Paraliza las exportaciones el conflicto por la carne

En medio del conflicto abierto por el precio de la carne vacuna, las ventas de este producto al exterior quedaron ayer paralizadas ante la falta de la reglamentación del Registro de Operaciones de Exportación (ROE), creado el viernes pasado por el Gobierno con el fin de controlar cada embarque al exterior y evitar de esa manera un desabastecimiento en el mercado interno.

Ayer, cuando intentaban obtener el visto bueno de la Dirección General de Aduanas, la mayoría de los frigoríficos exportadores se fueron enterando de la noticia en la medida en que el organismo rechazaba hacer operaciones en virtud de que aún no se habían definido las pautas del registro, tarea en la cual trabajaban técnicos de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuaria (Oncca) y del Ministerio de Economía.

«Fuimos a pedir los permisos de embarque, pero nos los denegaron. Esto está afectando nuestra actividad», expresó Jorge Torelli, gerente de Frigorífico Mattievich, empresa que ayer se quedó sin exportar unas 40/50 toneladas, valuadas en unos 150.000 dólares.

Sin hacer una mención directa a la falta de reglamentación oficial, Ricardo Echegaray, director general de Aduanas, indicó: «La Aduana se está ajustando estrictamente a cumplir el cometido establecido en la resolución 31/2006 [que creó el ROE]».

A última hora del día, una fuente de la Secretaría de Agricultura explicó que ya se habían elaborado varios borradores con la reglamentación y que era inminente su puesta en marcha.

Otra fuente consultada señaló, en tanto, que la reglamentación establecería un plazo de hasta siete días para habilitar permisos por productos enfriados del cuarto trasero, de alto valor, y de hasta 30 días para los cortes congelados del cuarto delantero, que tienen un menor precio y que las autoridades quieren que se queden en el mercado local y no se destinen a países como Rusia, que el año pasado compró el 62% del total exportado de estos cortes. Pese a que no se emitieron permisos para exportar, desde la terminal de cargas del aeropuerto de Ezeiza ayer salieron tres vuelos con más de 400 cajas por casi 8200 kilos que contaban con autorización previa a la resolución que anunció el viernes la ministra de Economía, Felisa Miceli.

Por el lado de los operadores, Carlos Oliva Funes, presidente del Consorcio de Exportadores de Carnes, entidad que agrupa a empresas que concentran el 85% de las ventas externas, expresó la preocupación del sector por la parálisis de las exportaciones. «Estamos preocupados por el impacto que puede tener en el mercado no cumplir con los compromisos», opinó el directivo.

Entre los exportadores calculaban ayer que entre las 30 empresas que concentran el 80% de las ventas externas la mayoría estaba con el problema de no poder exportar. Además, en el sector proyectaban un grave perjuicio económico si el conflicto no se soluciona en los próximos días. «Mañana [por hoy] podemos tener otras 40 toneladas más sin vender, y si incumplimos con el contrato el comprador puede pedir renegociar el precio», afirmó el ejecutivo de Mattievich.

En 2005, cuando la Argentina alcanzó un récord exportador de carne por 1390 millones de dólares, se vendieron productos a un ritmo de 3000 toneladas por día por 5,3 millones de dólares, en promedio. Es un ritmo de ventas hoy igualmente importante el que ahora está en riesgo. «Tenemos parados varios productos», subrayó Oliva Funes, en relación con el funcionamiento del frigorífico Swift, del cual es directivo.

Con el conflicto abierto, cinco cámaras frigoríficas avanzaron ayer en un principio de acuerdo para proponerle al Gobierno una autorregulación de sus ventas externas de productos congelados. «Hay un compromiso de reducir las exportaciones en un 20 a un 25 por ciento», indicó Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra).

Oliva Funes dijo que el compromiso de la industria exportadora de autolimitar sus exportaciones debería recibir alguna señal del Gobierno en cuanto a la devolución de reintegros y la disminución de las retenciones cárnicas, hoy del 15 por ciento.

Anoche, una fuente de Economía precisó que si se aceptaba la propuesta de los frigoríficos el ROE sólo quedaría como un registro estadístico de las operaciones de esas empresas y no como un instrumento de control de las exportaciones.

Por Fernando Bertello
De la Redacción de LA NACION

Con la colaboración de Anselmo Castillo

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