motivo de festejo que se ubicara entre el 0,7 o 0,8 por ciento. Pero la canasta de alimentos triplicó al IPC. En febrero, las principales bajas estuvieron en el turismo y la indumentaria.

Superando los pronósticos más optimistas, según el Indec, la inflación en febrero fue del 0,4 por ciento, cuando la mayoría de los analistas consideraban motivo de festejo que se ubicara entre el 0,7 o 0,8 por ciento. La fuertes bajas en turismo e indumentaria, por cuestiones estacionales, explicarían la desaceleración del IPC (índice de precios al consumidor), que en febrero del año pasado había llegado al 1 por ciento. En el Ministerio de Economía hablaban ayer de un fuerte cambio en las expectativas, producto de los acuerdos de precios, y proyectaban una inflación anual del 9 por ciento. Sin embargo, no todo luce tan brillante como parece. El aumento de la canasta básica de alimentos casi triplicó el índice general, siendo ésta la inflación que más golpea a los pobres (ver aparte). La carne sigue aumentando.

“La inflación de febrero fue la más baja desde noviembre de 2004. Es decir la menor en 16 meses”, se entusiasmaban ayer en Economía. “Los acuerdos están funcionando”, repetían. A primera vista, los números ratifican esa impresión. En enero último el IPC fue de 1,3 por ciento, contra 1,5 por ciento del año pasado; en febrero cayó al 0,4 por ciento, contra 1 por ciento de igual mes del año pasado.

En febrero, las principales bajas de precios para alcanzar el número mágico vinieron por el lado de rubros estacionales como turismo (transporte, alojamiento y excursiones) e indumentaria, y en particular la ropa exterior (porque la interior aumentó). En la explicación oficial, a esos descensos, que también habían ocurrido en febrero de 2005, se agregó la caída de precios en algunos productos estacionales (ciertas verduras y frutas), que el año pasado no habían bajado.

Los rubros que jugaron al alzan fueron: verduras, medicina prepaga, alimentos y bebidas fuera del hogar, y carnes. El Indec también detectó remarcaciones en útiles escolares, como denunciaron distintas asociaciones de consumidores. Los alquileres volvieron a actualizarse (0,7 por ciento) por arriba del índice general.

Entre los principales aumentos de precios en febrero se destacan: tomate perita (27,9 por ciento); pomelo (23,8 por ciento); naranja (21,3 por ciento); choclo (13,6 por ciento); fideos tipo tallarín (5,9 por ciento); lechuga (5,2 por ciento); guardapolvo para niño (4,6 por ciento); durazno (4,5 por ciento). A su vez, entre las mayores bajas, estacionales, sobresalen algunas frutas y verduras: manzana deliciosa (-21 por ciento); pera (-15,8 por ciento); uva (-14,6 por ciento); zapallo (-13 por ciento); zapallito (-11,3 por ciento); banana (-4,4 por ciento).

En cuanto a la carne, aumentó en promedio 1 por ciento, destacándose el alza en carne picada (2 por ciento). Sin embargo, para los funcionarios de Economía la buena noticia es que a lo largo del mes se logró frenar las alzas que se habían dado al principio. Además, en algunos cortes como bife ancho y asado los precios estarían levemente por debajo de los valores de diciembre. Por otro lado, el precio del pollo entero experimentó un retroceso (del 1,3 por ciento), cotizando para el Indec a 3,88 pesos el kg.

La apuesta de Felisa Miceli es cerrar el primer trimestre del año con una inflación máxima del 3 por ciento, por debajo del 4 por ciento de igual período de 2005. Con los precios acumulados durante los dos primeros meses del año (1,7 por ciento), esa meta sería perfectamente asequible. La idea es que la inflación del primer trimestre es determinante en la inflación anual, y por eso todos los cañones oficiales están orientados a perforar ese piso. Marzo no es un mes sencillo: a la subas estacionales de precios como la indumentaria (por el inicio de la temporada otoño-invierno) o los útiles escolares, se suma la presión de alimentos como la carne. Además, hay servicios como las prepagas o los seguros de los automotores que continuarían aumentando. El año pasado el IPC tocó 1,5 por ciento, pero en Economía confían en que este mes vendrá bastante por debajo.

Es difícil trazar una tendencia anual a partir de un mes, y mucho más si se trata de uno tan particular como febrero. Pero ayer en el Ministerio de Economía proyectaban para el año una inflación del 8,7 por ciento, “dentro del rango de proyección (8 y 11 por ciento) estipulado en el Presupuesto”.

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