Llenar la canasta y hacerla durar

Economía empezó a trabajar para extender los acuerdos de precios, con más bienes y a mayor plazo. Imitan un plan francés. El plan de emergencia que instrumentó el Gobierno para frenar la escalada inflacionaria se convertirá en una política permanente.

El plan de emergencia que instrumentó el Gobierno para frenar la escalada inflacionaria se convertirá en una política permanente. Buscará ampliar la lista de productos rebajados en los supermercados de 228 a 500 y, al mismo tiempo, trabajará para que los acuerdos de precios con comerciantes, industriales y ganaderos se extiendan hasta un año. El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, fue quien dio la noticia, en los siguientes términos: “Estamos estudiando un modelo que se aplica en Francia, sobre una canasta de bienes sobre los cuales se hace un seguimiento constante”. El gobierno de ese país negocia convenios con los fabricantes de artículos de consumo masivo que se renuevan periódicamente. El Ejecutivo seguirá el mismo plan.
La estrategia fue definida por Néstor Kirchner y Felisa Miceli. La ministra dedicó el 90 por ciento de su tiempo desde que reemplazó a Roberto Lavagna a idear mecanismos para controlar la inflación. Lo primero que hizo fue convocar a las grandes cadenas de supermercados, pero con el correr de los días quedó claro que su objetivo era más ambicioso que resolver los problemas de corto plazo. Fernández lo confirmó el último sábado, al anticipar que en las próximas semanas el Gobierno negociará con los mismos actores con los que ya estableció rebajas en 228 productos en los supermercados, en un 15 por ciento, para extender esos acuerdos a 500 artículos.
“En enero no hay vacaciones”, comentaron en Economía, adonde trabajarán para renovar los acuerdos que vencen el día 31. También señalaron a este diario que el modelo francés contempla entendimientos rotativos, que pueden ser de tres, seis, nueve meses o hasta un año. Esa metodología se pondrá en práctica de aquí en más. Para eso, habrá una mesa de diálogo permanente con los distintos actores de las cadenas productivas de los bienes involucrados. Las negociaciones con algunos empresarios no serán fáciles, puesto que se oponen a acuerdos a largo plazo. Fernández, de todos modos, dijo que no se trata de establecer “precios máximos”.
“Ya es común cruzarse por los pasillos del ministerio con empresarios de los distintos sectores con los que firmamos acuerdos”, describió a este diario un colaborador cercano de Miceli, quien indicó que “estamos analizando la problemática de cada uno de los participantes de las cadenas de valor de los productos rebajados”. El funcionario comentó que en muchos casos se escuchan quejas por impuestos municipales y provinciales, por los cuales los empresarios piden la intermediación de la Nación para que sean reducidos o eliminados. Los reclamos también son por tributos nacionales. En este punto, la oficina de impuestos de Economía está trabajando horas extra para analizar cada situación. Sin embargo, es improbable que se produzcan cambios inmediatos.
Junto con los acuerdos de precios, el Gobierno intentará controlar la inflación con una política de ortodoxia fiscal –Miceli ya dijo que en 2006 se mantendrá un fuerte superávit– y con una batería de instrumentos para fomentar la inversión. En ese sentido, Fernández sostuvo que “la estabilidad no solamente necesita de los acuerdos de precios, sino de otros aspectos en los que también estamos trabajando, como la inversión”. En relación con la inflación de diciembre, el jefe de Gabinete sostuvo que “los datos que tenemos son muy auspiciosos. La situación aparece controlada. Los acuerdos han funcionado bien y las expectativas inflacionarias han mermado”, resumió.
El Indice de Precios al Consumidor ascendería este mes en torno del 1 por ciento. Es un nivel alto, pero razonable en función de la velocidad que había tomado la subida de precios y en comparación con el 0,8 por ciento de diciembre de 2004. Una de las claves para que el resultado final se encuentre en esos niveles es que esta semana empiecen a apreciarse bajas en el precio de la carne. En Economía apuntan a los frigoríficos, que hasta ahora fueron “los que menos aportaron” a ese objetivo. “Los productores lograron que los valores en el mercado de Liniers se achicaran hasta un 10 por ciento. Ahora es el turno de los frigoríficos para que esas mejoras lleguen a las góndolas”, advirtieron en Hacienda.Más allá de la inflación, Fernández trazó un balance positivo sobre la evolución de la economía en 2005. Dijo que “hace un año la Argentina era un país con 102.000 millones de dólares defaulteados, y que no tenía solución en su relación con el FMI”. “En cambio –prosiguió–, hoy nos desendeudamos con el Fondo, salimos del default y debemos 80 mil millones de dólares menos. Y, en el medio, hubo una elección que ratificó la vocación democrática de la Argentina.” Para completar, el jefe de Gabinete destacó que “éste es el tercer año que vamos a crecer en el orden del 9 por ciento anual, hay una caída clara de la tasa de desempleo y estamos mejorando los índices de pobreza e indigencia.
Con respecto al pago al FMI, en Economía señalaron que la “instrucción” para transferir al organismo casi 10.000 millones de dólares se dará el próximo día 29, pero aclararon que el proceso concluirá “entre el 2 y el 3 de enero”. El secretario de Finanzas, Alfredo Mac Laughlin, quedó al frente de la tarea operativa. Uno de los aspectos que toman en cuenta en el Palacio de Hacienda es proteger el envío de cualquier intento de los fondos buitre para apoderarse de él mediante alguna acción judicial. Más allá de la precaución, dicen que no habrá problemas.

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