El desafío de 2009 es revertir expectativas y sostener la actividad
Hoy el desafío es sostener la actividad y el empleo, revertir las expectativas y administrar la escasez de dólares. Así, los problemas de 2008 -inflación, inversión, déficit energético y puja distributiva- pasaron a un segundo plano. El deterioro respondió a tres shocks adversos: el conflicto campo-gobierno, el recrudecimiento de la crisis financiera internacional y la estatización de las AFJP. La crisis agropecuaria fue el inicio de una brusca reversión de las expectativas. No sólo se desaprovechó el boom de precios internacionales, sino que generó un elevado costo político. La protesta generó inflación, salida de capitales, fuga de depósitos minoristas y subas en las tasas de interés.