El tipo de cambio y la política fiscal antes y después del 28/6
“La ley sancionada el jueves último, que adelanta las elecciones legislativas al 28 de junio, no sólo sacude el tablero electoral complicando los planes de una oposición fragmentada (y con evidentes dificultades de impedir que sea el oficialismo el que siempre defina la agenda
política), sino que también obliga a los economistas a replantear los distintos escenarios con los que se venía trabajando hasta el momento.
Detrás de la propuesta de adelantamiento de las elecciones, se evidencia el reconocimiento por parte del Gobierno de que la economía va a estar seguramente mejor en junio que en octubre o, dicho de otra forma, aceptar la posibilidad que lo peor de la crisis global todavía no
se sintió por estas tierras. Así, la brusca desaceleración del nivel de actividad que estamos padeciendo, que a estas alturas se parece demasiado a un proceso recesivo, tendría más que ver con cuestiones inherentes a las inconsistencias que arrastra el modelo económico, que al
derrumbe de los mercados globales. En realidad, la crisis exógena potencia los problemas con los que ya convivíamos y, además, agrega una nueva complicación: menores ingresos de divisas por la cuenta comercial.