Mañana será un buen porque a pesar del escarnio público al que estamos siendo sometidos como país, habrá un cambio, no sé si bueno o malo, sé que será diferente, sé que se terminaran muchas que no vale la pena enumerar, porque esto es una opinión y no una historia en tres tomos, mañana será un buen día porque ustedes y yo hemos vivido la historia reciente de la Argentina y los últimos 12 años de esa historia, y nadie nos la puede contar distinto.
Mañana será un buen día porque los que siempre hemos trabajador, seguiremos haciéndolo, pero sin una mochila encima, volveremos a nuestro lugar de trabajo con la esperanza de un futuro mejor.
Mañana será un buen día porque muchos de ustedes y yo no resistiremos al democracia, la institucionalidad, los valores democráticos, no resistiremos a los que entregaron su vida cuando si resistieron a un gobierno de facto.
Mañana será un buen día porque quizá comencemos a ver un país distinto, donde no haya familias peleadas por el fanatismo, ni retos, ni gritos, ni persecuciones por pensar distinto. Sera un nuevo amanecer para los que no tenemos compromisos ni con unos ni con otros, como no sea el hacerles saber que no se puede caer más abajo y que hay que empezar a subir y que son ellos, quienes gobiernan los que deben dictar las políticas para lograrlo.
Mañana será un buen día porque los que no solo vamos a votar para cumplir con una obligación, tenemos el deber cívico de hacer saber lo que está mal, lo que no es justo, lo que no es equitativo, debemos ser críticos de aquello que hemos votado.
Mañana será un buen día, no porque alguien se va y otro llega, sino porque a pesar de quienes nos han gobernado y quienes nos van a gobernar en la Argentina seguimos apostando a la democracia, a las libertades civiles, a los derechos establecidos, al respeto a la Constitución Nacional y las normas que rigen nuestra vida y que eso debe ser cumplido y respetado a rajatabla por todos y cada uno de quienes asuman la responsabilidad de gobernar.
Mañana será un gran día porque Argentina comienza otra etapa, llena de desafíos, de esperanza y de paz por sobre todas las cosas, porque más allá del bienestar económico, el trabajo, la salud y la educación, los argentinos queremos paz, poder expresarnos sin temor, poder trabajar sin pagar para hacerlo, tener certezas y basta de incertidumbres, queremos que nuestros hijos crezcan sin tener que ponerse ninguna camiseta partidaria para desarrollarse, que puedan participar libremente en política sin fanatismos, ni historias inventadas, sin discursos grandilocuentes y con más realidades.
Mañana será un buen día porque la mayoría de los argentinos así lo queremos y porque no lo merecemos como pueblo más allá de todo signo político.
Mañana será un buen día porque Argentina se lo merece.
Armando Cabral
